Expiación (Atonement) es considerada por muchos como la gran obra maestra de uno de los autores más destacados de este siglo, Ian McEwan, gracias a su complejidad, profundidad y mezcla de géneros con los que el autor juega con maestría.
El día más caluroso del verano de 1935, nadie presagiaba lo que estaba a punto de ocurrir. Todos los miembros de la família Tallis se preparaban para recibir al hijo mayor, Leon, con relativa normalidad hasta que la pequeña de la casa, Briony, ve algo que le cambiará la vida para siempre: su hermana mayor Cecilia saliendo empapada de una fuente, en ropa interior, mientras a su lado la observa Robbie Turner, el hijo de la servienta y protegido del padre de familia. Es el fin de la inocencia e infancia de una niña de 13 años, aspirante a escritora, que cambia toda su visión sobre el mundo y termina cometiendo un crimen terrible que le perseguirá toda la vida.
La novela se divide en cuatro partes: en la primera, bajo el punto de vista de varios personajes, somos testigos del terrible suceso que ocurre ese día tan caluroso de 1935; en la segunda, McEwan nos hace un terrible retrato de guerra a través de los ojos de Robbie, que únicamente anhela un reencuentro con su amada; en el tercero, Briony trata de buscar su expiación, y en el cuarto, los tres relatos anteriores se unen en un final en el que todo cobra sentido.
Quizá me espera demasiado de esta novela, que aunque me ha gustado mucho, tampoco me ha parecido la obra maestra que sí es para muchos. Es un gran libro, McEwan tiene un gran estilo a la hora de narrar, sobre todo me encanta su retrato de la pequeña Briony y cómo abandona la infancia, me parece perfecto, pero al menos para mí, no pasará a la historia como uno de los mejores libros que haya leído.
La novela se divide en cuatro partes: en la primera, bajo el punto de vista de varios personajes, somos testigos del terrible suceso que ocurre ese día tan caluroso de 1935; en la segunda, McEwan nos hace un terrible retrato de guerra a través de los ojos de Robbie, que únicamente anhela un reencuentro con su amada; en el tercero, Briony trata de buscar su expiación, y en el cuarto, los tres relatos anteriores se unen en un final en el que todo cobra sentido.
Quizá me espera demasiado de esta novela, que aunque me ha gustado mucho, tampoco me ha parecido la obra maestra que sí es para muchos. Es un gran libro, McEwan tiene un gran estilo a la hora de narrar, sobre todo me encanta su retrato de la pequeña Briony y cómo abandona la infancia, me parece perfecto, pero al menos para mí, no pasará a la historia como uno de los mejores libros que haya leído.
Mi parte preferida es la primera, pese a que le cuesta arrancar un poco, y seguramente la cuarta, ya que McEwan cierra su novela con un gran final (con especial atención al espectáculo al que asiste Briony) que, por otra parte, es bastante desalentador. La segunda, quitando las partes que exploran la relación entre Robbie y Cecilia, se me hizo un poco pesada por toda la naracción bélica, que no es especialmente mi género favorito.
Quizá mi pequeña decepción con esta novela es que me esperaba una historia muy emotiva que me rompiera el corazón, y no fue así, quitando un par de trozos aislados, no logré empatizar del todo con los personajes, aunque sí creo que Cecilia y Robbie tienen potencial para convertirse en una de las grandes parejas trágicas de la literatura universal.
Ahora tengo curiosidad por ver la película, porque no me parece un libro fácil de adaptar: hay descripciones extensas, pocos diálogos y mucha introspección. El resultado parece haber agradado a gran parte del público, así que la veremos con un voto de confianza.
Quizá mi pequeña decepción con esta novela es que me esperaba una historia muy emotiva que me rompiera el corazón, y no fue así, quitando un par de trozos aislados, no logré empatizar del todo con los personajes, aunque sí creo que Cecilia y Robbie tienen potencial para convertirse en una de las grandes parejas trágicas de la literatura universal.
Ahora tengo curiosidad por ver la película, porque no me parece un libro fácil de adaptar: hay descripciones extensas, pocos diálogos y mucha introspección. El resultado parece haber agradado a gran parte del público, así que la veremos con un voto de confianza.
Nota: 8
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