Que el manga era una moda pasajera y le quedaban como mucho tres años de vida lo llevamos oyendo casi desde que comenzaron a llegar los primeros títulos, pero a estas alturas ya nadie se lo cree. No sólo el manga está asentadísimo en nuestro mercado, sino que el éxito ha sido tal que las editoriales ya están apostando por productores similares para seguir sacando tajada. Manhwa, manhua, amerimanga, iberomanga... No podía faltar pues el manga europeo, y menos de un país como Alemania que es de los que más apuesta por autores patrios.
En Yo Misma, la protagonista, Chiyo, vuelve a Japón después de pasar tres años en el extranjero. Es hora de recuperar sus viejas amistades y de seguir con la vida que tenía antes de marcharse, pero después de conocer a la triste y solitaria Sorai, su prioridad será ayudarla de salir del mundo interior en el que se ha encerrado.
Nina Werner es una joven autora nacida en 1986 que, como muchas de su generación, comenzó a dibujar inspirada por sus mangas y animes favoritos. Con sólo 20 años ha logrado el éxito en su país con su obra debut, Jibun Jishin, Yo Misma, que en poco tiempo ya ha visto la luz en otros países europeos.
Yo Misma apunta maneras, pero es el primer trabajo profesional largo de la autora y se nota. A la historia principal le cuesta arrancar y los personajes son estereotipados y algo planos, de hecho la protagonista del manga es de los personajes que menos aporta a la trama. También hay un cierto abuso de los gags cómicos y los super-deformeds para una historia que pretende ser más bien seria.
Pero también tiene cosas buenas, la historia de Sorai es interesante y sobre todo destaca el bonito dibujo de Werner, que entra muy fácilmente por los ojos y que promete que en unos años y con más experiencia será una autora a tener en cuenta.
En definitiva un título que no destaca entre la gran cantidad de novedades, pero que quizá agrade a los lectores más jovencitos que únicamente busquen pasar un rato ameno.
Nota: 5'5
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