domingo, abril 29, 2018

Posesión

Publicado con el seudónimo de Richard Bachman, Posesión entra en la lista de novelas de Stephen King en la que vehículos están íntimamente relacionados con la muerte de los personajes: en este caso, furgonetas sacadas de una serie de dibujos animados.

La acción transcurre en una tranquila tarde de verano a las afueras de Ohio. Los vecinos de la calle Poplar pasan el tiempo con sus quehaceres habituales: lavando el coche, arreglando el jardín, tocando la guitarra, comprando chocolatinas, repartiendo periódicos, jugando en el jardín con un disco de playa... Hasta que una furgoneta roja abre fuego de repente, cobrándose las primeras víctimas. Será el inicio de una terrible pesadilla en la que los habitantes de esta apacible calle tendrán que luchar con uñas y dientes por la supervivencia.

Así da comienzo una frenética y salvaje novela en la que nadie está a salvo de las ansias asesinas de los MotoKops 2020, una serie de dibujos animados infantiles que causan furor entre los niños. Y lo peor de todo... que el verdadero culpable está más cerca de lo que piensan.

El inicio del libro es absolutamente brutal, sobre todo por lo repentino del asunto. Evidentemente que la trama es totalmente sobrenatural por lo que no se puede aplicar a la realidad, pero el tema de que venga un lunático con una furgo y disparando de golpe y porrazo desgraciadamente no es algo tan poco común por lo que cuando empieza a pasar todo es como si recibieras una bofetada.

La narración, como es habitual en múltiples puntos de vista, se va intercalando con páginas del diario de Audrey, dibujos, postales, cartas, y hasta guiones de la serie de dibujos y de la película que ve Seth. Estos ayudan a ir comprendiendo cómo se ha llegado a ese pifostio, pero los guiones, sobre todo el segundo, cortan mucho el rollo.

El misterio, como suele pasar en este tipo de historias, mola menos cuanto más sabes, y Tak cuanto más sale más odioso se vuelve. Y sus motivaciones... Uf. Las últimas cien páginas, cuando todo empieza a convertirse en un western, el libro se hace muy pesado. 

Posesión empieza muy bien pero se va desinflando cuanto más avanza. Aun así, es un libro muy en la línea de King con algunos momentos realmente memorables. 

Y qué gracioso es King, escribiendo con un seudónimo para hacer menciones a sus propios libros...

No hay comentarios: