sábado, septiembre 12, 2020

Quién sabe si mañana seguiremos aquí

Esta es la novela en la que se basó la película de 2017 Memorias de un Asesino. Está narrada desde el punto de vista de un asesino en serie retirado, ya anciano, que padece de Alzheimer. Cuando un nuevo asesino comienza a actuar en su barrio y el hombre se convence de que el culpable es el prometido de su hija, se promete a sí mismo que saldrá de su retiro para matarlo.

Es un libro muy cortito que se lee prácticamente de una sentada: son poco más de ciento cincuenta páginas y muchos de los capítulos tienen un párrafo o dos de duración. El formato es muy original, al seguir los pensamientos de este monstruo al que le cuesta mucho operar en su vida diaria y que cada vez olvida más cosas.

Es una lectura fascinante, su autor Kim Young-ha nos mete en la mente de un asesino de una forma espectacular, ya que de alguna manera padeces por él, al ver cómo se deteriora su mente y sin saber si llegará a cumplir su objetivo o no, si al final lo atrapará la policía por sus crímenes del pasado o seguirá librándose.

La novela arroja una mirada al mal funcionamiento del sistema policial en la época en la que el protagonista era un asesino en serie activo, una época en la que la gestión por captura a los espías del norte dificultaba la investigación de otro tipo de crímenes. También es una reflexión acerca de la soledad, la vejez y la muerte.

Es una historia de narrador poco fiable de manual, que guarda unas cuantas sorpresas y es que, como suele pasar, nada es lo que parece.

En Corea del Sur son los auténticos maestros a la hora de estrenar thrillers y parece que en la literatura no se quedan atrás. Muy recomendable para los que busquen una novela negra que se salga de lo habitual y que te puedes despachar en una tarde.

Muchas gracias a mis amigas por regalarme este libro por mi cumpleaños, que además ha sido una de las lecturas más destacadas de lo que llevo este año. ¡Sois un amor!

Nota: 4/5

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