sábado, febrero 13, 2021

La Aprendiz

Ya tenía ganas de continuar con esta trilogía y lo cierto es que esta segunda entrega me ha sorprendido muy positivamente. Si bien con el primero me costó bastante meterme de lleno, este me ha tenido enganchada desde la primera a la última página porque Canavan desarrolla todo los presentado en el anterior libro de una forma fabulosa.

La aprendiz comienza unos meses después de El Gremio de los Magos, con Sonea disponiéndose a comenzar su primer año de estudios en el gremio. Tres de los puntos de vista del anterior se mantienen: Sonea, Rothen y Dannyl, mientras que añadimos a Lorlen ya que Cery sale muy poquito. Todas las tramas están conectadas pero mientras que Sonea, Rothen y Lorlen están en el gremio, Dannyl se marcha a trabajar como embajador de un país vecino.

La trama de Sonea es frustrante porque pasa justo lo que pasaría en la vida real: que todos los niños de papá que comienzan el curso junto a ella se la tienen jurada porque ella viene de las barriadas y según ellos no tiene derecho a las mismas oportunidades. Además, muchos magos piensan lo mismo, que esto puede sentar precedentes, y más cuando van viendo que Sonea va a ser una maga realmente poderosa. Si en el anterior teníamos a Fergun dando por saco, aquí tenemos a Regin, un niñato que le hace la vida imposible a la protagonista, que pone a todo el mundo en su contra y que la acosa prácticamente día y noche, sin que Sonea pueda hacer mucho. Regin da muchísima rabia, en serio. La resolución del enfrentamiento entre ambos me gustó mucho, me encanta Sonea porque aunque sigue siendo un poco impulsiva, demuestra ser muy resolutiva.

Dannyl era mi personaje favorito en el primer libro y aquí tiene una de las tramas más interesantes. Por un lado está su investigación sobre magia ancestral, siguiendo los pasos de Akkarin pero sin saber realmente qué está buscando, y sus viajes por el mundo junto a su nuevo ayudante y amigo, Tayend, con el que tiene una relación algo complicada. Ya Canavan nos había ido dejando algunas pistas en el anterior libro y aquí ya desarrolla mucho más esa parte que Dannyl ha tratado de mantener oculta durante tantos años. Me pareció muy original el tratamiento que le da la autora con la magia y cuando por fin Dannyl decide que ya no quiere seguir como hasta ahora es maravilloso. Tengo muchísimas ganas de saber qué será de Tayend y de él en la conclusión de la trilogía.

También es muy chula la relación de Lorlen y Akkarin, especialmente hacia la mitad del libro cuando las cosas empiezan a ponerse realmente serias. Akkarin funciona muy bien como antagonista porque no ha mostrado sus cartas todavía por lo que sus intenciones, aunque se auguran siniestras, no están todavía del todo claras. Y el pobre Rothen lo pasa francamente mal, aunque al menos podrá contar presumiblemente con la ayuda de su hijo Dorrien.

Se nota la mejoría en el estilo de la autora. Sigue abusando de los encogimientos de hombros y las fruncidas de ceño, pero está mucho mejor escrito y le coge tan bien el ritmo desde el principio que la lectura se hace muy amena. Lástima de la edición que está llena de erratas, hay incluso una falta de ortografía terrible (un ha que tendría que ser un a) en una ocasión con la que me saltaron unas cuantas dioptrías.

En este libro Canavan mantiene muy bien la intriga y va preparando las fichas para la tercera y última entrega que espero que sea tan entretenida como esta.

Nota: 4/5