sábado, agosto 31, 2019

Las chicas

The girls es la novela debut de la joven Emma Cline, que deslumbró a la crítica con esta obra inspirada en Charles Manson y sus seguidores gracias a la profunda psicología de su personaje protagonista y su interesante prosa.

Las chicas narra el viaje a la madurez de una niña de catorce años, Evie Boyd, nieta de una famosa actriz, que en 1969 acaba en una comuna hippie dirigida por un líder carismático cuyos ideales son mucho más siniestros y egoístas de lo que aparentan ser. La Evie adulta refleja aquel tiempo con una mezcla entre nostalgia y horror, y a través de sus ojos Cline también explora cómo afecta aquella experiencia pasada a la Evie adulta, que vive prácticamente aislada de todo.

Desde el principio la fascinante narración de Cline, que te atrapa con una facilidad asombrosa (aunque eso sí, es una prosa con muchas florituras que no es plato de gusto de todo el mundo) me recordó a los inicios de Brett Easton Ellis, al que en su momento también se le llamó la voz de su generación con su increíble estreno Menos que cero que publicó a una edad muy temprana. Ambos autores se sumergen con mucha maestría en la parte más baja y sucia del ser humano, mostrando una realidad cínica y vacía en la que la mayor parte de las personas están totalmente perdidas y viven en una terrorífica conformidad impuesta. Obviamente sabemos que lo que hace Russell está mal, pero a través del punto de vista de Evie, no cuesta ver cómo alguien es atrapado en las redes de una persona así que te convence de que hay que expandir la mente y ver la vida de una manera diferente a la que nos impone la sociedad. A veces, simplemente, aceptamos lo que queremos escuchar y acallamos la vocecita de la conciencia que nos advierte que no estamos haciendo lo correcto.
Ese era nuestro error, creo. Uno de tantos. Pensar que los chicos actuaban con una lógica que algún día comprenderíamos. Creer que sus acciones tenían algún sentido más allá del impulso irreflexivo. Éramos como teóricas de la conspiración, veíamos augurios e intenciones en cada detalle, ansiábamos importar tanto como para ser el objeto de sus maniobras y especulaciones. Pero solo eran chicos. Tontos y jóvenes y directos: no escondían nada.
La novela nos conduce por el tenebroso sendero que confluye en los asesinatos inspirados en los crímenes que sacudieron a la sociedad norteamericana a finales de los años sesenta y que siguen más que presentes en la cultura popular (véase sin más la película de un conocido director que se ha estrenado este mismo verano), pero esa no es ni mucho menos la parte más importante. La gran baza de esta obra es la forma en la que Cline ahonda en la psique femenina de la protagonista y explora lo que significa ser una adolescente que ya ha empezado el camino a ser mujer, una adolescente que, como muchas, sufre de problemas de autoestima, tiene problemas con unos padres que no la entienden porque solo piensan en sí mismos y que desea desesperadamente que alguien la quiera, la vea como la persona que realmente es. Y ahí es cuando entra en escena Suzanne, una enigmática chica que atrae a Evie desde el primer momento y que es el catalizador de todas las acciones que sigue Evie desde entonces. La forma en la que Cline escribe sobre los pensamientos de Evie, sus justificaciones ante sus actos y los de Suzanne y los otros, la relación entre las dos chicas y el complejo surgir de su sexualidad es magistral. He de decir, por eso, que mis partes favoritas son las del presente, especialmente las interacciones entre Evie y Sasha.

No hay muchos coming of age de este tipo que muestren lo que es ser chica y después mujer en un mundo en el que se nos menosprecia continuamente de una manera tan honesta y brutal. Es una novela amarga, que no es fácil de digerir si todavía se tiene un mínimo de esperanza en el ser humano, y muy, muy sórdida también. Sinceramente, casi toda la lectura la hice con un nudo en el estómago. 

Las chicas es una lectura dura y pesimista, pero también necesaria diría yo. Tengo la sensación de que voy a estar pensando en esta novela durante mucho tiempo.

Nota: 4/5

domingo, agosto 25, 2019

¿Y tú qué clase de madre eres?

La premisa de este thriller británico me ha molado mogollón, porque creo que es bastante original dentro del género: cuando una niña de trece años desaparece, la culpa recae sobre Lisa, una amiga de su madre y y madre de una niña de su edad con la que la cría tenía que haberse quedado a dormir la noche anterior. Pero Lisa tiene una vida muy cáotica, compaginando la crianza de tres hijos con un trabajo a jornada completa, y cuando su hija el día en cuestión se quedó en casa porque no se encontraba bien, a Lisa se le olvidó completamente avisar a su amiga de que su hija no podía venir, perdiendo así un montón de horas valiosas en la búsqueda de la niña. Y, para postres, la niña es la segunda que desaparece en circunstancias parecidas, a manos de un presunto pedófilo con predilección por pequeñas de esa edad.

La idea que presenta Daly es genial: si desaparece tu hija es terrible, pero imagina que por tu culpa desaparece la hija de otra persona, solo por un descuido debido al estrés de tu día a día. ¿Cómo superas un sentimiento de culpabilidad así, por mucho que te vuelques en intentar subsanarlo, en hacer lo que esté en tu mano por ayudar? ¿Cómo se vive con algo así? Solo de pensarlo me da ansiedad.

La novela está narrada en tres puntos de vista durante un lapso de cuatro días: Lisa y sus intentos por redimirse mientras se castiga a sí misma, Joanne Aspinall, la detective que se encarga de investigar los secuestros, y el propio secuestrador pedófilo.

La autora plantea muy bien ese sentimiento de culpabilidad de Lisa, a la que le carcome por dentro el que haya sucedido algo así. Un punto muy importante del libro es la exploración de lo difícil que resulta a veces conciliar las dos vidas, la familiar y la laboral, y cómo el estrés acumulado y la necesidad de tener que hacer mil cosas cada día acaba por afectar a nuestra salud mental. Otro tema, también muy interesante, es el de la tendencia que tenemos (creo que sobre todo las mujeres) a envidiar la vida de los demás, que por fuera siempre nos parece mucho mejor equilibrada y plena que la nuestra, aunque a la hora de la verdad, de puertas para adentro la mayoría de la gente también tiene sus propios problemas.

Curiosamente, el thriller en sí es la parte más floja de la novela. La resolución no está mal, pero es todo un tanto culebronero para mi gusto, a la par que conveniente; no una, sino dos veces Lisa, que trabaja en un refugio para animales, va a buscar a mascotas y se encuentra con una pista justo al lado, y la labor policial tampoco impresiona mucho. Además, el punto de vista del secuestrador prometía algo más que lo que al final da, se queda todo como un poco diluido al final.

Una novela interesante, con un punto de vista bastante original dentro del género del domestic thriller, y que gustará especialmente a esas mujeres que se ven desbordadas por tenerse que ocupar de tantas cosas cada día porque es fácil sentirse identificada con la protagonista.

Nota: 3/5

domingo, agosto 18, 2019

La casa torcida

Vacaciones, tiempo para holgazanear, y un buena novela clásica de crímenes en las manos con la que las horas se pasan volando. ¿Qué más se puede pedir? Más días de vacaciones, probablemente...
Érase un hombre torcido que anduvo una milla torcida.
Encontró seis peniques torcidos junto a un portillo torcido.
Tenía un gato torcido que cogió un ratón torcido,
y todos vivieron juntos en una pequeña casita torcida.  
El patriarca de la familia Leonides, un octagenario hombre de negocios muy rico, ha muerto envenenado. Todo el mundo sospecha de su actual esposa, una mujer muy joven que heredaría una gran cantidad de dinero con la muerte de su marido, pero la policía no lo tiene tan claro. Todos los miembros de la familia que vivían con el difunto tenían medios y oportunidad para cometer el asesinato, ninguno tiene una coartada que lo descarte y todos parecen tener también un motivo de peso para hacerlo.

El narrador de esta historia es Charles, un diplomático hijo de un inspector de Scotland Yard que desea casarse con la nieta mayor de Aristides Leonides, Sophia. Como ella no quiere meterlo en su disfuncional familia antes de que todo se aclare, Charles acepta participar en la investigación.

No hay nada como una novela de misterio de las de toda la vida, de esas en las que un asesinato parece imposible de resolver hasta que todo cobra sentido en la última página. Christie, como todos sabemos, era una auténtica maestra en el género, y con La casa torcida mantiene al lector en vilo hasta el final. Siendo esta una de sus novelas independientes (ni Poirot ni Miss Marple ni ninguno de sus otros personajes recurrentes resuelven el asesinato), encontramos todos los elementos tan propios de la escritora: un intrigante asesinato, un grupo de sospechosos que no pueden moverse del lugar de los hechos hasta que todo se resuelva, un montón de secretos ansiosos por salir a la luz, y una resolución perfectamente estudiada y con sentido.

Pese a su corta duración Christie dibuja con mucho acierto las personalidades de todos los personajes involucrados, y nos hace sospechar de todos y cada uno de ellos porque todos tenían motivos para cargarse al viejo y cualquiera podría haberlo envenenado sin que nadie se diera cuenta. Una actriz proclive al dramatismo, un hermano celoso de otro, una mujer a la que le importa poco el dinero, una cuñada resentida, un joven con un amor imposible y una detective aficionada son algunos de los personajes que darán mucho juego en este entretenido misterio.

Como siempre, una novela muy sólida de la reina del crimen que no pude soltar hasta saber la identidad del asesino o asesina. Cuando se te acelera el corazón por anticipación en las últimas páginas por el ansia de saber qué pasó en realidad, entonces está claro que la lectura ha valido la pena.

Nota: 4/5

sábado, agosto 03, 2019

My best friend's exorcism

Este libro da exactamente lo que promete: una mezcla de El Exorcista con Chicas Malas. ¿Cómo no amarlo? Mirad esa portada, por favor.
For Abby, "friend" is a word whose sharp corners have been worn smooth by overuse. "I'm friends with the guys in IT,", she might say, or "I'm meeting some friends after work."
But she remembers when the word "friend" could draw blood.
Es 1988, el final del verano ha llegado y está a punto de empezar el instituto, y para Abby y sus amigas la vida no podría ser más perfecta. Pero una noche en la que toman ácido y proponen bañarse desnudas algo terrible le sucede a la mejor amiga de Abby, Gretchen. Después de eso, Gretchen ya no vuelve a ser la misma. La chica divertida, amable y leal se ha convertido en alguien irascible, egoísta y totalmente irreconocible. 

Grady Hendrix, un autor que escribe un tipo de terror bastante original, tras sorprender con Horrostör volvió a encandilar a los lectores con My best friend's exorcism, una historia en la que los propios demonios de la adolescencia se encuentran con demonios literales y en la que una amistad que parece a prueba de balas deberá enfrentarse a un reto a todas luces imposible de superar.

Las historias de posesiones demoníacas y exorcismos no suelen ser mis favoritas porque casi todas terminan cayendo en los mismos clichés vistos mil veces después de la novela de William Peter Blatty/la película de William Friedkin. Afortunadamente Grady Hendrix, al incluirla en este escenario adolescente y mamarracho consigue crear algo que desde el primer momento se siente fresco e innovador.

Y es que My best friend's exorcism tiene sus momentos de terror, claro, pero es una novela divertidísima y cuando la Gretchen poseída está en plena acción es una gozada, sobre todo porque empieza con gamberradas "inocentes" para luego ir escalando más y más. ¡Todavía me da cosa pensar en lo que le hace a la pobre Margaret! Es la chica mala del instituto aterrorizando a sus pobres compañeros, incluida la tímida protagonista, pero con el giro de la posesión demoníaca, y cómo Abby tiene que montárselas para ayudarla porque ¿quién en su sano juicio va a creerla cuando asegura que su mejor amiga está poseída por Satán?

Lo que más me gusta de esta novela es que, quitando toda la trama del demonio, es un coming of age con protagonistas chicas, algo que es mucho menos común de lo que debería. Hay muchos libros de terror con un grupo de amigos de protagonistas (y la única chica que va con ellos), pero aquí tenemos a cuatro amigas y el foco está puesto en Abby y Gretchen, que son amigas desde pequeñas e inseparables hasta que empieza a pasarles esto. Hendrix hace muy buen trabajo relatando las inseguridades de Abby, muy propias de una chica de su edad, exacerbadas por la tragedia que ha acaecido en su vida con lo de Gretchen, y es muy refrescante de leer una novela en la que la amistad femenina tiene un peso tan importante.

También me encantó que el libro esté situado en los ochenta. Desde el primer momento encontramos numerosos guiños a canciones y películas y elementos de la cultura popular ochentera (¡el primer capítulo se llama Don't Forget about me!). Y estas referencias no se sienten gratuitas, al contrario, tienen mucha importancia en la historia. Por ejemplo, el libro incorpora el pánico hacia el satanismo que imperó a finales de esta década de una forma brillante, y qué decir del exorcismo en sí... Sencillamente genial. Ahora estoy escuchando una playlist en YT con todas las canciones que aparecen en esta novela y es perfección absoluta.

En My best friend's exorcism Grady Hendrix nos presenta una historia de intensa amistad, miedos adolescentes y mucha nostalgia que sirve tanto como homenaje como parodia del género de los exorcismos. De esos libros que al cerrarlos por última vez te apena el saber que ya no vas a poder experimentarlos por primera vez nunca más. 

Se supone que va a ser adaptado a película posiblemente dirigida por el director de Feliz día de tu muerte, así que si le ponen un poco de mimo seguro que saldrá algo chulísimo porque el libro se presta a ello totalmente. 

Nota: 5/5


The kind worth killing

The kind worth killing es el segundo trabajo de Peter Swanson, con el que se consolidó como uno de los autores de misterio/thriller más interesantes del momento.

Ted hace una semana que descubrió que su guapa mujer Miranda le estaba engañando con el contratista de la casa que se estaban construyendo. En el aeropuerto, de vuelta de un viaje a Londres, Ted conoce a Lily, una hermosa y enigmática mujer a la que le confiesa que está pensando en asesinar a Miranda. Lily, lejos de horrorizarse, le dice que le ayudará a hacerlo.

Estamos ante una nueva vuelta de tuerca a la premisa que tan brillantemente ideó Patricia Highsmith en Extraños en un tren. Swanson no esconde en ningún momento la inspiración, de hecho cuando Ted conoce a Lily esta está leyendo una novela de Highsmith. 

The kind worth killing tiene muy buena fama y esta es totalmente merecida. Todo lo que hayáis oído de este libro es totalmente cierto; parece que la trama va a ser muy lineal (mujer desconocida ayuda a hombre a matar a su esposa y como no hay ninguna conexión previa entre ellos es imposible que la relacionen con ello), pero Swanson es muy hábil en lanzarle pelotas curvas al lector y descolocarle totalmente.

Es difícil hablar de este libro sin reventar nada, así que hay que destacar la estructura de la narrativa que es brillante; la novela está narrada alternativamente en primera persona por Ted y Lily de una forma tan brillante que aunque te veas venir algunas cosas, otras te dejarán con los ojos como platos. Creo que grité QUÉ FUERTE como media docena de veces.

Todos los personajes son unos cabrones, y eso es genial. El autor lo hace especialmente bien con Lily, a la que es imposible no animar pese a que sea una asesina a sangre fría ya desde bien pequeña. Pero es que la tía es la caña ideando asesinatos y saliéndose con la suya, siempre me encantan estos personajes que van un paso por delante de todos los demás. Sus capítulos son de lejos los mejores.

La prosa de Swanson es bastante sencilla y se nota que está empezando, además abusa mucho de las descripciones del cielo. También creo que tiene muy marcado lo de los estereotipos femeninos (Miranda especialmente) pero no hace un mal trabajo con las personalidades de Lily y compañía.

La novela tiene una resolución muy buena (aunque no tan espectacular como esperaba viendo cómo se estaba desarrollando todo) y muy satisfactoria, y está muy bien que en general Swanson no tire de tantos clichés como otras recientes novelas famosas del género. The kind worth killing engancha, sorprende y diverte, o sea que cumple perfectamente su función. Ya tengo el resto de novelas del autor en mi TBR.

Nota: 4/5