viernes, diciembre 20, 2019

Las chicas de ninguna parte

Con el clima actual del #metoo y una mayor concienciación (o eso quiero creer) acerca del acoso y el abuso sexual, una novela como Las chicas de ninguna parte era inevitable que viera la luz. 

Amy Reed nos ofrece una historia que está narrada bajo el punto de vista de tres chicas adolescentes muy distintas entre sí que forman un vínculo muy especial cuando, reflexionando sobre una terrible violación en grupo que sucedió el año anterior y que causó que la víctima se marchara de la ciudad después de que todo el mundo la juzgara a ella en vez de a los violadores, deciden formar un club clandestino para proteger a las chicas y evitar que vuelva a sucede algo similar. Poco a poco, más chicas se van uniendo a la iniciativa y cogen tanta fuerza que comienzan a causar una rebelión en el instituto.

Desgraciadamente, el tema sobre el que Reed basa su novela está muy de actualidad, en nuestro país mismo tenemos el caso de La Manada u otros incidentes más recientes en los que, como ocurre en este libro, se juzga a la víctima más que a los perpetradores. Creo que Las chicas de ninguna parte debería ser una lectura obligada para los adolescentes, tanto chicas como chicos, porque la autora, a través de múltiples personajes, nos muestra diferentes puntos de vista acerca de la sexualidad a esa edad y hace reflexionar sobre las presiones a los que se ven sometidos los chicos de esa edad para practicar el sexo y lo importante que es el consentimiento, más aun cuando todavía se cuestiona que "como no dijo que no no puede ser violación".

Reed no arroja ambigüedad sobre la culpabilidad de los violadores que aparecen en este libro, pero tampoco demoniza al total de la población masculina, es más, por ejemplo cuando las chicas del instituto deciden hacer una huelga de sexo para darle una lección a los chicos, algunas con acierto observan que eso es un castigo para ellas también. La autora hace muy buen trabajo con las diferentes perspectivas, enseñando a chicas que temen el sexo, otras que lo disfrutan plenamente, otras que no están de acuerdo con el movimiento porque piensan que la confrontación es futil... Aunque el protagonismo recaiga en Grace, Rosina y Erin, también vamos viendo a otras chicas aportar su granito de arena.

Las tres protagonistas tienen cada una su personalidad y sus historias personales también están muy bien. Las tres maduran y crecen y se van convirtiendo en mujeres y un aspecto que me gustó mucho también del libro es que en los tres casos la relación que mantienen con sus madres es muy interesante.

Tal vez Las chicas de ninguna parte no sea sutil, pero en casos como este, a veces decir las cosas claramente es la única forma de hacerlas entender. Una novela que pone de manifiesto lo importantísima que es la educación sexual a esas edades y lo mucho que todavía nos falta avanzar para evitar experiencias que pueden ser traumáticas de por vida.

Nota: 4/5

No hay comentarios: