martes, junio 29, 2021
Voces del silencio
lunes, junio 28, 2021
Chicas salvajes
La verdad es que yo lo he encontrado bastante regulero, y no me ha parecido que tuviera ningún aspecto que destaque especialmente. La premisa sí es interesante y da para mucho juego: un grupo de chicas, estudiantes en una residencia en una isla casi en medio de ninguna parte, son infectadas por un extraño virus que hace mutar a aquellas que sobreviven. Tras un año y medio de cuarentena, esperando en vano que llegue la cura, la protagonista empieza a plantearse muchas cosas después de que algo le suceda a su mejor amiga.
Primer problema: por supuesto está escrito en primera persona del presente, y la protagonista es sosa no lo siguiente, además de ser muy pasiva en general, así que no me resultó especialmente interesante estar en su cabeza. Ningún personaje tiene personalidad, la única tal vez Reese y básicamente su personalidad es estar enfadada todo el rato. Tampoco hay mucha acción y el terror es mínimo, por ejemplo la autora saca muy poco partido de las mutaciones de las chicas. Que entiendo que por la situación en la que están la apatía es inevitable pero uf, desde fuera se hace muy pesado.
Todo es muy simplón. La prosa de Powers, los diálogos (ningún personaje suena natural), la explicación del virus, las situaciones terroríficas (te venden el bosque como algo espeluznante pero tampoco pasa nada del otro mundo). El romance no tiene desarrollo ninguno.
Ni siquiera en plena pandemia esta novela me hizo sentir inquietud. Y encima tiene uno de esos finales que suscitan decir "pues vale" cuando giras la última página y te das cuenta de que todo se puede resumir en un gran meh. Al menos se lee más o menos rápido.
Nota: 2/5
domingo, junio 13, 2021
Nosotros en la luna
Alice Kellen es una autora valenciana que como muchas otras escritoras de literatura contemporánea juvenil en España sitúa sus historias en otros países con personajes en este caso ingleses y estadounidenses. Esto siempre me ha resultado muy llamativo, porque me da la sensación de que hay esa creencia de que si la historia fuera en España y los personajes fueran españoles como que sería inferior, cuando yo creo que es todo lo contrario, pero bueno, en este caso lo medio compro porque uno de los puntos importantes es que Ginger y Rhys viven lejos el uno del otro.
Todo comienza cuando Ginger rompe con su novio de toda la vida y en un arrebato se compra un billete de avión a París. Allí conoce a Rhys, un DJ con el que pasa una noche de confidencias. Decididos a no perder el contacto, se intercambian los correos electrónicos y a partir de entonces se van escribiendo y contando qué es de su vida.
El libro intercala los mails que se escriben el uno al otro con narración de cada uno. El formato me recordó mucho a Donde termina el arcoiris de Cecelia Ahern, con eso de la correspondencia, ese amor imposible y la historia que tiene lugar en el transcurso de varios años. Con menos gracia, eso sí.
La idea de base está bien, la chica que se siente segura con su rutina y su camino establecido conociendo al chico que vive pensando en el presente y que no quiere atarse a nada ni a nadie. Como es de esperar ambos tienen influencia en el otro y lo lógico es que tarde o temprano se encuentren en el medio, el problema es que Rhys es un personaje tan cliché, siendo el típico chico de novela romántica que se cree incomprendido y torturado porque está vacío por dentro y que por eso no puede querer a nadie y trata a todo el mundo como el culo, que termina siendo insoportable. Ginger está un poco mejor pero es algo sosilla, y la narración no ayuda mucho en ese sentido, porque los correos electrónicos llega un punto que aportan muy poco y se hacen pesados, y luego los capítulos desde el punto de vista de cada uno son demasiado cortos y no profundizan lo que deberían en los pensamientos de los dos protagonistas.
Personalmente la novela está mejor cuando no se centra en el romance. Por ejemplo, me gustó mucho cómo Ginger se decide por fin a luchar por sus sueños y no dejarse llevar por lo que sus padres esperaban de ella. La parte de Rhys con su familia no está mal, aunque coincido con muchas reseñas en que el tramo final es un poco precipitado y que se podría haber hecho un poco más de hincapié en las adicciones del muchacho.
También coincido con las reseñas que señalan en que tener sexo sin protección con un tío que te ha estado contando que se mete en la cama con la primera que pilla hasta arriba de cocaína como que no es lo más sensato, pero en fin.
La prosa de Kellen es amena aunque no hay mucha diferencia entre las voces de los personajes salvo que Rhys suelta tacos.
En resumen, una novela que se deja leer medianamente bien pero demasiado cliché y con un protagonista masculino que ya debería estar pasado de moda.
Nota: 2/5