Y por fin llegamos al último tomo de historias auto-conclusivas, antes de meternos de lleno en las peleas y en las hostias, que son lo que han hecho grande a este manga (los que no hayáis leído scans, fliparéis con la saga de Varia, que es alucinante).En este tomo conocemos a Giannini, hijo del "tuneador" oficial de armas de la familia Vongola. Aunque Giannini, o su padre, no suelen salir de Italia para realizar su trabajo, se han visto obligados debido a que unos misteriosos asesinos, de los que se sospecha llevan un camuflaje óptico perfecto, están terminando con la vida de varios capos. Tsuna es el siguiente, a menos que su famiglia pueda evitarlo...
De los tomos de historias auto-conclusivas, éste seguramente sea el mejor, o al menos uno de los mejores. Un tomo veraniego, que sienta de maravilla leerlo en estas fechas, divertidísimo, y ligerito, para que el contraste con el siguiente sea mayor.
Destaca esa monería que es Gokudera de chibi, y por supuesto como Yamamoto en cuanto lo ve tiene que cogerlo en brazos y no soltarlo, la astucia de Goku para vencer a los que atentan contra la vida de su querido décimo capo, y el pobre Tsuna al que siguen persiguiéndole los problemas.
Todos los capítulos de este tomo son destacables, aunque me quedaría con el de la desaparición de Lambo que es bestial, el de la pérdida de confianza de la monísima Haru, y el de la prueba de valor, sólo por la aparición de un personaje totalmente inesperado!
Y bueno, decir que leer de nuevo estos siete tomos ha sido un verdadero placer, están llenos de risas y situaciones disparatadas, y aunque siga habiendo humor en los tomos venideros, estará un poco aparcado en favor de la acción y lo echaré un poquito de menos (pero sólo un poquito, porque las peleas molan tanto, que compensan con creces!!!).
Pronto (en cuanto me lo compre, vaya), reseña del tomo 8 y la aparición de Mukuro-sama y la Kokuyou gang :D
No hay comentarios:
Publicar un comentario