jueves, octubre 28, 2021

No one gets out alive

¡Uf lo que me ha costado terminar este libro!

Ya hace tiempo que tenía ganas de probar algo de Adam Nevill, y aprovechando que se ha estrenado la adaptación a película en Netflix y que el ebook estaba en oferta, pues qué mejor ocasión. La historia trata sobre una chica que se muda a una habitación de alquiler que en apariencia parece un chollo para lo que cuesta y pronto se da cuenta de que se ha metido en la boca del lobo: entre las presencias sobrenaturales que la acosan cada noche y los psicópatas de sus caseros, que Stephanie está metida en un serio aprieto.

La historia en sí me ha gustado. Como suele pasar es muy frustrante para el lector que Stephanie no se largue de allí pitando pero dentro de lo que cabe el autor lo justifica mostrándonos la desesperación de alguien que no tiene ahorros ni ningún otro sitio al que ir, por lo que se convence a sí misma que por unos días que aguante no pasará nada. Realmente es muy triste a los extremos a los que llega la gente sin recursos para poder sobrevivir, y cómo el sistema permite que se llegue hasta esa situación límite.

La dualidad entre los dos peligros, el de los muertos y el de los vivos, está bien lograda. ¿Qué es peor, las voces lamentándose, los sollozos, el frío glacial, las manos invisibles o los pesos que de repente hunden tu cama pero que no ves cuando enciendes la luz? ¿O los caseros/proxenetas que se niegan a devolverte el dinero y que te amenazan con violencia si no haces lo que ellos dicen? Y luego está esa amenaza peor que todas las demás, la que se esconde detrás de esa puerta cerrada...

La novela, que sería como una mezcla entre un true crime y una historia de casa encantada, tiene algunas partes muy chulas, especialmente cuando Stephanie se enfrenta por primera vez a Black Maggie que tanto temor produce en sus horribles caseros. La atmósfera es correcta y algunos momentos producen angustia por lo que tiene que pasar la pobre protagonista. El problema es que esta novela tiene una longitud de 630 páginas que no está en absoluto justificada, porque esos momentos tensos que podrían haber llegado a ser terroríficos quedan ahogados en una narración tan absolutamente repetitiva que la lectura termina por hacerse pesadísima. 

En serio, una y otra vez hay que leer sobre las justificaciones de Stephanie para quedarse en esa casa, que siempre son las mismas, los sueños cortan el rollo mogollón, y el autor no para de dar vueltas a las mismas cosas sin avanzar nada. Incluso en la segunda parte, cuando parece que el libro toma un cambio de rumbo, otra vez cae en exactamente lo mismo. Y Fergal y Knacker como villanos pues vale, son tan odiosos que vale la pena ver lo que pasa con ellos pero también son más pesados que una vaca en brazos.

También creo que se podría haber hecho más con la trama de Black Maggie, porque el final tampoco es para tirar cohetes.

Al final bastante meh para mí, porque esta novela tiene muy buenas críticas pero a mí me ha aburrido mucho. A ver la película qué tal.

Nota: 2/5