martes, noviembre 24, 2020

Pesadillas: Bienvenidos a Horrorlandia

Algo que recuerdo con mucha nostalgia de mi infancia es leer los libros de Pesadillas de R.L. Stine. Por allá por 1996 el Periódico regalaba cada semana un libro de Pesadillas, y como por aquel entonces mi padre tenía un quiosco, cada fin de semana me daba la entrega correspondiente y yo lo devoraba aquella misma tarde. Supongo que como a muchos de mi generación esta fue mi puerta de entrada al género del terror.

Así que este Halloween decidí que me apetecía volver a mi infancia durante un ratito y como todavía tengo esos mismos libros en casa, pues ahí que fui.

Un día en Horrorlandia es el primero de la colección, aunque corresponda al número 16 en la numeración original. Va sobre una familia que se dispone a pasar el día en el zoo pero se pierden y por el camino encuentran un parque de atracciones que parece muy curioso.

Evidentemente no es lo mismo leerlos de adulta que de niña, cuando tienes una edad muy parecida a la de los protagonistas. Son libros con capítulos muy cortos, de prosa simple pero ideal para crear tensión, y la mayoría terminan con un gancho de "¡Oh, no! ¿Y ahora qué va a pasar?" muy efectivo que hace que no quieras soltarlo hasta que te lo has ventilado todo.

El terror está bien planteado (siempre teniendo en cuenta la edad del lector) pero pronto te das cuenta de que realmente la vida de los protagonistas no corre verdadero peligro en ningún momento, ¡aunque eso no quiere decir que no lo pasen mal! Algunas de las atracciones del parque son verdaderamente terroríficas, la de los espejos es genial.

Algo que me hizo mucha gracia es la facilidad con la que los padres dejan solos a los niños. ¡Supongo que los noventa eran otros tiempos! Mis sobrinos tienen más o menos las edades de los dos hermanos y el amigo de este libro y me entran taquicardias solo de pensar en dejarlos solos durante horas en un parque de atracciones extraño en el que no hay teléfonos y en el que el coche de la familia acaba de explotar.

Y el final es buenísimo.

No voy a negar que me lo pasé muy bien releyendo las aventuras creadas por Stine, obviamente no tiene nada que ver con el tipo de terror que leo ahora de adulta pero oye, se lee en un momento y sirve para recordar buenos tiempos, que no es poco. 

Nota: 3/5

viernes, noviembre 20, 2020

El gremio de los magos

El Gremio de los Magos es la primera entrega de la trilogía Crónicas del Mago Negro con la que la australiana Trudi Canavan se dio a conocer entre los lectores de fantasía. Me llamó mucho la atención la introducción porque la autora dice que el punto de partida de esta novela se le ocurrió cuando vio cómo antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona las autoridades "limpiaban" las calles de vagabundos.

La autora propone un mundo en el que solo los que provienen de familias de buena posición pueden optar a formar parte del gremio de los magos y desarrollar su potencial mágico, si lo tienen. Es una jerarquía firmemente establecida y que sin embargo se tambalea cuando una de las purgas anuales, en las que limpian la ciudad de vagabundos y criminales, una chica de origen humilde utiliza magia, sorprendiéndose ella y sorprendiendo a los magos.

Buena parte de la novela es la búsqueda de los magos de la perpleja Sonea, que no tenía ni idea de que tenía ese poder en su interior y que tampoco sabe que si no aprende a controlar esa magia será un peligro para ella misma y para todos los que la rodean. Esta parte es un poco aburrida y cogida por los pelos, luego ya en cuanto las cosas se van complicando para Sonea y tiene que tomar algunas decisiones difíciles es cuando ya se va poniendo más interesante.

El libro está narrado a través de cuatro puntos de vista: Sonea, su mejor amigo Cery, y dos magos, Rothen y Dannyl, que es mi favorito. Me gustaron mucho las interacciones entre Rothen y Sonea (especialmente lo que más disfruté es cuando le enseña a meterse en su mente) y también las de Rothen y Dannyl. Luego tenemos otros personajes secundarios que dan juego, como Fergun, Lorlen o el Mago Negro que da nombre a la trilogía y que en este primer libro solo tiene una pequeña pero importante participación.

Es el primer libro de Canavan, y la verdad es que es la prosa es bastante amateur, las únicas reacciones de los personajes son fruncir el ceño o alzar las cejas y variaciones de estas dos, y la trama tampoco es que sea muy compleja que digamos, lo de las diferencias de clases está bien pero lo toca a un nivel muy superficial. Por suerte el libro termina en un punto que parece prometer cosas más interesantes en los siguientes, y las últimas cien páginas o así la verdad es que me engancharon mucho, así que me ha dejado con ganas de continuar con la saga que es lo importante.

Seguramente para el lector asiduo de fantasía este titulo se le hará muy juvenil y simplón, pero me parece una opción interesante para el lector que quiera iniciarse en el género con algo sencillo y entretenido.

Nota: 3/5

jueves, noviembre 19, 2020

La maldición de Hill House

Posiblemente LA novela de casas encantadas por antonomasia, este clásico de Shirley Jackson lo tenía pendiente de leer desde hace mucho tiempo y aprovechando que vuelve a estar de moda gracias a la adaptación de Netflix por fin he podido quitarme esta espinita. He de decir que me lo leí a la vez que veía la serie y eso me hizo disfrutar ambas historias todavía más ya que iba viendo todos los detallitos que estaban presentes en la serie (que más que una adaptación es una inspiración, pero muy recomendable).

Creo que me esperaba una historia de terror gótico más al uso y por eso me sorprendió mucho una vez comencé a leer. La historia nos propone que un investigador de lo sobrenatural alquila una casa encantada y consigue que le acompañen tres digamos ayudantes, uno porque es el sobrino de la dueña de la casa y dos porque en algún momento demostraron tener algún tipo de cualidad psíquica. Aunque parece que veremos cómo se desarrollan los hechos a partir de las experiencias de todos los implicados, realmente es una historia sobre uno de ellos, Eleanor, una mujer que se ha pasado media vida cuidando de su madre enferma y que ahora experimenta la libertad por primera vez.

Lo que más me llamó la atención fue la forma en la que Jackson construye la personalidad de sus personajes y las interacciones entre ellos. La relación entre Eleanor y Theo es fascinante (¡y me encantó el subtexto de Theo!), cómo Eleanor la admira y detesta a partes iguales porque representa todo lo que ella quiere ser y no puede. La verdad es que Jackson se mete en la mente de Eleanor de una forma increíble. Realmente los fantasmas y los sucesos paranormales (que son más bien pocos) no son más que una excusa para analizar la psique de Eleanor y su personalidad dependiente.

La prosa es fantástica y Jackson crea una atmósfera maravillosa, de hecho creo que me gustó más la parte en la que Eleanor va de camino a Hill House (las cabezas de león y la taza de estrellas) que cuando está en Hill House en sí.

Personalmente la historia me supo a poco porque creo que la autora podría haber profundizado un poco más y el final se me hizo algo abrupto. De todos modos creo que es una de esas novelas que ganará en subsiguientes relecturas, para acabar de captar todas las sutilidades de la cuidada trama de Jackson.

Nota: 3'5/5

miércoles, noviembre 18, 2020

La casa de hojas

Este es, sin duda alguna, uno de los libros más particulares que uno puede sentarse a leer. Y es que su autor, Mark Z. Danielewski, creó una obra experimental que no se parece a nada que uno haya leído antes o vaya a leer después.

Estamos ante un trabajo que demanda una implicación del lector que va más allá de leer las letras impresas en las páginas. En La casa de hojas a menudo tendremos que seguir interminables retahílas de pies de página, poner el libro boca abajo, utilizar un espejo o incluso descifrar mensajes ocultos. Es agotador, la verdad, pero no en un mal sentido, porque permite una inmersión a la mente de Johnny que de otra forma no sería posible. Digamos que es una historia dentro de una historia dentro de una historia: el protagonista encuentra los apuntes de un anciano que acaba de morir en los que hace un análisis de una película acerca de una casa en la que las dimensiones interiores son mayores que las exteriores, y cómo esta percepción anómala de la realidad afecta a todos los implicados.

La verdad, esto es lo más parecido que me he encontrado en literatura a una película de found footage. Todo el análisis académico acerca del Expediente Navidson es fascinante, aunque el lector se verá inundado con múltiples referencias arquitectónicas, filosóficas, mitológicas, históricas, psicológicas, cinematográficas o físicas. El currazo que se pegó el autor es de aúpa.

Es un libro en el que hay que meterse de lleno en la propuesta de Danielewski. Es confuso, no es una historia lineal, a menudo nos preguntaremos a dónde carajos nos quiere mandar el autor y por qué Johnny se pasa más tiempo alardeando de sus aventuras sexuales que centrándose en El Expediente Navidson que es lo que nos interesa, y tampoco puede decirse que tenga una conclusión que nos vaya a dejar totalmente satisfechos, pero creo que vale la pena implicarse de esa manera. (Eso sí, pobres si sois como yo que no soy capaz de saltarme nada y me leí cada palabra, incluyendo las listas interminables de nombres, jajaja). 

Siempre me han interesado las obras que giran entorno a como un personaje va cayendo cada vez más y más hondo en la locura, y en ese sentido La casa de hojas es perfecta, tanto en la historia de Johnny como en la de Navidson. El prólogo es brutal para asentar el tono (ojo si sufrís de ansiedad) y, con el añadido de las cartas de Seraphina al final, todo coge bastante sentido. ¿Es una novela de terror? Sí, sin duda, Danielewski te contagia la inquietud de Johnny y hay partes del Expediente Navidson que son un auténtico trauma, pero además de eso hay mucho donde rascar y cuando lo terminé, sobre todo después de esa carta escrita en clave, me sentí más que nada triste.

Desde luego que leer La casa de hojas es toda una experiencia y, si le coges bien el punto, es un libro que ya se va a quedar contigo.

Nota: 4/5

miércoles, octubre 28, 2020

My sister, the serial killer

My sister, the serial killer, es una de las novelas más interesantes del 2019, y es que ya con ese llamativo título llama mucho la atención.

La novela está catalogada como thriller (mismamente quedó segunda en la categoría de thriller/misterio de los premios Good Reads del año pasado), pero no lo es para nada, no hay misterio que desgranar sino que trata sobre la disfuncional relación entre dos hermanas, una de las cuales, efectivamente, es una asesina en serie.

Está escrita en primera persona por Korede, la hermana mayor, y empieza cuando recibe una llamada de su hermana pequeña Ayoola suplicándole que la ayude porque acaba de matar a su novio, según ella en defensa propia. El libro está estructurado en capítulos muy cortos en los que Korede va relatando cómo ayuda a limpiar (literalmente) los desastres de su hermana, y cómo lleva ella la situación. La relación entre las dos hermanas es muy interesante porque Ayoola es la típica chica superguapa que se lleva a todos los hombres de calle sin esfuerzo, que solo piensa en sí misma y jamás mide las consecuencias, mientras que Korede es la seria y responsable, la no tan agraciada, a la que encima miran mal como se atreva a criticar a Ayoola, la favorita de todo el mundo. Salvo lo de los asesinatos es una situación muy real y la autora la maneja con maestría, y más cuando la relación se complica todavía más cuando Ayoola capta el interés de un guapo doctor por el que Korede bebe los vientos y su lealtad oscilará entre uno y otro.

Braithwaite nos ofrece una gran dosis de humor negro y una historia entre unas cosas y otras muy oscura a medida que vamos conociendo más sobre el pasado de las dos hermanas y su relación con su padre. La novela está ambientada en Lagos y las diferencias culturales son muy interesantes de leer, aunque sí que es cierto que el inglés, pese a ser muy accesible, en algunas ocasiones cuesta un poco al tener expresiones diferentes e incluir palabras en nigeriano que no vienen traducidas.

Es una lectura muy rápida que se lee del tirón gracias a la fascinante manera de narrar de su autora, que mete al lector en esta original historia de una forma espectacular gracias a la genial dinámica entre la sufrida Korede y su hermana la asesina con cara de no haber roto nunca un plato. Muy recomendable.

Nota: 4/5

sábado, septiembre 26, 2020

Leyendo Sherlock Holmes: Relatos IV

EL DEDO PULGAR DEL INGENIERO

Doyle estaba haciendo un servicio público con eso de avisar a los lectores de que trabajos que parecen demasiado buenos para ser verdad siempre tienen gato encerrado... Esta vez le toca el turno a un ingeniero hidráulico al que contratan para revisar una máquina y al que le esperan unas horas de traca. Lo que está a punto de pasarle es de película de terror.


EL HOMBRE ENCORVADO

Holmes va a ver a Watson para explicarle el caso en el que está trabajando y pedirle que le acompañe en su cierre como testigo, a lo que Watson accede encantado (en serio, se pasa el día descuidando la consulta para irse con Holmes de picos pardos, no necesita mucha insistencia el muchacho). El caso es el de la muerte de un coronel, fallecido tras una fuerte discusión con su esposa en una habitación a la que solo podía accederse por la ventana exterior. Su esposa tiene todas las papeletas de haber cometido el crimen, pero Holmes encuentra pistas que indican la presencia de un hombre y una extraña criatura en la habitación.

Cuando Doyle describe la expresión de la víctima al morir me acordé de Sadako, jaja. Una vez más, Doyle nos dice que los pecados del pasado siempre terminan por dar caza por mucho que uno piense que los ha dejado atrás para siempre.


LA AVENTURA DE WISTERIA LODGE

Un día más, un misterio más. El nuevo cliente de Holmes y Watson acude a ellos porque no encuentra explicación posible a lo que le ha sucedido: unos días atrás hizo una amistad con un extranjero, un español, que pocos después lo invitó a su casa. El caballero aceptó la invitación, pero la visita resultó ser un desastre en todos los sentidos, y cuando se levantó a la mañana siguiente, su anfitrión y todo su servicio se habían esfumado, como si nunca hubiera vivido nadie en esa casa. Para postres, la policía también se presenta en Baker Street porque el español en cuestión ha sido encontrado asesinado.

Un nuevo misterio en el que un pasado lejano está relacionado con las acciones de los personajes involucrados, aunque en esta ocasión Doyle le da una vuelta de tuerca. Lo que más me gustó es que el detective que investiga el caso, Baynes, quiere hacerlo por su cuenta porque quiere labrarse su carrera por méritos propios, y puede decirse que Holmes queda bastante impresionado con él. Sé que Marcus de la serie de Elementary no está basado en ningún personaje del canon, pero no pude evitar acordarme de él cuando leía a Baynes.


ESTRELLA DE PLATA

Holmes investiga el caso que ocupa todos los diarios sensacionalistas: un famoso caballo de carreras ha desaparecido y su entrenador ha sido asesinado.

Un caso muy chulo cuyas pistas conducen hacia una conclusión no demasiado plausible, pero cuyas alternativas lo son mucho menos. Por suerte, Holmes consigue dar con el camino correcto y resolverlo todo con el ingenio que le caracteriza, sorprendiendo incluso a los escépticos.


Sherlock Holmes (1965-1968)


LA CORONA DE BERILOS

Un banquero acepta conceder un prestámo a un importante hombre de Inglaterra a cambio de que este le deje en préstamo una valiosísima corona con treinta y nueve berilos incrustados. Con miedo a perderla, el banquero se la lleva a su casa, donde esa noche sorprende a su endeudado hijo con la corona en la mano, rota, con un extremo, en el que había incrustados tres berilos, desaparecido. Como esos berilos no aparecen por ninguna parte, el pobre hombre acude a Holmes en busca de ayuda.

Me hace mucha gracia esta historia porque Watson, que es médico, lo primero que hace al ver al cliente en la calle es decir que está loco y juzgar a su familia por dejarlo salir solo a la calle. ¡John, por Dios! Este es de los relatos que son fáciles de adivinar, pero eso no quita que la resolución sea buena. A estas alturas eso ni lo dudamos, ¿verdad?


EL PROBLEMA FINAL

Otra de las historias más míticas del detective, en el que se enfrenta por fin al temible Moriarty, su némesis, en un duelo con trágico final.

Como en el caso de Adler, es un personaje muy mitificado por los fans de Holmes pese a que no tiene mucha presencia, apenas se le menciona en un capítulo anterior y de hecho Watson ni se acuerda de él pese a que cronológicamente este relato viene después. Moriarty es un genio del mal que está detrás de una buena porción de los crímenes cometidos en el país aunque Doyle no se molesta mucho en dar detalles, ni de sus fechorías ni de cómo Holmes va estrechando el cerco a su alrededor hasta tenerlo totalmente acorralado.

Mis partes favoritas son en las que Holmes y Watson emprenden un viaje con la intención de despistar a Moriarty, creo que pese a todas las libertades que obviamente se toma, la segunda película del Sherlock de Robert Downey Jr. es bastante buena adaptación de este relato.

Como todo buen seguidor de Holmes que se precie bien sabe, esta es la historia que se suponía que iba a ser el punto y final del personaje, ya que Doyle estaba más bien harto de él. Pero ay, lo de la presión de los fans viene de lejos, no es precisamente una invención de las redes sociales...


LA AVENTURA DE LA CASA VACÍA

Han pasado varios años desde la desaparición de Holmes, al que Watson, tristemente, dio por muerto en las cataratas de Reichenbach. Aun así, el buen doctor sigue acordándose de su amigo íntimo y cuando tiene un lugar un asesinato de misteriosas circunstancias, no puede evitar interesarse e investigar por su cuenta. No saca mucho en claro, pero, para su sorpresa, Watson se reencuentra con alguien a quien pensó que no volvería a ver nunca más.

Así es, Doyle recibió tanta presión por parte de sus fans que no tuvo más remedio que resucitar a su emblemático personaje, que vuelve por la puerta grande en este magnífico relato. En esta ocasión tiene otro adversario de altura, Sebastian Moran, la mano derecha de Moriarty y que mantiene viva su organización.

Después de lo que hizo la serie de Cumberbatch, es un alivio que Doyle se moleste en explicar cómo sobrevivió Holmes, una aventura muy chula además. Todo el tejemaneje que utiliza para atrapar a Moran es absolutamente genial y me alegro de tener todavía un buen puñado más de historias que disfrutar de nuestro querido detective.

El hambre

Alma Katsu utiliza de base un suceso histórico muy conocido (la expedición Donner, que en 1846 partió de Springfield camino de California en una caravana de carretas y que decidió coger un atajo que les llevó a quedarse totalmente atrapados por la nieve durante el invierno; la tragedia es particularmente conocida porque los supervivientes se vieron obligados a recurrir al canibalismo) y le aplica un giro sobrenatural: ¿qué hubiera pasado si los integrantes de la expedición Donner no solo se hubieran enfrentado a las inclemencias del tiempo sino que se hubieran topado con unas misteriosas criaturas hambrientas de carne humana?

El punto de partida es buenísimo, aunque uno podría decir que los sucesos reales ya fueron lo suficientemente terroríficos como para necesitar este toque extra. Lo cierto es que, cuando uno vive una vida relativamente cómoda en una ciudad, no es plenamente consciente de a lo merced que está el ser humano de los caprichos de la naturaleza, y lo indefenso y vulnerable ante los climas extremos. Casi podría decir que es esto lo que más miedo da en la novela, aunque no niego que la idea de sumarle la amenaza constante de estas criaturas en la sombra lo hace todavía más estremecedor.

Katsu hace un muy buen trabajo de documentación, utilizando a personas que existieron realmente y dotándoles de una historia propia que lleva al lector a familiarizarse con ellos. Tal vez hay demasiados personajes que adquieren protagonismo, porque ello hace que el grueso de la novela esté centrado en sus historias personales y los conflictos entre unos y otros, dejando un poco de lado lo más inquietante. De hecho cuando por fin la novela llega a la parte en la que la expedición, fragmentada, queda atrapada por la nieve, la acción pasa muy deprisa en comparación con el ritmo más pausado de los dos primeros tercios.

Por supuesto, la autora juega con el factor humano y cómo afecta a la mente de los personajes el vivir penurias semejantes y el progresivo descenso hacia la locura.

El ángulo sobrenatural está bien llevado, ya que Katsu da una explicación lo suficientemente vaga como para que sea la propia imaginación del lector la que llene los vacíos. Por otro lado, esto hace que no sea tan terrorífico como podría haber sido, y más teniendo en cuenta lo comentado anteriormente de que al no estar en casi ningún momento en primer plano, la sensación de agobio y temor por los personajes (más allá de todo lo demás que les pasa) queda un poco diluida.

El Hambre es una novela interesante que, en mi caso, como primer acercamiento a los detalles de la Expedición Donner, me ha resultado una lectura enriquecedora. Pero también es cierto que en algunos puntos el ritmo pausado se hace algo pesado y que para el tipo de historia que cuenta no es tan perturbadora como podría haber sido.

Eso sí, me ha puesto en el mood perfecto para la spooky season y ya tengo unas cuantas novelas de terror más esperando para ser devoradas, perfectas para el cambio de tiempo que parece que ya ha llegado para quedarse.

Nota: 3/5

miércoles, septiembre 16, 2020

Otra vuelta de llave

Esta es la cuarta novela de Ruth Ware que leo, en la que se repiten los patrones que han hecho famosa a la autora: chica joven que viaja hasta una localización remota donde pasa algo terrible y en apariencia inexplicable. Ninguno de sus libros me ha encantado, y además en general son bastante predecibles, pero son lo suficientemente entretenidos como para pasar un rato envuelta en un misterio de los que se dejan leer sin tener que estrujarse el cerebro.

A este le tenía ganas porque había leído un avance y la premisa parecía intrigante: Rowan es una niñera que está en prisión preventiva acusada de haber asesinado a una de las niñas que estaban a su cargo. Desesperada, le escribe una carta a un famoso abogado para implorarle que crea en su inocencia y la defienda, en la que le explica todo lo que pasó, desde cómo encontró la oferta de trabajo que parecía demasiado buena para ser verdad hasta la noche fatídica que le llevó a estar donde está.

Lo de la carta al abogado está bien en teoría, pero claro, el caso es que le escribe una carta de trescientas páginas en la que le describe cada detalle intrascendente según ella porque necesita saber toda la verdad y se deja las grandes revelaciones hacia el final para no arruinar la sorpresa, con lo cual el formato pierde un poco el sentido.

Otra vuelta de llave es un homenaje a la historia de Henry James, fantasmas incluidos a su manera. A Rowan, la protagonista, la dejan sola con cuatro niñas en una casa inteligente en medio de la nada en las montañas de Escocia, una casa en la que por la noche se escuchan inquietantes ruidos y en la que pasan cosas muy extrañas y siniestras. Si algo tiene de bueno Ware es que crea muy buenos escenario en los que se desarrolla la acción pero aquí no lo termina de conseguir porque la trama es muy aburrida. Se supone que todo gira en torno al misterio de la muerte de una de las niñas, pero casi todo el grueso de la novela es Rowan siendo puteada por las crías y demostrando lo pésima que es en su trabajo. ¿Cómo se dedica a ser niñera si en nada ya se aturulla y pierde la paciencia con las niñas? Además todo es muy repetitivo: Rowan escucha ruidos por la noche, se asusta, se imagina de todo; a la mañana siguiente, a la luz del día, se da cuenta de que está siendo irracional y paranoica y que no es para tanto; a la noche, otra vez lo mismo... Es un personaje muy insoportable y verla pelearse con los electrodomésticos de la casa inteligente no es interesante, es tedioso.

La trama del jardín venenoso está bien y el misterio empieza a ponerse interesante hacia el final, pero los giros son bastante cuestionables y el final es tan abrupto que te deja con cara de tonta. La verdad es que hay muy poca cosa que me haya gustado de esta novela, la peor de Ware hasta el momento para mí.

Nota: 2/5

sábado, septiembre 12, 2020

Quién sabe si mañana seguiremos aquí

Esta es la novela en la que se basó la película de 2017 Memorias de un Asesino. Está narrada desde el punto de vista de un asesino en serie retirado, ya anciano, que padece de Alzheimer. Cuando un nuevo asesino comienza a actuar en su barrio y el hombre se convence de que el culpable es el prometido de su hija, se promete a sí mismo que saldrá de su retiro para matarlo.

Es un libro muy cortito que se lee prácticamente de una sentada: son poco más de ciento cincuenta páginas y muchos de los capítulos tienen un párrafo o dos de duración. El formato es muy original, al seguir los pensamientos de este monstruo al que le cuesta mucho operar en su vida diaria y que cada vez olvida más cosas.

Es una lectura fascinante, su autor Kim Young-ha nos mete en la mente de un asesino de una forma espectacular, ya que de alguna manera padeces por él, al ver cómo se deteriora su mente y sin saber si llegará a cumplir su objetivo o no, si al final lo atrapará la policía por sus crímenes del pasado o seguirá librándose.

La novela arroja una mirada al mal funcionamiento del sistema policial en la época en la que el protagonista era un asesino en serie activo, una época en la que la gestión por captura a los espías del norte dificultaba la investigación de otro tipo de crímenes. También es una reflexión acerca de la soledad, la vejez y la muerte.

Es una historia de narrador poco fiable de manual, que guarda unas cuantas sorpresas y es que, como suele pasar, nada es lo que parece.

En Corea del Sur son los auténticos maestros a la hora de estrenar thrillers y parece que en la literatura no se quedan atrás. Muy recomendable para los que busquen una novela negra que se salga de lo habitual y que te puedes despachar en una tarde.

Muchas gracias a mis amigas por regalarme este libro por mi cumpleaños, que además ha sido una de las lecturas más destacadas de lo que llevo este año. ¡Sois un amor!

Nota: 4/5

viernes, septiembre 11, 2020

The Secret Adversary

La segunda novela de Agatha Christie tiene como protagonista a la pareja Tommy/Tuppence, dos amigos de la infancia que se reencuentran y como ambos están pelados porque después de la guerra es complicado encontrar trabajo, deciden ofrecer sus servicios para cualquiera que los pueda necesitar. De esta manera se ven envueltos en un extraño caso en el que un documento perdido podría crear una revuelta entre el pueblo obrero si cayera en malas manos.

Esperando un misterio en la línea de lo que nos suele ofrecer esta mujer, The Secret Adversary me sorprendió porque realmente es una novela de espías, aunque en esencia siga siendo un misterio. Aquí encontramos un tratado extraviado que durante la guerra estaba pensado para favorecer a Inglaterra pero que años después podría perjudicarla porque podría ser motivo de rebelión contra el Gobierno; una estadounidense desaparecida que fue la última en ver esos papeles; una organización criminal con ojos y oídos en todas partes; y un villano que se hace llamar Mr. Brown cuya identidad nadie conoce pero que tiene un inmenso poder.

La trama tiene algunos toques que recuerdan a algunas de las historias de Sherlock Holmes (el detective participa en varios casos en los que ha de encontrar unos papeles que pueden causar estragos de caer en posesión de quien no deben, y Mr. Brown es una suerte de Moriarty), pero como es de esperar Christie le da su toque propio desde el principio y nos regala una historia entretenidísima en la que los dos intrépidos protagonistas no paran de meterse en situaciones cada vez más peligrosas.

Tanto Tommy como Tuppence me encantaron, especialmente ella. Tienen los dos mucha personalidad y se complementan a la perfección, ya que ella es impulsiva y enseguida se le ocurren un montón de ideas a poner en práctica, mientras que él es más analítico y se toma su tiempo en sopesar todas las posibilidades. Su relación es divertidísima, tienen mucha química cuando están juntos, y cuando están separados es una gozada verles sortear los diversos obstáculos que se van encontrando gracias a su ingenio.

El misterio, como siempre, tiene su buena dosis de giros inesperados para mantener al lector en vilo hasta la resolución del mismo. Reconozco que esta vez pensaba que había adivinado por dónde iban los tiros pero no, Christie es una maestra del género como pocas y me lo paso pipa con ella.

Publicada en 1922, me hizo gracia que Tommy utilice la expresión "Elementary, my dear Watson", que jamás utilizó Doyle en sus historias. ¡Ya ves que viene de largo el uso incorrecto de esa frase!

En el próximo, volvemos con Poirot.

Nota: 4/5

martes, septiembre 01, 2020

Jemima J.

Cada verano me gusta leer al menos una novela chick-lit, y Jane Green es una de mis to-go autoras porque aunque sus historias no son memorables si que me lo suelo pasar bien con ellas. Jemima J. es uno de sus primeros trabajos, un libro que me compré hace mil años cuando tenía la intención de empezar una colección de chick-lits en inglés, y este verano por fin me he animado a sacarlo de la estantería y leerlo.

La protagonista de esta historia es Jemima Jones, una chica de 27 años que trabaja en un periódico local y que no está nada a gusto con su vida: su trabajo no la llena porque no le dejan escribir artículos que es a lo que ella aspira, está perdidamente enamorada de su compañero Ben pese a que este no la mire dos veces, y sus compañeras de piso la tratan básicamente como si fuera basura. Y el origen de todos sus problemas e inseguridades: Jemima está tan gorda que nadie la toma en serio. Hasta que después de hacer un curso para aprender a utilizar Internet se mete en un chat y conoce a un guapo californiano que le hace tomar la decisión de cambiar su vida.

La novela sigue más o menos las convenciones del género, aunque he de decir que hacia el principio creía que la autora tomaría una dirección totalmente distinta cuando la primera vez que se mete en el chat Jemima charla con un tipo que vive en su misma localidad. Pensé que Jemima acabaría encontrando el amor con alguien que la aceptara tal y como es, porque es una chica simpática, inteligente y aunque ella no se lo crea guapa, y que ese alguien no tendría por qué ser  necesariamente Ben, pero no, entonces empieza todo el romance con Brad el de Santa Monica y ugh.

Lo que menos me gustó de la novela es cómo Green aborda el tema de la pérdida de peso: Jemima básicamente deja de comer y se mata en el gimnasio y casi de la noche a la mañana se convierte en un pibonazo de infarto, y de repente absolutamente todos los hombres se la quedan mirando cuando se cruzan con ella. La Jemima gorda y la Jemima delgada parecen dos personajes totalmente distintos, y la forma de comportarse de ella es terrible, terrible. Una de las cosas que menos me gustan de los chick-lit es que a menudo las mujeres están desesperadas por captar la atención de los hombres, y toda la relación con Brad es un horror, especialmente la razón por la que rompen.

El romance con Ben tampoco es como para tirar cohetes, el amor de él hacia ella sale de la nada prácticamente, y únicamente porque ella ya está delgada.

La autora intenta placar un poco el mensaje de "deja de comer para estar delgada y estupenda" mostrando que Jemima no es mucho más feliz cuando está delgada que cuando no lo estaba, pero esa buena intención se diluye un poco cuando página tras página Jemima no deja de reiterar lo mucho que la desean toooooooooodos los hombres y todas las cosas buenas que le pasan cuando pierde peso.

Y tampoco es una novela demasiado divertida, que es el elemento clave del género. Jemima se supone que es graciosísima pero no lo terminé de ver, la única que vale un poco la pena en ese sentido es Lauren.

En resumen, una historia de patito feo que podría haber estado mucho mejor llevada.

Nota: 2/5

sábado, agosto 15, 2020

Un mar sin estrellas

La esperada segunda novela de Erin Morgenstern, la autora que hace unos años encandiló con su debut El circo de la noche, llegó a librerías por fin el noviembre pasado. ¿Está a la altura de lo que esperaban los lectores de su primer trabajo? ¿Supera a este? Hay opiniones para todo. Como en El circo de la noche, para disfrutar de Un mar sin estrellas hay que dejarse llevar y meterse de lleno en el mundo que propone Morgenstern, un mundo que existe bajo nuestros pies y al que solo unos pocos privilegiados pueden acceder.

Lo primero: la prosa de Morgenstern es una maravilla. Su mayor fuerte es crear una atmósfera tan vívida que te transporta a sus mundos fantásticos a través de su delicada y detallista narración. Estamos ante uno de esos libros de "historias dentro de historias", que ya desde sus primeras páginas se convierten en una auténtica carta de amor al relato y a la transmisión de este, tanto de forma oral como escrita. En esta ocasión la autora también incluye a los videojuegos como forma de comunicación de historias, y se nota que sabe de lo que está escribiendo. 

Todo empieza cuando Ezra, un estudiante universitario, coge un misterioso libro de la biblioteca de la facultad y con sorpresa descubre que una de las historias que relata es un episodio de su propia niñez. Ese es el punto de partida para que Ezra termine en un mundo mágico al que estaba destinado a ir y que corre un grave peligro de desaparecer.

Es una novela que mezcla el cuento de hadas con la aventura, una pizca de misterio y destinos entretejidos que atrapa al lector gracias a lo bellísimamente que está escrita. Todas las historias tienen su razón de ser y todas convergen entre sí, encaminándose hacia un final que hace justicia a la magia con la que Morgenstern dota a sus palabras. Leyendo críticas me encontré varias que afirmaban que el mayor problema que tiene Un mar sin estrellas es que no parece tener una trama compacta y que pierde un poco el rumbo, haciéndose algo confusa de seguir, aunque yo pienso lo contrario, que su historia está mucho mejor definida que en El circo de la noche y aprovecha mucho mejor el potencial planteado al principio del relato.

Mi lamento es en la historia de amor de Ezra y Dorian. No me importó que se enamoraran tan deprisa porque creo que conectan muy bien pero apenas pasan tiempo juntos porque por una razón u otra siempre terminan separados y me hubiera gustado ver un poco más de su romance, porque lo que nos da Morgenstern la verdad es que me gustó un montón pero me dejó con ganas de más.

Un mar sin estrellas es una novela de esas que gana leyéndola a pequeñas dosis, dándonos tiempo para saborear bien las palabras a las que tanto mimo le ha puesto Morgenstern, y que gustará sobre todo a los que disfruten con prosas elaboradas e historias que se toman su tiempo en llegar a su puerto. Nada más que por disfrutar de estilo tan único y trabajado de la autora, y de lo imaginativas y especiales que son sus historias, vale la pena seguir a Ezra hacia esa biblioteca tan particular.

Nota: 4/5

Sadie

El misterio/thriller es uno de mis géneros favoritos, y leyendo este libro me di cuenta de que no he leído muchos libros de la temática que además sean YA, sin contar los libros de Enid Blyton cuando era una cría. Dicho esto, no estoy segura de que Sadie se pueda catalogar realmente como una novela de misterio; lo hay, la historia gira entorno a la desaparición de una adolescente y los pasos que se siguen para encontrarla, pero yo diría que es más bien un drama acerca de los terribles estragos que causan el abandono y el abuso a menores. La sinopsis es un poco engañosa, la verdad.

La historia tiene como punto de partida el asesinato sin resolver de una niña de trece años. Su hermana mayor, Sadie, de diecinueve, desaparece unos meses después. El formato escogido por la autora para contar la historia es interesante: por un lado tenemos la transcripción de un pódcast que trata de unir todas las piezas de este misterioso puzzle, y por el otro la propia Sadie nos relata los pasos del camino que le llevarán a vengarse del que ella cree es el asesino de su hermana, y que están narrados, cómo no, en primera persona del presente

La novela trata temas muy duros, no es precisamente una lectura fácil y me sorprendió que llegara a esos extremos para ser una novela juvenil. Aunque no es explícita ni mucho menos, la historia se va volviendo cada vez más oscura a medida que Sadie nos va revelando el auténtico alcance de su dificilísima infancia, y todo lo que va descubriendo Sadie por el camino es estremecedor. El hecho de que Sadie sea tartamuda y cómo eso la afecta también le da un toque bastante único.

Ahora, creo que lo que cuenta es más interesante que cómo lo cuenta. La prosa es muy sencilla y al menos para mí no acaba de transmitir bien todo el horror por el que pasa Sadie. Puede que sea intencional, ya que Sadie ha llegado un momento que únicamente está centrada en un objetivo y todo lo demás lo ha tenido que compartimentar para poder sobrevivir. Pero la descripción de sus acciones es muy mecánica y eso se hace un poco tedioso. Luego está el tema de compaginar los capítulos de ella con los de pódcast: en su mayor parte sirve para completar información gracias a los diferentes puntos de vista, pero en otras el pódcast básicamente repite datos que ya conocemos por lo que se hace un poco repetitivo. 

La autora juega bien con la ambigüedad (el final, por ejemplo) pero también tiene la mala costumbre de explicar de más. Hay una vez en la que Sadie como siempre tartamudea al hablar y otro personaje le dice algo así como "¿Sabes? En mi época eso lo curaban a palos". Los pensamientos de Sadie a continuación: "se refiere a mi tartamudez". Si, ya, por el contexto se entiende perfectamente. De estos me encontré varios.

El desarrollo es bueno y la resolución es un poco frustrante, pero casa bien con la historia que nos cuenta Summers. La novela tiene reseñas buenísimas en GR, casi todas de cuatro y cinco estrellas, así que seguramente sea yo y no el libro en sí, pero al menos para mí la forma en la que está escrito hace que la historia no tenga tanto impacto como podría haber tenido y también me resultó algo decepcionante que no fuera realmente un thriller. 

Noa: 3/5

History is all you left me

Este libro me lo leí por primera vez hará un par de años, fue el primer trabajo de Adam Silvera al que le hinqué el diente y me ha gustado mucho también en la relectura.

Es una novela acerca del duelo ya que trata sobre cómo un chico adolescente que padece un trastorno obsesivo compulsivo, Griffin, lidia con la muerte de su mejor amigo y ex-novio Theo. Para su sorpresa, acaba encontrando consuelo en el que hasta entonces era su mayor enemigo: Jackson, el que era el actual novio de Theo cuando este murió.


Los capítulos se alternan entre el presente, en el que Griffin "habla" con Theo mientras reúne el valor de contarle algo que jamás pudo decirle cuando estaba vivo, y el pasado, desde que ambos comenzaron a salir juntos. Por una serie de circunstancias rompieron cuando Theo se marchó a la universidad, pero Griffin estaba convencido de que tarde o temprano volverían a estar juntos, y para siempre. Por eso la presencia de Jackson y otros sucesos inesperados que culminaron con la muerte de Theo hacen que el proceso de duelo de Griffin sea particularmente difícil, porque no solo siente el dolor desgarrador por algo tan injusto, sino que además tiene que vivir con el sentimiento de culpabilidad por haber traicionado de alguna manera a Theo con las acciones que nos va desvelando el propio Griffin.

La primera vez que me leí este libro tuve la sensación de que la historia plasmada en el papel era muy personal para el propio Silvera. El autor no ha escondido nunca su lucha con la depresión, que está muy bien reflejada tanto con Griffin como en Jackson, que están pasando por lo mismo pero a la vez cada uno a su manera. Pero también creo que todo por lo que pasa Griffin, su terrible sentimiento de culpabilidad, es algo que ha experimentado Silvera en alguna ocasión con algún amor pasado. La parte de las compulsiones también está bien llevada.

History is all you left me es una novela triste sin duda, da mucha pena leer los capítulos del pasado sabiendo lo que va a pasar, cuando ni Theo ni ninguno de los demás tiene ni idea de que el futuro por el que tanto se había esforzado no iba a ser posible por culpa de un accidente que se podría haber evitado perfectamente. También es una historia de esperanza, por supuesto; superar la muerte de Theo es algo que probablemente no pase jamás, pero todos sus allegados aprenderán a vivir con el dolor. Personalmente los últimos capítulos, cuando Theo por fin cuenta ese secreto que se había estado guardando, son mis favoritos, porque es precioso ver cómo poco a poco va asimilando que seguir viviendo y disfrutando de las cosas no significa una traición a Theo, sino que es algo que se debe a sí mismo, y más cuando hay tantas posibilidades a su alcance.

También es muy bonito como casi toda la gente cercana a los chicos los apoya al 100%, todos los personajes son muy buena gente y está genial que no haya ningún drama por el hecho de que sean parejas del mismo sexo. 

Lo que menos me gustó es que en un momento dado el autor tira por un derrotero que justo esperaba que no tomara. Entiendo por qué debía incluirlo pero es algo que me tira mucho para atrás en las historias románticas.

Creo que esa novela es una muy buena opción para empezar a leer a Silvera. Es YA con todo lo que eso conlleva (muchas referencias a Harry Potter y a canciones populares, para variar), pero el dolor por la pérdida es algo universal por lo que no hace falta ser adolescente para ponerse en el lugar de Griffin. 

Nota: 4/5

jueves, julio 23, 2020

Todos quieren a Daisy Jones

Taylor Jenkins Reid ya lleva unos cuantos años publicando libros, pero no fue hasta 2017, cuando publicó The Seven Husbands of Evelyn Hugo, que dio el pelotazo definitivo. Todos quieren a Daisy Jones, o Daisy Jones & The Six en su título original, es su obra más reciente, con la que ha cosechado de nuevo un gran éxito; en breve se estrenará una miniserie con Riley Keough en el papel de Daisy y Sam Claflin en el rol de Billy.

Todos quieren a Daisy Jones está narrado en forma de entrevistas y sigue el ascenso a la gloria de un grupo de rock, The Six, y de una cantautora, Daisy Jones, que a finales de los setenta colaboraron en un disco y llegaron a lo más alto en las listas de ventas, ganándose los corazones de miles de aficionados. Como suele pasar, el camino al éxito no estuvo exento de baches: el desenfreno, las drogas, los sentimientos a flor de piel y los roces y desencuentros entre los diferentes personajes estuvieron presentes en una carrera meteórica que marcó el panorama musical de la década dorada del rock.

La historia está inspirada en los Fleetwood Mack, siendo Daisy equivalente a Stevie Nicks. El trabajo de documentación está bastante logrado; la autora te transporta a la época con mucha facilidad y como es de esperar hay muchas referencias a la música de entonces. Además Jenkins Reids incluye al final del libro las letras de la mayoría de las canciones del grupo, que es todo un currazo, la verdad.

El formato tipo entrevista está entretenido porque le da un toque más de realismo a la forma de explicar cómo lograron el éxito estos siete músicos, pero como los implicados rememoran décadas después, el distanciamiento que sienten ellos también lo experimenta el lector, por lo que incluso los momentos más emocionantes terminan siendo un poco fríos. La verdad es que no conecté mucho con esa supuesta pasión entre Daisy y Billy, ni con Daisy en general, lo cual es una pena.

Para mí la mayor fortaleza de esta novela es también su mayor debilidad: Taylor Jenkins Reid crea a unos personajes que parecen muy reales, te cuenta la historia de una forma que parece que Los Six y Daisy Jones existieron de verdad, pero claro, son ficticios, con lo cual pierde gracia.

Eso sí, la autora escribe superbien, por ejemplo me encantó esta cita:
La pasión es... fuego. Y el fuego es fantástico, tío. Pero estamos hechos de agua. El agua es lo que nos permite vivir. Necesitamos agua para sobrevivir y mi familia era el agua. Elegí el agua. Siempre elegiría el agua.
Daisy Jones & The Six es una novela muy interesante por cómo está contada, pero precisamente su formato hace que sea un poco complicado implicarse al cien por cien con los personajes y los conflictos que plantea tampoco son nada del otro mundo ni profundiza en apenas nada, así que como lectura es entretenida pero mucho menos apasionante de lo que podría haber sido.

Funcionará muy bien en formato serie, cuando las canciones cobren vida, seguro.

domingo, julio 05, 2020

The hunting party

The hunting party es el primer thriller de la escritora Lucy Foley, novela que se ha descrito como un cruce entre Diez Negritos de Agatha Christie y El secreto de Donna Tartt y en la que la autora nos ofrece un misterio con aire clásico en el que un crimen da lugar cuando un grupo de personajes queda aislado en un lugar remoto.

Un grupo de amigos de la universidad se reúne para celebrar Año Nuevo en un pabellón de caza en medio de las montañas de Escocia; la misma Nochevieja, uno de ellos desaparece y dos días después su cadáver es encontrado con signos de que su muerte ha sido más que un accidente. En un lugar tan remoto que ha quedado aislado por la  nieve, eso quiere decir que uno de ellos, o bien del grupo de amigos o bien de los pocos empleados, ha sido el culpable.

Foley presenta a un grupo de amigos que representan los arquetipos habituales: la chica popular, el chico guapo y narcisista, la pareja perfecta que acaba de tener un bebé, la eterna soltera, la recién llegada, el chico gay... Es intencional y tiene sentido porque uno de los temas de la novela es que después de tantos años se han distanciado unos de otros y se reúnen más por costumbre que por otra cosa, y cómo son diferentes personas fuera y dentro del grupo, donde terminan asumiendo sus roles de siempre sin quererlo. Por otra parte, el hecho de que caigan en ese arquetipo hace que ninguno de ellos sea especialmente interesante ni único, y en ningún momento se refleja que realmente sean personas que compartan un vínculo, parecen una panda de extraños, no tienen intimidad ninguno con nadie, ni siquiera entre las parejas. Además, como no hay punto de vista de todos, varios de ellos están desaprovechadísimos, como Nick y Bo o Giles y Samira.

La forma en la que está planteado el misterio es interesante: la narración se combina entre el antes y el después, pero no se sabe quién ha desaparecido/muerto hasta el final (aunque no es muy complicado de adivinar). Como todos los personajes tienen sus propios secretos todos resultan sospechosos. Algunos secretos están bien y dan bastante vidilla, otros (como el de Katie, que se ve a kilómetros) son meh.

Es una novela un poco lenta porque Foley insiste mucho en las mismas cosas y a ratos parece que no avance la trama, por ejemplo los capítulos de Miranda son casi todos iguales, y muchas descripciones de los paisajes se hacen algo repetitivas, como suele suceder cuando la acción trascurre en sitios tan contenidos.

La resolución está bien y tiene alguna sorpresa interesante, pero nada espectacular.

A Foley también se la ha comparado mucho con Ruth Ware, otra autora de thrillers modernos especializada en sus misterios a lo Agatha Christie con un grupo reducido de personajes de los que sospechas y un entorno cerrado donde sucede el crimen. La comparación es acertada porque como Ware la premisa es mucho más interesante que la ejecución, que no ofrece nada especialmente nuevo. Entretenido, pero esperaba más.

Nota: 3/5

domingo, junio 28, 2020

A head full of ghosts

Cuando busco listas con recomendaciones de libros de terror más a menudo que no Paul Tremblay, y específicamente A head full of ghosts, figura en ellas, así que naturalmente tenía mucho interés en leerla.

Sí, A head full of ghosts es El exorcista, y su autor no finge en ningún momento que no lo sea, al contrario. Pero el toque que le da con lo del reality show es bastante original. La historia está contada por Merry, una joven que recuerda los sucesos cuando tenía ocho años y su hermana mayor de catorce tuvo un brote psicótico. Su padre, extremadamente religioso, creyó que debía consultar con su iglesia y entre unas cosas y otras la familia, que atravesaba serias dificultades económicas, terminó formando parte de una serie reality en la que afirmaban que la chica en realidad estaba poseída por un demonio.

En todo momento el enfoque se muestra bastante ambiguo. Es decir, parece evidente que es una enfermedad mental y de hecho uno de los temas que explora Tremblay es lo extremadamente peligroso que es no tomarse en serio la enfermedad e insistir en el tema de la posesión, pero en todo momento hay esa sensación de "vale, pero y sí...?", y más contando con que la narración viene de una chica tremendamente traumatizada por haber vivido una situación tan espantosa a los ocho años y sus recuerdos no son especialmente fiables. Tremblay lo deja un poco a elección del lector, y más con ese final, pero creo que en esta ocasión la ambigüedad funciona estupendamente.

Los "sustos" son un poco genéricos pero están bien. Hay una sección en la novela en la que un blog analiza el reality quince años después y expone cómo muchas de las escenas que supuestamente demuestran la posesión están basadas en películas de terror famosas. El autor es un auténtico forofo del género, tanto cine como literatura, y su libro está PLAGADO de referencias, algunas explícitas, otras más disimuladas. Hay un momento en el que parece que lo haga para fardar de lo mucho que domina (no es tan cansino como en Ready Player One, pero un poco en esa línea), pero bueno, el hombre le pone pasión y menciona una de mis películas favoritas, así que se lo perdono.

Otro de los temas entorno a los que gira es cómo a menudo este tipo de realities se aprovechan de gente desfavorecida que no está en situación de negarse y acaban perjudicando más que ayudando, como queda patente en todo el circo del exorcismo.

La narración me gustó mucho. Las partes del blog están geniales y cuando Merry es pequeña capta bien cómo actúa una niña de esa edad. La relación entre Merry y Marjorie es uno de los puntos más fuertes de la novela, y el desenlace de la historia la verdad es que deja con el corazón en un puño. 

A head full of ghosts es una buena novela de terror, interesante para los fans de las historias sobre posesiones, que le da un giro a El exorcista y que además es un homenaje en toda regla al género.

Nota: 4/5

viernes, junio 12, 2020

Howl's Moving Castle

Diana Wynne Jones tiene (mejor dicho, desgraciadamente, tenía) una imaginación prodigiosa, y en su novela más conocida lo demuestra desde la primera hasta la última página. Howl's Moving Castle es, literalmente, magia pura.

No he visto la película de Ghibli, así que me sumergí en su lectura sin ningún tipo de expectativa y ya desde el principio me enamoré de la pluma de la autora. ¿Sabéis esos escritores o escritoras que escriben de una forma que parece superfácil pero que en realidad sus historias tienen muchísimo intríngulis? DWJ es de esas, ofreciéndonos una historia que parece muy sencilla pero que está llena de detalles. Yo confieso que cuando lo terminé lo primero que hice fue empezarlo de nuevo para seguir todas las miguitas que iba dejando la autora, y lo disfruté todavía más esa segunda vez al captar las pistas de Calcifer o ver cómo los comentarios y acciones de Howl que parecían ir en una dirección en realidad iban por otro lado totalmente diferente.

Las aventuras de Sophie, una adolescente que es convertida en anciana por una malvada bruja, en el castillo volador del cruel (o más bien entrañable) mago Howl, son divertidísimas. Todos los personajes, imperfectos a su manera, son la monda, y las relaciones entre ellos son geniales. Sophie, Howl, Michael, Calcifer, Lettie, Martha, Percival... Todos son encantadores, y forman una extraña familia que a pesar de todo funciona. Sophie en particular me pareció una protagonista muy original, una chica responsable y algo tímida que en cuanto se convierte en anciana se olvida de todo su recato y no tiene ningún problema en decir lo que piensa a la cara de los demás y que los trae a todos locos. ¡Y siempre la está liando! Las reacciones de Howl cada vez que Sophie la vuelve a armar son oro.

El mundo que crea DWJ y las reglas del mismo, son una maravilla. Como digo, es la definición misma de magia, y todo está encauzado a la perfección hasta ese final tan redondo. Me encantó cómo escribe la autora el romance, sutil pero a la vez con todo el sentido del mundo. 

Diana Wynne Jones escribe ese tipo de historias que disfrutan tanto niños como adultos, y crea mundos y personajes tan vivos en los que es facilísimo perderse. Howl's Moving Castle combina la magia y las aventuras con un gran sentido del humor y esa pizquita de romance y el resultado es una historia divertidísima, original, adorable e inolvidable. Qué no daría yo para ser capaz de escribir así.

Nota: 5/5

jueves, junio 11, 2020

Rojo, blanco y sangre azul

El debut de Casey McQuinston con Rojo, blanco y sangre azul fue uno de los libros de los que más se habló en 2019, especialmente entre los fans de la literatura romántica. Ganó a mejor novela romántica en los premios Goodreads con más de 76.000 votos y en la categoría de debut con más de 60.000. ¿Qué tiene esta historia para haber enamorado a tantos de sus lectores?

Desde luego tiene muy claro el público a la que va dirigida, y es que McQuinston nos ofrece una realidad muy diferente a la nuestra en la que en 2016 las elecciones las ganó una mujer de Texas, demócrata, divorciada de un hombre mexicano y con dos hijos mestizos. Una presidenta que se preocupa por el pueblo, cuyo hijo Alex sueña con ser un día él mismo Senador y luchar contra la discriminación, y que se presenta a una reelección complicada con optimismo. Una realidad en la que un príncipe de Inglaterra, Henry, se enamora de Alex, y en la que Alex se enamora de Henry, y en la que tienen que esconder su amor para no perjudicar a la familia de ambos, hasta que irremediablemente todo sale a la luz. Y bueno, un puede esperarse cómo va a ir la cosa.

Estamos ante un enemies to friends to lovers de manual, de hecho hay muchas situaciones que se encuentran muy a menudo en el fanfiction (una vez leí a alguien afirmar que esta novela era un fanfic  AU Arthur/Merlin y un poco sí), aunque rivales lo son bastante poquito y amigos también, la novela va bastante directa al romance. McQuinston mezcla la historia de amor (muy, muy, muy pastel) con el clima político, mucho más idealizado de lo que sería la vida real. Ya no solo porque la política de Estados Unidos es básicamente todo lo contrario sino porque no hay más que ver cómo tratan los británicos a Megan para saber que jamás aprobarían un romance con un hombre.

Es una novela muy cuca, en la que seguimos a estos dos veinteañeros que no pueden vivir su romance de una forma normal por culpa de sus situaciones, pero que se las apañan para encontrar la manera de estar juntos. Hay bastante más smut de lo que me imaginaba, pero no me convence demasiado la forma en la que está escrito, porque por un lado la descripción del sexo en sí es super, supervaga, pero luego McQuinston te mete frases de diálogo en plan "acabas de tener mi p***a en la boca", y no sé, creo que hay un término medio.

Los personajes son bastante adorables. Al que más conocemos es a Alex, ya que la historia está narrada desde su punto de vista, y es bonito verlo crecer y convertirse en una persona diferente a la que tenía él en mente, un chico decidido a hacer el bien y muy, muy enamorado. Henry también es un amor, aunque le conozcamos un poco menos, y el resto de secundarios caen un poco en eso de ser un pelín "quirky", pero están bien.

McQuinston tiene un estilo muy bonito, muy ñoño, que brilla sobre todo en los monólogos interiores de Alex. Es en general una lectura muy amena, que gustará a los que busquen una historia de amor bonita entre dos jóvenes líderes mundiales y quieran evadirse un poco del mundo real para creer durante unas horas que las podrían ser diferentes.

Nota: 3/5


jueves, junio 04, 2020

Leyendo Sherlock Holmes: Relatos III

Los dos primeros relatos están ubicados antes de El signo de los cuatro, pero los junto con los siguientes para no hacer una entrada solo con estos dos.

EL ROSTRO AMARILLO

Holmes y Watson prestan ayuda a un preocupado esposo que está convencido de que su mujer, con la que hasta hacía poco se llevaba maravillosamente, le esconde un secreto terrible y que tiene que ver con la casa vecina a la suya, hasta entonces desocupada. Al ir a investigar, un rostro amarillo de aspecto extraño al que atisba en la ventana del piso superior le llena de desasosiego.

Esta historia es peculiar porque no solo Holmes no hace absolutamente nada, sino que sus conjeturas, por una vez, están erradas. Ya le hacía falta una buena cura de humildad, y él mismo la aprecia como tal. La resolución es preciosa.

EL INTÉRPRETE GRIEGO

Watson se sorprende porque Holmes, que no es dado a hablar de su familia, de repente le suelta que tiene un hermano mayor al que considera con más dotes de observación y deducción que él mismo, pero que es tan vago que no se toma las molestias de seguir todos los rastros que necesita una investigación. La pareja se va a ver a Mycroft al Club Diógenes, donde pasa las tardes, y allí este les involucra en el caso de su vecino, un intérprete griego que fue secuestrado y que fue testigo de algo en apariencia muy turbio.

Lo mejor del relato es obviamente la introducción de Mycroft, cuando los dos hermanos se ponen a hacer deducciones sobre una persona que pasa por la calle para competir entre ellos e impresionar de paso a un anonadado Watson es buenísimo. Aquí de nuevo Holmes no tiene mucho que hacer, pero ya es más de lo que haría Mycroft.

Y hablando de Mycroft, es curioso que en casi todas las últimas adaptaciones no lo muestren con sobrepeso cuando es una de sus características más definidas, Stephen Fry es el que más se acerca a la descripción que da Doyle.

EL MISTERIO DE COPPER BEECHES

Una institutriz acude a Holmes y a Watson para que le aconsejen sobre si aceptar un trabajo que parece demasiado bonito para ser verdad; le pagan un montón de dinero a cambio de que de vez en cuando lleve un vestido determinado, se siente donde ellos digan y se corte el pelo. La chica finalmente acepta porque la oferta es demasiado jugosa, pero en cuanto se da cuenta de que hay gato encerrado, vuelve a ponerse en contacto con los detectives.

Doyle le estaba cogiendo gustillo a eso de trasladar la acción al campo (¡y aquí también hay un sabueso!). Esta de esas historias en las que Holmes tampoco tiene mucho que hacer, pero se da un aire a Barbazul y eso siempre gana puntos para mí. Buena explicación del misterio y buen final.


EL MISTERIO DE BOSCOMBE VALLEY

Lestrade llama a Holmes para que le ayude en un caso de asesinato en el que un granjero australiano ha sido hallado muerto con el cráneo aplastado. Todas las pistas apuntan a que su propio hijo fue el perpetrador del crimen, pero una amiga de este insiste en que Holmes investigue y saque sus propias conclusiones.

Entiendo que hayan cosas que se repitan de una historia a otra porque se iban publicando por separado y no todos los lectores leerían todas y cada una de ellas y por orden, pero me hace gracia siempre que Sherlock presume de su monografía acerca de las diferentes cenizas de tabaco, como si Watson no lo supiera. No está mal pero no ofrece nada nuevo, muy parecida por ejemplo a La corbeta Gloria Scott. Doyle tiene un poco de obsesión con hombres que se reencuentran con pasados que creían que habían dejado atrás en otro continente.

Meitantei Holmes (1984-1985)


EL OFICINISTA DEL CORREDOR DE BOLSA

Aquí de nuevo tenemos a un cliente al que le han ofrecido un chollo de trabajo que tiene que tener algún truco, y Holmes ya se huele por dónde van los tiros en cuanto se le explican los hechos.

Como ya he dicho alguna que otra vez, una de las cosas que más me gustan de estos relatos es lo creativos que son los criminales, y aquí se da otro de esos casos. Parecido al de La liga de los pelirrojos con eso del trabajo que mantiene al cliente ocupado mientras por detrás se fraguan otros planes.

EL TRATADO NAVAL

Esta es de las historias más largas, y recuerda un poco a La segunda mancha en tanto que una vez más desaparece un importante documento cuyo robo podría tener repercusiones internacionales pero el ladrón tiene dificultades para venderlo. El cliente en esta ocasión es un antiguo compañero de colegio de Watson, que trabaja en la oficina de asuntos exteriores y al que le roban un tratado naval cuando estaba haciendo una copia. Tras enfermar gravemente a causa de la ansiedad, cuando por fin empieza a recobrar la salud le ruega a Watson que convenza a Holmes para hacerse cargo de su caso.

Lo más interesante de esta historia es cómo el ladrón parece haberse esfumado tras cometer el robo, y algunos aspectos extraños en el asunto, como el hecho de que tocara una campanilla que avisaba de su presencia segundos antes de cometer el delito. Hacia el final ya se hace claro qué ha pasado y la forma que tiene Sherlock de anunciar que ha resuelto el caso es una  monada. La verdad es que le cogí cariño a Phelps.

LA CAJA DE CARTÓN

Este relato fue muy polémico en su momento y de hecho llegó a estar censurado en múltiples ediciones de las recopilaciones por la resolución que le da Doyle. Y puedo entenderlo, porque esta historia es bastante oscura y, lo es peor, realista, viendo que casos así se suceden muy a menudo...

El misterio comienza cuando una mujer recibe un paquete que contiene dos orejas humanas de dos personas diferentes. Ella no tiene ni idea de cuál puede ser el motivo de la persona que le ha enviado tan siniestro regalo, pero Sherlock sospecha a quién puede haber sido dirigido realmente y cuáles son los motivos reales del presunto asesino. Holmes va bastante sobrado, aquí, incluso más que de costumbre.

Lo que más gracia me hace de este relato es que en Estudio en Escarlata Holmes se mofaba de Dupin diciendo que su truco de adivinar los pensamientos de otros era superficial y petulante para aquí hacer él exactamente lo mismo... ¡solo para impresionar a Watson! Ay, Sherlock...

miércoles, junio 03, 2020

The Mysterious Affair at Styles

La primera novela de Agatha Christie, en la que ya hace aparición el emblemático Hercule Poirot, es también la primera novela suya que leí, hace casi quince años... Lo cierto es que no me acordaba de absolutamente de nada, ni siquiera de la identidad de la persona responsable de la muerte de la pobre señora Inglethorp, así que sumado al hecho de que esta vez me lo he leído en su idioma original, lo he podido disfrutar al máximo otra vez. (Aquí está la reseña que hice en su momento, por si interesa).

El caso que investiga Poirot es el de una mujer de setenta años que ha muerto envenenada. Toda su familia sospecha de su reciente marido, un hombre veinte años más joven que parece claro que estaba con ella con su dinero, y el hecho de que se encuentren los restos calcinados de un testamento en la chimenea de la víctima parece indicar que precisamente el dinero es el motivo. Claro está, el marido no es el único que anda tras la fortuna de la fallecida...

The Mysterious Affair at Styles es recordada frecuentemente precisamente por ser la primera novela publicada de la reina del suspense, y en la que como hemos dicho se daría a conocer un personaje que hoy día sigue siendo más que recordado (eso sí, Kenneth Brannagh no se parece en NADA a la descripción que nos da Christie; David Suchet, en cambio, es perfecto), pero no es de sus obras más emblemáticas pese a que estamos ante un misterio que hasta el último capítulo mantiene en vilo al lector.

Christie menciona a Sherlock Holmes cuando Hastings, el protagonista, dice que le encantaría ser un detective como él, y podemos ver la influencia en el hecho de que la historia esté narrada en primera persona por el "ayudante" del excéntrico detective y cómo esté se guarda información clave hasta tener una idea clara del conjunto. Pero las similitudes se quedan ahí, ya que el estilo de Christie, incluso en una obra tan temprana, ya indica que va a ser único y que la escritora va a ser tan influyente en la literatura posterior como lo fue Doyle en su momento.

Salvando las distancias este libro es como un episodio de Ley y Orden, en el que el trabajo de investigación se combina con las vistas judiciales en la que los abogados tratan de convencer al jurado con los hallazgos encontrados en dicha investigación. No me acordaba de este detalle y los capítulos dedicados a los juicios me encantaron.

Es fácil ir haciendo conjeturas y descartando y añadiendo sospechosos no solo porque casi todos los personajes ocultan cosas, sino porque Hastings es un poco idiota y se entera de la misa la mitad. Me hizo mucha gracia cómo continuamente se iba diciendo a sí mismo que Poirot ya no es lo que era y convenciéndose de que estaba equivocado. Que Poirot es un poco insoportable, eso está claro, ¡pero Hastings para querer ser detective no es especialmente observador! 

En definitiva, que soy muy fan de Agatha Christie y me lo paso de miedo con la forma tan maravillosa que tiene de jugar al despiste con el lector.

Nota: 4/5

miércoles, mayo 27, 2020

Leyendo Sherlock Holmes: El Sabueso de los Baskerville

De las cuatro novelas de Sherlock Holmes (o tres, porque Estudio en Escarlata ya la había leído hace años) la que más ganas tenía de leer, con diferencia, era esta. En parte me alegro de que en mi edición estuviera después que las otras porque así me he dejado la mejor para el final, porque la espera ha valido totalmente la pena: me ha fascinado.

En El Sabueso de los Baskerville Holmes y Watson se enfrentan a una terrorífica leyenda familiar: se dice que un fantasmal y gigantesco sabueso se aparece por las noches en el espectral páramo donde se encuentra la casa de la familia Baskerville y acaba con la vida de sus miembros, todo como castigo por un crimen atroz que cometió uno de los Baskerville generaciones atrás. ¿Es solo una leyenda o tiene algo de verdad? Porque el último Baskerville en habitar la casa ha muerto de puro terror tras asegurar haber oído al sabueso noches atrás y su heredero, el joven Henry Baskerville, podría estar en un grave peligro si decide ocupar él mismo el lugar acosado por la tragedia.

¿Qué decir de este relato? Doyle combina el misterio con el terror de una forma magistral, jugando con el miedo a lo desconocido y ese punto sobrenatural que acecha a los Baskerville sin motivo aparente.

Sherlock Holmes (2009)

La historia funciona de maravilla porque Doyle se sale de lo familiar y utiliza otros elementos que dotan a la historia de un cariz muy diferente al de las otras novelas. Para empezar, salimos de Londres para irnos al campo, y el autor crea una atmósfera muy lograda con las descripciones del lúgubre entorno que rodea la mansión de los Baskerville, en el que los gemidos del sabueso rompen el silencio nocturno y aterrorizan los pobres corazones de los implicados. Juro que cada vez que Watson dejaba solo a Henry el corazón se me ponía en un puño, especialmente en ese capítulo.

Pero lo que más me gustó de todo es que, por una vez, Watson no se limita a ser un espectador sino que tiene un rol activo. La mayor parte del relato Holmes y Watson están separados, Holmes en Londres y Watson en Devonshire, asegurándose que Henry Baskerville está a salvo y haciendo pesquisas por su cuenta. Aunque para variar Holmes ya tiene hechas sus conjeturas, Watson es de gran ayuda en la investigación y resuelve él mismo unas cuantas cosas, demostrando que él también es lo de más competente. Esa sensación de equipo es maravillosa.

Por supuesto que el lector ya sabe que todo va a tener una explicación racional (y es muy satisfactoria), pero Doyle mantiene el misterio y la ambigüedad hasta el final y hace que la lectura se disfrute inmensamente. ¡Qué pena me da habérmela terminado ya! Menos mal que todavía me quedan muchas historias cortas más por leer...

La semilla del diablo

Este clásico de Ira Levin estaba en mi lista de lectura desde hace tiempo y le tenía muchas ganas, porque además no he visto la película así que la historia me venía de nuevo. Eso sí, la traducción del título original (Rosemary's Baby) no deja mucho lugar a la imaginación, pero en fin...

Seguimos a un matrimonio que se muda a una casa en la que históricamente han pasado muchas tragedias. La joven Rosemary quiere empezar a formar una familia cuanto antes pero su marido, un actor cuya carrera todavía no ha despegado, no está muy por la labor. Cuando su marido finalmente accede, sucesos extraños empiezan a rodear a una Rosemary que no es muy consciente de lo que está pasando.

Lo que más me gusta de leer los clásicos de cualquier género, pero especialmente de terror, es ver lo mucho que han inspirado a las obras que han venido después, y con La semilla del diablo pasa eso mismo: la estructura de la historia, los momentos clave, la forma en la que se va desvelando todo, son elementos que tras la publicación de este libro en 1967 y su adaptación a película un año después se han hecho muy comunes tanto en la literatura como en el cine de terror.

Estamos ante una novela cortita en la que Levin conjura muy bien la confusión de Rosemary, en una época en la que sin Internet o teléfonos móviles una chica ingenua como ella lo tenía complicado para darse cuenta de que muchas cosas no terminan de encajar (aunque el marido déjalo correr). De todas formas aunque sea comprensible sí que es un poco frustrante lo mucho que tarda Rosemary en empezar a sospechar, pero es genial cuando al final suma dos y dos y empieza a relacionarlo todo, incluso cosas que parecían inocuas en un principio.

Algo que aprecié mucho en la lectura es que cuando empiezan los cambios de actitud de Guy, Rosemary intenta justificarlo sin mucha convicción, pero el texto te dice claramente que las acciones de su marido no tienen justificación posible y que lo que le hace la noche del bebé, por ejemplo, es una barbaridad. Salvo por la homofobia, es una novela bastante moderna.

Levin hace una cosa muy bien, y es adaptar el terror gótico más clásico a un entorno moderno. Me gustó mucho cómo Rosemary compara la religión de su familia (para ellos Dios es real, y es una creencia no solo aceptada sino corriente y bien vista) con la de los inquilinos que dieron mala fama a la casa donde viven, porque para ellos es tan real como para otros lo es creer en Dios. El final, aunque interesante, me convenció solo a medias porque creo que hubiera sido más terrorífico si se hubiera ajustado más a esa idea.

La novela se lee muy rápido, es inquietante y siniestra y te hace sufrir por la pobre Rosemary. Lectura más que recomendada para el que busque uno de esos relatos de terror que se cuecen a fuego lento.

Nota: 3'5/5

The Death of Mrs. Westaway

Esta es la tercera novela que leo de Ruth Ware (su cuarta publicada) y con todas me pasa lo mismo: me encanta el punto de partida de sus historias, disfruto un montón de ese aire de misterio clásico que tienen todas, con sitios aislados, un grupo de personajes sospechosos y muchos secretos escondidos, pero luego el desarrollo me deja un poco fría porque adivino por dónde van a ir los tiros muy rápido.

En The Death of Mrs. Westaway la protagonista es Hal, una chica de veintiún años que está pasando serios problemas económicos; apenas tiene para el alquiler y las facturas y encima debe dinero a un prestamista al que se la ha acabado la paciencia. Hasta que llega una carta en la que le comunican que su abuela ha fallecido y que ella es heredera en su testamento. ¿El problema? Que ha habido una equivocación porque su verdadera abuela falleció hace décadas. Pero Hal, desesperada, decide engañar a la familia y hacerse pasar por esa heredera para conseguir el dinero que necesita.

La novela tiene un tinte a romance gótico, con eso de la vieja mansión, la madre que desde la tumba atormenta a los hijos, los secretos del pasado que todavía colean en el presente, la familia disfuncional... Como digo, los escenarios de Ware siempre funcionan a la maravilla, aunque luego la historia se quede un poco corta.

Me gustó mucho el tratamiento del tarot y cómo se complementa con la historia en sí, las lecturas que hace Hal y cómo interpreta las cartas están muy bien escritas. Es donde creo que brilla más Ware, porque en el resto de la novela la pluma es un poco genérica, funcional para este tipo de thrillers, aunque sí que noto mejoría con respecto a sus primeras novelas.

La trama está en general bien resuelta, pero el misterio es bastante predecible y los red herrings que va metiendo la autora sirven solo para alargar el momento de la revelación. Básicamente es esperar a que Hal conecte las pistas de lo que el lector probablemente ya ha adivinado páginas atrás.

The Death of Mrs. Westaway no reinventa el género precisamente, pero funciona para lo que es: un misterio de familia que salpica a todos los implicados tras el fallecimiento de la matrona. Una tragedia que recordará a los romances góticos clásicos entretenida a la par que previsible.

Nota: 3/5

The Tale of Mrs Westaway

Se trata de una historia corta que sirve como precuela de la novela y que se puede conseguir de forma gratuita en la web de la autora. Narrada por un médico, nos cuenta su encuentro con Hester Westaway poco después del nacimiento de Harding, en una clínica en la que ella estaba tratando su depresión.

Se puede leer de forma independiente y no tiene relación con ninguno de los acontecimientos de la novela, pero está bien leerla después para comprender un poco más el contexto de la familia y de Hester en particular, que no siempre fue esa mujer egoísta que trataba con tan poco cariño a sus hijos y que tuvo una vida también complicada (aunque nada justifica cómo trató a su descendencia).

Un buen complemento a la novela.