domingo, julio 03, 2022

Thy Soul Shall Bear Witness!

Publicada en 1912, esta novela es obra de Selma Lagerlöf, la primera mujer en ganar el premio Nobel de Literatura. Originalmente a la autora se le encomendó escribir un tratado sobre prevención y cuidado de la tuberculosis, pero a Lagerlöf se le ocurrió convertirla en una historia sobrenatural basada en una antigua leyenda.

Se dice que en la noche de fin de año, a la última persona en morir se le aparece una carreta cochambrosa conducida por un ser ataviado con una túnica negra con capucha y una guadaña. Esta persona, durante un año entero, es la encargada de recoger las almas de los fallecidos, y al finalizar este año, le entrega el testigo al último en morir. Una hermana del ejercito de salvación moribunda de tuberculosis, a la que le queda muy poco tiempo, tiene un último deseo antes de morir: quiere ver a un hombre llamado David Holm. El tal Holm, un canalla alcohólico que siempre está metido en problemas, se acaba de pelear con dos vagabundos que le han pegado una paliza y lo han dejado a las puertas de la muerte. Holm, que precisamente estaba contando la leyenda de esta carreta espeluznante, la ve aparecer, y se lleva una sorpresa cuando descubre que conoce al conductor.


El principio de esta novela me gustó muchísimo, especialmente las descripciones de la carreta, con su caballo y conductor, que son muy vívidas. Es la parte de la historia que más tira hacia el terror y la autora tiene un estilo muy accesible, con unas descripciones que cobran vida con mucha facilidad. También es una historia que ahora en tiempos de pandemia nos puede resultar muy familiar, ya que retrata los peligros de que alguien enfermo tosa en la cara de los demás, de la importancia de esterilizar la ropa, etcétera.

La historia está estructurada de una manera que recuerda irremediablemente a Un cuento de Navidad de Charles Dickens, con un David Holm que es un indeseable que ha hecho de la vida un infierno para sus allegados y al que se le enseña una lección en esta fecha tan señalada. De este modo, el carretero se lo lleva a visitar a varias personas afectadas por él para que se de cuenta de cómo ha actuado.

El problema es cómo está planteada esta redención. Soy consciente de que hace más de cien años que se escribió esta novela pero uf, la forma en la que la historia trata a la esposa de David Holm es horripilante, y no hay ninguna justificación por la que a Holm se le de la oportunidad de redimirse, la verdad. Viene a ser lo de que si uno se arrepiente de sus pecados entonces todo está bien a ojos de Dios, una moralina que a mí personalmente a no ser que esté excepcionalmente bien presentada yo no compro.

Por este motivo, aunque al principio estaba muy metida en el planteamiento, no fui capaz de disfrutar de su lectura. Insisto, eso sí, en que está muy bien escrita.

Nota: 2/5

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