sábado, agosto 15, 2020

Un mar sin estrellas

La esperada segunda novela de Erin Morgenstern, la autora que hace unos años encandiló con su debut El circo de la noche, llegó a librerías por fin el noviembre pasado. ¿Está a la altura de lo que esperaban los lectores de su primer trabajo? ¿Supera a este? Hay opiniones para todo. Como en El circo de la noche, para disfrutar de Un mar sin estrellas hay que dejarse llevar y meterse de lleno en el mundo que propone Morgenstern, un mundo que existe bajo nuestros pies y al que solo unos pocos privilegiados pueden acceder.

Lo primero: la prosa de Morgenstern es una maravilla. Su mayor fuerte es crear una atmósfera tan vívida que te transporta a sus mundos fantásticos a través de su delicada y detallista narración. Estamos ante uno de esos libros de "historias dentro de historias", que ya desde sus primeras páginas se convierten en una auténtica carta de amor al relato y a la transmisión de este, tanto de forma oral como escrita. En esta ocasión la autora también incluye a los videojuegos como forma de comunicación de historias, y se nota que sabe de lo que está escribiendo. 

Todo empieza cuando Ezra, un estudiante universitario, coge un misterioso libro de la biblioteca de la facultad y con sorpresa descubre que una de las historias que relata es un episodio de su propia niñez. Ese es el punto de partida para que Ezra termine en un mundo mágico al que estaba destinado a ir y que corre un grave peligro de desaparecer.

Es una novela que mezcla el cuento de hadas con la aventura, una pizca de misterio y destinos entretejidos que atrapa al lector gracias a lo bellísimamente que está escrita. Todas las historias tienen su razón de ser y todas convergen entre sí, encaminándose hacia un final que hace justicia a la magia con la que Morgenstern dota a sus palabras. Leyendo críticas me encontré varias que afirmaban que el mayor problema que tiene Un mar sin estrellas es que no parece tener una trama compacta y que pierde un poco el rumbo, haciéndose algo confusa de seguir, aunque yo pienso lo contrario, que su historia está mucho mejor definida que en El circo de la noche y aprovecha mucho mejor el potencial planteado al principio del relato.

Mi lamento es en la historia de amor de Ezra y Dorian. No me importó que se enamoraran tan deprisa porque creo que conectan muy bien pero apenas pasan tiempo juntos porque por una razón u otra siempre terminan separados y me hubiera gustado ver un poco más de su romance, porque lo que nos da Morgenstern la verdad es que me gustó un montón pero me dejó con ganas de más.

Un mar sin estrellas es una novela de esas que gana leyéndola a pequeñas dosis, dándonos tiempo para saborear bien las palabras a las que tanto mimo le ha puesto Morgenstern, y que gustará sobre todo a los que disfruten con prosas elaboradas e historias que se toman su tiempo en llegar a su puerto. Nada más que por disfrutar de estilo tan único y trabajado de la autora, y de lo imaginativas y especiales que son sus historias, vale la pena seguir a Ezra hacia esa biblioteca tan particular.

Nota: 4/5

Sadie

El misterio/thriller es uno de mis géneros favoritos, y leyendo este libro me di cuenta de que no he leído muchos libros de la temática que además sean YA, sin contar los libros de Enid Blyton cuando era una cría. Dicho esto, no estoy segura de que Sadie se pueda catalogar realmente como una novela de misterio; lo hay, la historia gira entorno a la desaparición de una adolescente y los pasos que se siguen para encontrarla, pero yo diría que es más bien un drama acerca de los terribles estragos que causan el abandono y el abuso a menores. La sinopsis es un poco engañosa, la verdad.

La historia tiene como punto de partida el asesinato sin resolver de una niña de trece años. Su hermana mayor, Sadie, de diecinueve, desaparece unos meses después. El formato escogido por la autora para contar la historia es interesante: por un lado tenemos la transcripción de un pódcast que trata de unir todas las piezas de este misterioso puzzle, y por el otro la propia Sadie nos relata los pasos del camino que le llevarán a vengarse del que ella cree es el asesino de su hermana, y que están narrados, cómo no, en primera persona del presente

La novela trata temas muy duros, no es precisamente una lectura fácil y me sorprendió que llegara a esos extremos para ser una novela juvenil. Aunque no es explícita ni mucho menos, la historia se va volviendo cada vez más oscura a medida que Sadie nos va revelando el auténtico alcance de su dificilísima infancia, y todo lo que va descubriendo Sadie por el camino es estremecedor. El hecho de que Sadie sea tartamuda y cómo eso la afecta también le da un toque bastante único.

Ahora, creo que lo que cuenta es más interesante que cómo lo cuenta. La prosa es muy sencilla y al menos para mí no acaba de transmitir bien todo el horror por el que pasa Sadie. Puede que sea intencional, ya que Sadie ha llegado un momento que únicamente está centrada en un objetivo y todo lo demás lo ha tenido que compartimentar para poder sobrevivir. Pero la descripción de sus acciones es muy mecánica y eso se hace un poco tedioso. Luego está el tema de compaginar los capítulos de ella con los de pódcast: en su mayor parte sirve para completar información gracias a los diferentes puntos de vista, pero en otras el pódcast básicamente repite datos que ya conocemos por lo que se hace un poco repetitivo. 

La autora juega bien con la ambigüedad (el final, por ejemplo) pero también tiene la mala costumbre de explicar de más. Hay una vez en la que Sadie como siempre tartamudea al hablar y otro personaje le dice algo así como "¿Sabes? En mi época eso lo curaban a palos". Los pensamientos de Sadie a continuación: "se refiere a mi tartamudez". Si, ya, por el contexto se entiende perfectamente. De estos me encontré varios.

El desarrollo es bueno y la resolución es un poco frustrante, pero casa bien con la historia que nos cuenta Summers. La novela tiene reseñas buenísimas en GR, casi todas de cuatro y cinco estrellas, así que seguramente sea yo y no el libro en sí, pero al menos para mí la forma en la que está escrito hace que la historia no tenga tanto impacto como podría haber tenido y también me resultó algo decepcionante que no fuera realmente un thriller. 

Noa: 3/5

History is all you left me

Este libro me lo leí por primera vez hará un par de años, fue el primer trabajo de Adam Silvera al que le hinqué el diente y me ha gustado mucho también en la relectura.

Es una novela acerca del duelo ya que trata sobre cómo un chico adolescente que padece un trastorno obsesivo compulsivo, Griffin, lidia con la muerte de su mejor amigo y ex-novio Theo. Para su sorpresa, acaba encontrando consuelo en el que hasta entonces era su mayor enemigo: Jackson, el que era el actual novio de Theo cuando este murió.


Los capítulos se alternan entre el presente, en el que Griffin "habla" con Theo mientras reúne el valor de contarle algo que jamás pudo decirle cuando estaba vivo, y el pasado, desde que ambos comenzaron a salir juntos. Por una serie de circunstancias rompieron cuando Theo se marchó a la universidad, pero Griffin estaba convencido de que tarde o temprano volverían a estar juntos, y para siempre. Por eso la presencia de Jackson y otros sucesos inesperados que culminaron con la muerte de Theo hacen que el proceso de duelo de Griffin sea particularmente difícil, porque no solo siente el dolor desgarrador por algo tan injusto, sino que además tiene que vivir con el sentimiento de culpabilidad por haber traicionado de alguna manera a Theo con las acciones que nos va desvelando el propio Griffin.

La primera vez que me leí este libro tuve la sensación de que la historia plasmada en el papel era muy personal para el propio Silvera. El autor no ha escondido nunca su lucha con la depresión, que está muy bien reflejada tanto con Griffin como en Jackson, que están pasando por lo mismo pero a la vez cada uno a su manera. Pero también creo que todo por lo que pasa Griffin, su terrible sentimiento de culpabilidad, es algo que ha experimentado Silvera en alguna ocasión con algún amor pasado. La parte de las compulsiones también está bien llevada.

History is all you left me es una novela triste sin duda, da mucha pena leer los capítulos del pasado sabiendo lo que va a pasar, cuando ni Theo ni ninguno de los demás tiene ni idea de que el futuro por el que tanto se había esforzado no iba a ser posible por culpa de un accidente que se podría haber evitado perfectamente. También es una historia de esperanza, por supuesto; superar la muerte de Theo es algo que probablemente no pase jamás, pero todos sus allegados aprenderán a vivir con el dolor. Personalmente los últimos capítulos, cuando Theo por fin cuenta ese secreto que se había estado guardando, son mis favoritos, porque es precioso ver cómo poco a poco va asimilando que seguir viviendo y disfrutando de las cosas no significa una traición a Theo, sino que es algo que se debe a sí mismo, y más cuando hay tantas posibilidades a su alcance.

También es muy bonito como casi toda la gente cercana a los chicos los apoya al 100%, todos los personajes son muy buena gente y está genial que no haya ningún drama por el hecho de que sean parejas del mismo sexo. 

Lo que menos me gustó es que en un momento dado el autor tira por un derrotero que justo esperaba que no tomara. Entiendo por qué debía incluirlo pero es algo que me tira mucho para atrás en las historias románticas.

Creo que esa novela es una muy buena opción para empezar a leer a Silvera. Es YA con todo lo que eso conlleva (muchas referencias a Harry Potter y a canciones populares, para variar), pero el dolor por la pérdida es algo universal por lo que no hace falta ser adolescente para ponerse en el lugar de Griffin. 

Nota: 4/5