Ya me he leído este primer tomo del manga de Kazuki Nakashima y Shu Akana (dibujante de Yûgo el Negociador). Me reitero en que la edición es fantástica, con un papel de gran calidad y una ilustración a color que es una auténtica maravilla, tanto por la calidad de la impresión como por el arte de Mr. Akana.
En líneas generales este primer tomo me ha gustado mucho, se me ha hecho muy entretenido y me ha enganchado bastante. El tomo está formado por tres historias auto-conclusivas que Jyô, el protagonista, se encarga de resolver con la ayuda de su amiga Okin.
Tanto Jyô como Okin me caen muy bien y eso ha ayudado a que el manga me haya enganchado desde el principio. El tema de los demonios me ha parecido muy interesante.
El manga peca de no tener un argumento definido, porque el primer tomo se compone únicamente de historias que empiezan y terminan, pero está claro que siendo éste el primer tomo a medida que avance la historia se irán añadiendo tramas argumentales y conoceremos más acerca de los protagonistas, así que estoy convencida de que este manga aún tiene que mejorar más.
En definitiva, que compré este manga con muchas ganas, no sólo con la idea de aportar mi granito de arena para que Mangaline se decida a reeditar Yûgo sino también porque la historia tenía buena pinta, y así es, no me ha decepcionado en absoluto.
Ahora a esperar al Salón del Manga para disfrutar del segundo tomo de este estupendo manga.
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