sábado, septiembre 26, 2020

Leyendo Sherlock Holmes: Relatos IV

EL DEDO PULGAR DEL INGENIERO

Doyle estaba haciendo un servicio público con eso de avisar a los lectores de que trabajos que parecen demasiado buenos para ser verdad siempre tienen gato encerrado... Esta vez le toca el turno a un ingeniero hidráulico al que contratan para revisar una máquina y al que le esperan unas horas de traca. Lo que está a punto de pasarle es de película de terror.


EL HOMBRE ENCORVADO

Holmes va a ver a Watson para explicarle el caso en el que está trabajando y pedirle que le acompañe en su cierre como testigo, a lo que Watson accede encantado (en serio, se pasa el día descuidando la consulta para irse con Holmes de picos pardos, no necesita mucha insistencia el muchacho). El caso es el de la muerte de un coronel, fallecido tras una fuerte discusión con su esposa en una habitación a la que solo podía accederse por la ventana exterior. Su esposa tiene todas las papeletas de haber cometido el crimen, pero Holmes encuentra pistas que indican la presencia de un hombre y una extraña criatura en la habitación.

Cuando Doyle describe la expresión de la víctima al morir me acordé de Sadako, jaja. Una vez más, Doyle nos dice que los pecados del pasado siempre terminan por dar caza por mucho que uno piense que los ha dejado atrás para siempre.


LA AVENTURA DE WISTERIA LODGE

Un día más, un misterio más. El nuevo cliente de Holmes y Watson acude a ellos porque no encuentra explicación posible a lo que le ha sucedido: unos días atrás hizo una amistad con un extranjero, un español, que pocos después lo invitó a su casa. El caballero aceptó la invitación, pero la visita resultó ser un desastre en todos los sentidos, y cuando se levantó a la mañana siguiente, su anfitrión y todo su servicio se habían esfumado, como si nunca hubiera vivido nadie en esa casa. Para postres, la policía también se presenta en Baker Street porque el español en cuestión ha sido encontrado asesinado.

Un nuevo misterio en el que un pasado lejano está relacionado con las acciones de los personajes involucrados, aunque en esta ocasión Doyle le da una vuelta de tuerca. Lo que más me gustó es que el detective que investiga el caso, Baynes, quiere hacerlo por su cuenta porque quiere labrarse su carrera por méritos propios, y puede decirse que Holmes queda bastante impresionado con él. Sé que Marcus de la serie de Elementary no está basado en ningún personaje del canon, pero no pude evitar acordarme de él cuando leía a Baynes.


ESTRELLA DE PLATA

Holmes investiga el caso que ocupa todos los diarios sensacionalistas: un famoso caballo de carreras ha desaparecido y su entrenador ha sido asesinado.

Un caso muy chulo cuyas pistas conducen hacia una conclusión no demasiado plausible, pero cuyas alternativas lo son mucho menos. Por suerte, Holmes consigue dar con el camino correcto y resolverlo todo con el ingenio que le caracteriza, sorprendiendo incluso a los escépticos.


Sherlock Holmes (1965-1968)


LA CORONA DE BERILOS

Un banquero acepta conceder un prestámo a un importante hombre de Inglaterra a cambio de que este le deje en préstamo una valiosísima corona con treinta y nueve berilos incrustados. Con miedo a perderla, el banquero se la lleva a su casa, donde esa noche sorprende a su endeudado hijo con la corona en la mano, rota, con un extremo, en el que había incrustados tres berilos, desaparecido. Como esos berilos no aparecen por ninguna parte, el pobre hombre acude a Holmes en busca de ayuda.

Me hace mucha gracia esta historia porque Watson, que es médico, lo primero que hace al ver al cliente en la calle es decir que está loco y juzgar a su familia por dejarlo salir solo a la calle. ¡John, por Dios! Este es de los relatos que son fáciles de adivinar, pero eso no quita que la resolución sea buena. A estas alturas eso ni lo dudamos, ¿verdad?


EL PROBLEMA FINAL

Otra de las historias más míticas del detective, en el que se enfrenta por fin al temible Moriarty, su némesis, en un duelo con trágico final.

Como en el caso de Adler, es un personaje muy mitificado por los fans de Holmes pese a que no tiene mucha presencia, apenas se le menciona en un capítulo anterior y de hecho Watson ni se acuerda de él pese a que cronológicamente este relato viene después. Moriarty es un genio del mal que está detrás de una buena porción de los crímenes cometidos en el país aunque Doyle no se molesta mucho en dar detalles, ni de sus fechorías ni de cómo Holmes va estrechando el cerco a su alrededor hasta tenerlo totalmente acorralado.

Mis partes favoritas son en las que Holmes y Watson emprenden un viaje con la intención de despistar a Moriarty, creo que pese a todas las libertades que obviamente se toma, la segunda película del Sherlock de Robert Downey Jr. es bastante buena adaptación de este relato.

Como todo buen seguidor de Holmes que se precie bien sabe, esta es la historia que se suponía que iba a ser el punto y final del personaje, ya que Doyle estaba más bien harto de él. Pero ay, lo de la presión de los fans viene de lejos, no es precisamente una invención de las redes sociales...


LA AVENTURA DE LA CASA VACÍA

Han pasado varios años desde la desaparición de Holmes, al que Watson, tristemente, dio por muerto en las cataratas de Reichenbach. Aun así, el buen doctor sigue acordándose de su amigo íntimo y cuando tiene un lugar un asesinato de misteriosas circunstancias, no puede evitar interesarse e investigar por su cuenta. No saca mucho en claro, pero, para su sorpresa, Watson se reencuentra con alguien a quien pensó que no volvería a ver nunca más.

Así es, Doyle recibió tanta presión por parte de sus fans que no tuvo más remedio que resucitar a su emblemático personaje, que vuelve por la puerta grande en este magnífico relato. En esta ocasión tiene otro adversario de altura, Sebastian Moran, la mano derecha de Moriarty y que mantiene viva su organización.

Después de lo que hizo la serie de Cumberbatch, es un alivio que Doyle se moleste en explicar cómo sobrevivió Holmes, una aventura muy chula además. Todo el tejemaneje que utiliza para atrapar a Moran es absolutamente genial y me alegro de tener todavía un buen puñado más de historias que disfrutar de nuestro querido detective.

El hambre

Alma Katsu utiliza de base un suceso histórico muy conocido (la expedición Donner, que en 1846 partió de Springfield camino de California en una caravana de carretas y que decidió coger un atajo que les llevó a quedarse totalmente atrapados por la nieve durante el invierno; la tragedia es particularmente conocida porque los supervivientes se vieron obligados a recurrir al canibalismo) y le aplica un giro sobrenatural: ¿qué hubiera pasado si los integrantes de la expedición Donner no solo se hubieran enfrentado a las inclemencias del tiempo sino que se hubieran topado con unas misteriosas criaturas hambrientas de carne humana?

El punto de partida es buenísimo, aunque uno podría decir que los sucesos reales ya fueron lo suficientemente terroríficos como para necesitar este toque extra. Lo cierto es que, cuando uno vive una vida relativamente cómoda en una ciudad, no es plenamente consciente de a lo merced que está el ser humano de los caprichos de la naturaleza, y lo indefenso y vulnerable ante los climas extremos. Casi podría decir que es esto lo que más miedo da en la novela, aunque no niego que la idea de sumarle la amenaza constante de estas criaturas en la sombra lo hace todavía más estremecedor.

Katsu hace un muy buen trabajo de documentación, utilizando a personas que existieron realmente y dotándoles de una historia propia que lleva al lector a familiarizarse con ellos. Tal vez hay demasiados personajes que adquieren protagonismo, porque ello hace que el grueso de la novela esté centrado en sus historias personales y los conflictos entre unos y otros, dejando un poco de lado lo más inquietante. De hecho cuando por fin la novela llega a la parte en la que la expedición, fragmentada, queda atrapada por la nieve, la acción pasa muy deprisa en comparación con el ritmo más pausado de los dos primeros tercios.

Por supuesto, la autora juega con el factor humano y cómo afecta a la mente de los personajes el vivir penurias semejantes y el progresivo descenso hacia la locura.

El ángulo sobrenatural está bien llevado, ya que Katsu da una explicación lo suficientemente vaga como para que sea la propia imaginación del lector la que llene los vacíos. Por otro lado, esto hace que no sea tan terrorífico como podría haber sido, y más teniendo en cuenta lo comentado anteriormente de que al no estar en casi ningún momento en primer plano, la sensación de agobio y temor por los personajes (más allá de todo lo demás que les pasa) queda un poco diluida.

El Hambre es una novela interesante que, en mi caso, como primer acercamiento a los detalles de la Expedición Donner, me ha resultado una lectura enriquecedora. Pero también es cierto que en algunos puntos el ritmo pausado se hace algo pesado y que para el tipo de historia que cuenta no es tan perturbadora como podría haber sido.

Eso sí, me ha puesto en el mood perfecto para la spooky season y ya tengo unas cuantas novelas de terror más esperando para ser devoradas, perfectas para el cambio de tiempo que parece que ya ha llegado para quedarse.

Nota: 3/5

miércoles, septiembre 16, 2020

Otra vuelta de llave

Esta es la cuarta novela de Ruth Ware que leo, en la que se repiten los patrones que han hecho famosa a la autora: chica joven que viaja hasta una localización remota donde pasa algo terrible y en apariencia inexplicable. Ninguno de sus libros me ha encantado, y además en general son bastante predecibles, pero son lo suficientemente entretenidos como para pasar un rato envuelta en un misterio de los que se dejan leer sin tener que estrujarse el cerebro.

A este le tenía ganas porque había leído un avance y la premisa parecía intrigante: Rowan es una niñera que está en prisión preventiva acusada de haber asesinado a una de las niñas que estaban a su cargo. Desesperada, le escribe una carta a un famoso abogado para implorarle que crea en su inocencia y la defienda, en la que le explica todo lo que pasó, desde cómo encontró la oferta de trabajo que parecía demasiado buena para ser verdad hasta la noche fatídica que le llevó a estar donde está.

Lo de la carta al abogado está bien en teoría, pero claro, el caso es que le escribe una carta de trescientas páginas en la que le describe cada detalle intrascendente según ella porque necesita saber toda la verdad y se deja las grandes revelaciones hacia el final para no arruinar la sorpresa, con lo cual el formato pierde un poco el sentido.

Otra vuelta de llave es un homenaje a la historia de Henry James, fantasmas incluidos a su manera. A Rowan, la protagonista, la dejan sola con cuatro niñas en una casa inteligente en medio de la nada en las montañas de Escocia, una casa en la que por la noche se escuchan inquietantes ruidos y en la que pasan cosas muy extrañas y siniestras. Si algo tiene de bueno Ware es que crea muy buenos escenario en los que se desarrolla la acción pero aquí no lo termina de conseguir porque la trama es muy aburrida. Se supone que todo gira en torno al misterio de la muerte de una de las niñas, pero casi todo el grueso de la novela es Rowan siendo puteada por las crías y demostrando lo pésima que es en su trabajo. ¿Cómo se dedica a ser niñera si en nada ya se aturulla y pierde la paciencia con las niñas? Además todo es muy repetitivo: Rowan escucha ruidos por la noche, se asusta, se imagina de todo; a la mañana siguiente, a la luz del día, se da cuenta de que está siendo irracional y paranoica y que no es para tanto; a la noche, otra vez lo mismo... Es un personaje muy insoportable y verla pelearse con los electrodomésticos de la casa inteligente no es interesante, es tedioso.

La trama del jardín venenoso está bien y el misterio empieza a ponerse interesante hacia el final, pero los giros son bastante cuestionables y el final es tan abrupto que te deja con cara de tonta. La verdad es que hay muy poca cosa que me haya gustado de esta novela, la peor de Ware hasta el momento para mí.

Nota: 2/5

sábado, septiembre 12, 2020

Quién sabe si mañana seguiremos aquí

Esta es la novela en la que se basó la película de 2017 Memorias de un Asesino. Está narrada desde el punto de vista de un asesino en serie retirado, ya anciano, que padece de Alzheimer. Cuando un nuevo asesino comienza a actuar en su barrio y el hombre se convence de que el culpable es el prometido de su hija, se promete a sí mismo que saldrá de su retiro para matarlo.

Es un libro muy cortito que se lee prácticamente de una sentada: son poco más de ciento cincuenta páginas y muchos de los capítulos tienen un párrafo o dos de duración. El formato es muy original, al seguir los pensamientos de este monstruo al que le cuesta mucho operar en su vida diaria y que cada vez olvida más cosas.

Es una lectura fascinante, su autor Kim Young-ha nos mete en la mente de un asesino de una forma espectacular, ya que de alguna manera padeces por él, al ver cómo se deteriora su mente y sin saber si llegará a cumplir su objetivo o no, si al final lo atrapará la policía por sus crímenes del pasado o seguirá librándose.

La novela arroja una mirada al mal funcionamiento del sistema policial en la época en la que el protagonista era un asesino en serie activo, una época en la que la gestión por captura a los espías del norte dificultaba la investigación de otro tipo de crímenes. También es una reflexión acerca de la soledad, la vejez y la muerte.

Es una historia de narrador poco fiable de manual, que guarda unas cuantas sorpresas y es que, como suele pasar, nada es lo que parece.

En Corea del Sur son los auténticos maestros a la hora de estrenar thrillers y parece que en la literatura no se quedan atrás. Muy recomendable para los que busquen una novela negra que se salga de lo habitual y que te puedes despachar en una tarde.

Muchas gracias a mis amigas por regalarme este libro por mi cumpleaños, que además ha sido una de las lecturas más destacadas de lo que llevo este año. ¡Sois un amor!

Nota: 4/5

viernes, septiembre 11, 2020

The Secret Adversary

La segunda novela de Agatha Christie tiene como protagonista a la pareja Tommy/Tuppence, dos amigos de la infancia que se reencuentran y como ambos están pelados porque después de la guerra es complicado encontrar trabajo, deciden ofrecer sus servicios para cualquiera que los pueda necesitar. De esta manera se ven envueltos en un extraño caso en el que un documento perdido podría crear una revuelta entre el pueblo obrero si cayera en malas manos.

Esperando un misterio en la línea de lo que nos suele ofrecer esta mujer, The Secret Adversary me sorprendió porque realmente es una novela de espías, aunque en esencia siga siendo un misterio. Aquí encontramos un tratado extraviado que durante la guerra estaba pensado para favorecer a Inglaterra pero que años después podría perjudicarla porque podría ser motivo de rebelión contra el Gobierno; una estadounidense desaparecida que fue la última en ver esos papeles; una organización criminal con ojos y oídos en todas partes; y un villano que se hace llamar Mr. Brown cuya identidad nadie conoce pero que tiene un inmenso poder.

La trama tiene algunos toques que recuerdan a algunas de las historias de Sherlock Holmes (el detective participa en varios casos en los que ha de encontrar unos papeles que pueden causar estragos de caer en posesión de quien no deben, y Mr. Brown es una suerte de Moriarty), pero como es de esperar Christie le da su toque propio desde el principio y nos regala una historia entretenidísima en la que los dos intrépidos protagonistas no paran de meterse en situaciones cada vez más peligrosas.

Tanto Tommy como Tuppence me encantaron, especialmente ella. Tienen los dos mucha personalidad y se complementan a la perfección, ya que ella es impulsiva y enseguida se le ocurren un montón de ideas a poner en práctica, mientras que él es más analítico y se toma su tiempo en sopesar todas las posibilidades. Su relación es divertidísima, tienen mucha química cuando están juntos, y cuando están separados es una gozada verles sortear los diversos obstáculos que se van encontrando gracias a su ingenio.

El misterio, como siempre, tiene su buena dosis de giros inesperados para mantener al lector en vilo hasta la resolución del mismo. Reconozco que esta vez pensaba que había adivinado por dónde iban los tiros pero no, Christie es una maestra del género como pocas y me lo paso pipa con ella.

Publicada en 1922, me hizo gracia que Tommy utilice la expresión "Elementary, my dear Watson", que jamás utilizó Doyle en sus historias. ¡Ya ves que viene de largo el uso incorrecto de esa frase!

En el próximo, volvemos con Poirot.

Nota: 4/5

martes, septiembre 01, 2020

Jemima J.

Cada verano me gusta leer al menos una novela chick-lit, y Jane Green es una de mis to-go autoras porque aunque sus historias no son memorables si que me lo suelo pasar bien con ellas. Jemima J. es uno de sus primeros trabajos, un libro que me compré hace mil años cuando tenía la intención de empezar una colección de chick-lits en inglés, y este verano por fin me he animado a sacarlo de la estantería y leerlo.

La protagonista de esta historia es Jemima Jones, una chica de 27 años que trabaja en un periódico local y que no está nada a gusto con su vida: su trabajo no la llena porque no le dejan escribir artículos que es a lo que ella aspira, está perdidamente enamorada de su compañero Ben pese a que este no la mire dos veces, y sus compañeras de piso la tratan básicamente como si fuera basura. Y el origen de todos sus problemas e inseguridades: Jemima está tan gorda que nadie la toma en serio. Hasta que después de hacer un curso para aprender a utilizar Internet se mete en un chat y conoce a un guapo californiano que le hace tomar la decisión de cambiar su vida.

La novela sigue más o menos las convenciones del género, aunque he de decir que hacia el principio creía que la autora tomaría una dirección totalmente distinta cuando la primera vez que se mete en el chat Jemima charla con un tipo que vive en su misma localidad. Pensé que Jemima acabaría encontrando el amor con alguien que la aceptara tal y como es, porque es una chica simpática, inteligente y aunque ella no se lo crea guapa, y que ese alguien no tendría por qué ser  necesariamente Ben, pero no, entonces empieza todo el romance con Brad el de Santa Monica y ugh.

Lo que menos me gustó de la novela es cómo Green aborda el tema de la pérdida de peso: Jemima básicamente deja de comer y se mata en el gimnasio y casi de la noche a la mañana se convierte en un pibonazo de infarto, y de repente absolutamente todos los hombres se la quedan mirando cuando se cruzan con ella. La Jemima gorda y la Jemima delgada parecen dos personajes totalmente distintos, y la forma de comportarse de ella es terrible, terrible. Una de las cosas que menos me gustan de los chick-lit es que a menudo las mujeres están desesperadas por captar la atención de los hombres, y toda la relación con Brad es un horror, especialmente la razón por la que rompen.

El romance con Ben tampoco es como para tirar cohetes, el amor de él hacia ella sale de la nada prácticamente, y únicamente porque ella ya está delgada.

La autora intenta placar un poco el mensaje de "deja de comer para estar delgada y estupenda" mostrando que Jemima no es mucho más feliz cuando está delgada que cuando no lo estaba, pero esa buena intención se diluye un poco cuando página tras página Jemima no deja de reiterar lo mucho que la desean toooooooooodos los hombres y todas las cosas buenas que le pasan cuando pierde peso.

Y tampoco es una novela demasiado divertida, que es el elemento clave del género. Jemima se supone que es graciosísima pero no lo terminé de ver, la única que vale un poco la pena en ese sentido es Lauren.

En resumen, una historia de patito feo que podría haber estado mucho mejor llevada.

Nota: 2/5