Éste es un tomo muy importante de
Trigun Maximum, que marca un punto y aparte bastante significativo. Voy a intentar no colar ningún spoiler por si alguien tiene mucho interés en leerlo, pero no puedo asegurar que no se me escape nada dado todo lo que significa para mí este tomo.
Trigun Maximum es la continuación de Trigun, de la que continúa la historia. ¿Y qué es Trigun? Pues todo un westernazo futurista con mucho humor. Vash la Estampida es el protagonista de este manga, un pistolero no muy espabilado pero con gran capacidad para crear desastres allí donde va. Para asegurarse de que no rompa nada, viaja acompañado de dos agentes de la compañía de seguros, Meryl y Milly, quienes intentarán poner algo de freno a las descabelladas ideas de Vash. Un futuro algo siniestro y tan profundo como divertido sirve de paisaje a las aventuras y desventuras de este grupo de pistoleros. Ésta es la descripción que da la editorial, Glénat, acerca de este manga. Y es curioso que resalten lo de que tiene mucho humor, porque Trigun Maximum es uno de las mangas más dramáticos que tengo en el que la felicidad no es que esté muy presente en casi ningún personaje.
Este tomo sin duda es de los más dramáticos, y de hecho he retrasado lo más que he podido su lectura porque ya sabía de antemano lo que ocurría en este tomo. Pese a ello, pese a saberlo, me dolió igual. Nightow (mi futuro marido) me ha roto el corazón muchas veces, tanto en la serie de anime de Gungrave como en diferentes tomos de Trigun Maximum, y promete seguir haciéndolo en tomos venideros.
En fin, un tomo muy triste pero que tiene un punto de hermoso también. La pelea entre Wolfwood y Razlo es espectacular. Durante la pelea Vash acude a ayudar a su amigo Wolfwood quien se encuentra en graves apuros. En un instante de la misma, Wolfwood protege a Vash y durante un momento los dos amigos pelean cogidos el uno al otro. Quién me iba a decir que una escena que quizá en otras circunstancias me hubiera hecho fangirlear como una loca, aquí me hiciera derramar lágrimas sin parar. El desenlace supongo que es el que tenía que ser.
Me da un poco de pena que Trigun Maximum no sea un manga especialmente popular. Ya sé que ahora el nuevo precio no anima precisamente a probarlo y que la cosa no se pone interesante de verdad hasta que empieza a desligarse definitivamente del anime, pero es un manga espectacular con unos personajes tan complejos y con tantos matices que hasta parece mentira. Nunca me cansaré de decir que Yasuhiro Nightow es un genio y que lo demuestra tomo tras tomo.
Lástima que ya queda muy poco para alcanzar la edición japonesa, eso sí.