sábado, mayo 19, 2007

El Pasillo de la Muerte

También conocido como La Milla Verde, nombre original y que también recibe la adaptación cinematográfica con Tom Hanks como protagonista.

1932. Paul Edgecombe trabaja como jefe de plantilla en el bloque E de la prisión de Cold Mountain, el bloque de los condenados a muerte. Aunque nunca fue un trabajo agradable, Edgecombe, quien nos narra la historia desde su punto de vista, no fue hasta 1932 que empezó a plantearse todas sus creencias. Después de acompañar a más de setenta presos a la silla eléctrica, es en 1932 cuando ocurrió algo extraordinario en la vida de los guardias del bloque E, la milla verde, llamado así por el horrible color del tapizado.

1932 fue el año de entrada de Eduard Delacroix, el francés medio calvo que había conseguido amaestrar a un avispado ratoncillo llamado Cascabel, también fue el año de William Wharton, psicópata al que no le importaba nada y que tenía tatuado el nombre de Billy el Niño en un brazo, y también fue el año de John Coffey (suena parecido a café, pero no se escribe igual), un negrazo enorme de aspecto bonachón que no paraba de llorar y repetir "No pude evitarlo. Lo intenté, pero era demasiado tarde".

Coffey, acusado de violar y asesinar a las pequeñas gemelas Detterick, de escasa inteligencia y miedo a la oscuridad, obsesionó a Edgombe en el momento en el que descrubrió su don sanatorio y empezó a pensar que se habían equivocado con su sentencia...

El Pasillo de la Muerte, o La Milla Verde, fue un intento de volver a publicar una novela por entregas tal como se hacía antiguamente con escritores como Charles Dickens. Stephen King, que llevaba años dándole vueltas a esta historia, decidió probar fortuna con este método y el resultado no pudo ser mejor, ya que se convirtió en una de las novelas más vendidas.

Afortunadamente he podido leer la historia seguida porque creo que no hubiera podido aguantar entre entrega y entrega, casi me lo he leído de un tirón de lo metida que estaba en la historia.

Aunque Stephen King sea uno de los reyes del género de terror y esta novela sea promocionada como tal, lo cierto es que se aleja bastante del género y nos encontramos ante un drama humano centrado en los personajes y los múltiples matices que cada persona posee.

A partir de un escenario, frío, tenso y terrorífico como es la milla verde, la antesala de la muerte, King nos presenta el lado más humano de hasta las personas más bajas de la sociedad y cómo el hecho de estar a un lado o a otro de los barrotes de la prisión no te hace peor o mejor persona. ¿Cómo no sentir pena por Delacroix, y eso que estamos ante un hombre que violó y asesinó a una chica y en su afán por ocultar el crímen terminó por quemar vivas a seis personas más? Delacorix, un hombre que sonríe mientras Cascabel empuja el carrete o devora sus caramelos de menta. Y en cambio en el lado de los guardias tenemos a Percy Wetmore, sobrino del gobernador y niño mimado, y que es tan hijo de puta que hasta Wharton casi cae mejor que él.

King construye a unos personajes maravillosos, terriblemente humanos y cercanos, asesinos, violadores, pero que en el momento de la verdad casi todos se ablandan y lloran como niños cuando deben sentarse en la silla eléctrica. Este libro sin duda hace reflexionar sobre la pena de muerte, sobre el sistema de justicia y por supuesto sobre el racismo.

Porque Coffey es el auténtico motor de libro, ese grandullón con miedo a la oscuridad acusado de un crimen terrible que tiene el poder de curar con sus enormes manos. Coffey, ese ser adorable al que creo que es imposible no coger cariño.

Edgecombe va relatando los sucesos de ese otoño de 1932 pero no todos los sucesos están ordenados cronológicamente sino que va avanzando cosas y dejando pistas sobre lo que nos espera más adelante cosa que hace que sea tremendamente difícil cerrar el libro y seguir al día siguiente. Pero todo al final tiene su respuesta, no la que uno desearía, claro, pero todo se cierra maravillosamente y no queda ningún fleco sin resolver.

No me quiero extender mucho más porque por mucho que diga, no voy a hacer justicia a la genialidad que es esta novela, seguramente una de las más duras y emotivas que he leído nunca, de esas que te llegan al alma y te desgarran y te hacen plantearte muchas cosas. ¿Quién me iba a decir a mí que acabaría llorando como una madalena con un libro de Stephen King?

Sin duda, una de las mejores obras de King y una auténtica obra maestra.

Nota: 10

lunes, mayo 14, 2007

Peach Girl #1

Este es uno de esos mangas que parecía que nunca iban llegar a España pero que ya esta aquí gracias a Planeta. En cuanto salió no dudé ni un momento en hacérmela y por fin me he leído el primer tomo.

Momo lo pasa mal por su aspecto de ko-gal. Como practicaba natación con frecuencia, su piel es muy morena y es muy difícil que se le vaya el color, y su pelo es bastante claro, tanto que parece teñido. Por esa razon siempre la juzgan antes de conocerla y todo el mundo suele pensar que es una fresca que se va con cualquiera por dinero o simplemente por diversión.

Pero Momo no es así, sino todo lo contrario. Más bien es bastante tímida y todavía no se ha atrevido a dar el paso y declararse al chico que le gusta desde hace años, Tôji. El problema es que una vez le dijeron que a Tôji le gustan las chicas blanquitas, por lo que Momo está decidida a perder el color de su piel y entonces confesarle a Tôji lo que siente.

Pero Momo tiene que lidiar con algo todavía peor, y esa es Sae. Sae va de su amiga pero Momo ya la ha calado, y es que a Sae se le antoja todo lo que le gusta a Momo. Ya sean los calcetines, el color del pintalabios, las horquillas del pelo o un bolso. Y, por supuesto, Momo no tiene ninguna duda de que si Sae se entera que le gusta Tôji, irá corriendo a quitárselo. Por eso, cuando Sae le pregunta si le gusta alguien, Momo decide inventárselo y señalar al primer chico que ve... Que no es ni más ni menos que Kairi Okayasu, el chico más popular del instituto y que para postres está enamorado de Momo desde que ésta le salvó la vida un par de años atrás.

Suponía que este manga me iba a gustar pero la verdad es que me ha encantado. Lo he encontrado muy divertido, los personajes son geniales y el dibujo es una preciosidad, me ha tenido enganchada hasta que he terminado el tomo (¡quiero el segundo!). Momo es majísima, me cae fenomenal. Kairi es un amor y lo adoro ya (impagable la escena del socorrista), y Tôji es bastante tontito, pero es una monada también.

Lo cierto es que los dos chicos me gustan y todavía no me he decidido por cuál quiero que se quede con Momo (el otro que se quede conmigo :p).

Sae es una guarra con todas las letras, qué mala, por diossssss.

Por cierto que me ha encantado la traducción de este manga, me ha parecido muy fluida y muy natural, las expresiones están muy bien conseguidas. Se nota que es cosa de Daruma que suelen trabajar muy bien.

Ahora a ver si aguanta el tirón 17 tomos más, yo de momento estoy deseando leerme el segundo a ver cómo continúa la cosa.

viernes, mayo 11, 2007

El Club Dumas

Hasta ahora, mi experiencia con Pérez-Reverte se resumía en haber leído un único libro de él, La Carta Esférica, experiencia que no fue buena sino todo lo contrario. En realidad, La Carta Esférica es uno de los libros más soporíferos que he leído en toda mi vida y me costó horrorores terminarlo, si lo acabé lo hice sólo por orgullo.

Pero eso no me desanimó a leer algo más de este autor, al fin y al cabo una sola obra no es suficiente para juzgar a un escritor, así que probé con El Club Dumas que ya hacía tiempo que quería leerlo, desde que ví la película con Johnny Depp que, aunque no era nada del otro mundo, tenía una premisa interesante.

Lucas Corso es un cazador de libros, un mercenario. Busca libros raros, negocia con ellos, los investiga... Simultáneamente recibe dos trabajos. El primero es un favor personal a un amigo que acaba de adquirir una rareza, un manuscrito de uno de los capítulos de Los Tres Mosqueteros, aparentemente escrito de puño y letra del propio Dumas, que necesita ser autentificado antes de revenderse. Por otra parte un poderoso bibliófilo le ha pedido a Corso que investigue el libro Las Nueve Puertas, libro por el que su autor fue quemado ya que se dice que oculta el poder de invocar el diablo. Aunque supuestamente sólo se salvó un único ejemplar, hay constancia de que existen tres de ellos. Corso debe averiguar si el ejemplar que ha caído en sus manos es auténtico así como los otros dos, y, si lo son, apoderarse de ellos al precio que haga falta.

Pero un trabajo como éste, al contrario de lo que pueda parecer, no es nada tranquilo sino todo lo contrario, Corso se verá inmerso en toda una trama de intriga y peligro que parece sacada directamente de Los Tres Mosqueteros, con un Rochefort que se empeña en seguirlo a todas partes, una Milady de armas tomar, un Richelieu que mueve los hilos detrás de la cortina y una chica de intensos ojos verdes tan misteriosa como el propio diablo.

Afortunadamente, mi experiencia con El Club Dumas ha sido opuesta a la que viví con La Carta Esférica. El Club Dumas es una novela bastante más apasionante que no se hace nada aburrida (quitando uno de los primeros capítulos, cosa que me asustó porque ya me veía otra vez leyendo a la fuerza) y mantiene el interés hasta el final.

Puede ser que uno de los puntos a favor que tiene este libro sea las dos tramas paralelas, que se van entremezclando a medida que avanza la historia y que permita repartir el interés de forma que ninguna de las dos se haga demasiado pesada. Personalmente, a mí me gustaba mucho más la trama de Las Nueves Puertas y por desgracia tiene algo menos de peso que la otra (como ya se puede apreciar con el título del libro, vaya).

Aunque no abandona el género de intriga en ningún momento, casi se podría decir que esta novela es más un homenaje a la literatura y especialmente a Alejandro Dumas que otra cosa, la cantidad de citas, pasajes y curiosidades que se cuentan de Los Tres Mosqueteros es increíble, así como de multitud de otros libros, tanto reales como ficticios, en este último caso los relacionados directamente con Las Nueve Puertas y todo el tema del ocultismo. Muy interesante también todos los datos que se van dejando caer sobre el diablo y las múltiples formas que puede tomar éste.

Como cosas que no me gustaron, destacaría dos. La primera es el punto de vista en el que está narrado el libro, y es que supuestamente el narrador es Boris Balkan (que no se parece mucho a su homónimo en la película), el experto en Dumas al que Corso acude a pedir opinión sobre el manuscrito. Pero que él sea el narrador es absurdo porque sólo aparece en tres capítulos si mal no recuerdo y el resto de capítulos tienen que estar narrados en tercera persona. ¿Y qué pasa? Pues que si es el primer capítulo no pasa nada, pero si sale después de leer páginas y más páginas en las que conocemos todo lo que le pasa por la cabeza a Corso, que salga Balkan de narrador chirría muchísimo, yo era incapaz de situarme cuando esto ocurría y al hablar en primera persona yo seguía pensando en que era Corso el que lo hacía. Esto mismo ocurría en La Carta Esférica con idéntica reacción por parte mía.

La segunda es los personajes, y es que ninguno de ellos llegó a calarme demasiado, quizá Corso algo (que no es nada Johnny Depp) pero especialmente tengo que mencionar a Irene Adler porque no me gusta nada el papel que tiene esta chica en el libro, le veo poco sentido.

Finalmente comento que tenia miedo de que el final y la resolución del misterio de Las Nueve Puertas fuera una tontería (no me acuerdo muy bien de la peli porque la ví hace muchos años, pero creo que no me gustó nada cómo terminaba), pero está bastante bien resuelto.

Nota: 8

Seguiré probando con Pérez-Reverte, que también tengo muchas ganas de leer La Tabla de Flandes.

miércoles, mayo 09, 2007

Zatch Bell! #15

Qué grande. En apenas 200 páginas, Makoto Raiku me ha hecho reír, me ha hecho llorar, me ha hecho abrir los ojos como platos y alucinar con los combates y encima me ha dejado con ganas de más, de mucho más.

El tomo empieza con la pelea correspondiente, en este caso le toca el turno a Kid y el Dr. Enigma y a Kanchome y Folgore. Una pelea que empieza siendo muy muy freak y termina por ser de las más emotivas del manga hasta el momento. Kid pelea como un auténtico campeón y con muchísima valentía, y es que todos los mamodos, incluso los más cobardes, siempre encuentran su fuerza cuando la necesitan. La verdad es que Kid no era un mamodo que me llamara demasiado, es gracioso y tal pero no era de mis favoritos, pero Raiku le da mucha personalidad en este tomo. Preciosa la relación de amistad entre él y el Doctor Enigma.

Kiyomaro y Zatch y Sunbeam y Ponygon también tienen su batalla, contra uno de los mamodos más poderosos que se han visto hasta ahora, Pamoon, un mamodo que ha logrado hacerse muy fuerte después de pasar un terrible y agónico sufrimiento. Me ha gustado muchísimo la historia con Pamoon, lo poco que sale y le he cogido un gran cariño, no tengo remedio.

Y la recta final del tomo es simplemente alucinante con la aparición de dos personajes a los que ya les tocaba verles el pelo y que hacen una entrada en escena simplemente brutal, casi no pude parpadear en el último capítulo de lo intenso que estaba siendo todo.

En fin, ya se va acercando el final de la saga y el siguiente tomo promete mucho. ¡Muérete, Sofis!

lunes, mayo 07, 2007

Lovers Flowers

Me apetecía leer un shoujo "noño", sencillo y romanticón y sin duda Lovers Flowers me lo ha proporcionado.

Este tomo único de Yuna Anisaki está compuesto por tres historias cortas:

-Lovers Flowers: Hayuri quiere declararse al chico que le gusta, el capitán del equipo de baloncesto de su instituto, e ir con él a ver los fuegos artificiales, ya que se dice que si una pareja se besa debajo de ellos será feliz y se querrá para siempre. Un compañero de clase y también miembro del equipo, Takeru, decide echarle una mano y colocarla como mánager del equipo, pero presentándola ¡como su novia!

-Burst Girl: Aki es muy enérgica y muy muy fuerte, ya que practica karate desde pequeña, desde que se apuntó para estar cerca del chico que le gusta, Yosuke. Pero es tan fuerte que en una competeción tumbó a Yosuke y desde entonces éste dejó de practicar karate. Aki, que todavía está enamorada de él, tiene como mayor objetivo lograr que Yosuke vuelva al dojo con ella, pero entre que éste no quiere y que otro chico de su instituto, Okano, está cada vez más itneresado en salir con Aki, las cosas se complican.

-¡¡Fake!!: Saori es huérfana. Su madre murió cuando ella era muy pequeña y su padre, dueño de una importante galería de arte, falleció en un accidente después de ser acusado de estafador. A Saori le fue arrebatado todo, incluído un collar de diamantes único recuerdo de su madre. Saori busca recuperarlo, mientras se gana la vida falsificando objetos de lujo que intercambia por otros auténticos que después vende.

Como se ve las historias son bastante simples, pero Anisaki se las apaña para hacerlas muy simpáticas y que se lean en un momento.

La primera historia sin duda es la mejor de todas, es muy muy mona y me dejó con muy buena sensación. Por cierto que en muchos momentos me recordó a Akuma de Sorou: la chica que va a declararse al capitán del equipo de baloncesto, el otro chico que es un crack jugando, y que además se llama Takeru... Supongo que la autora deber ser fan de Akuma.

La segunda historia también me gustó, además la protagonista es muy activa y nada tímida, eso me gusta, y Yosuke es una monada.

La tercera es la primera historia que publicó Anisaki y se nota, tanto en el dibujo que es mucho más antiguo como en la narración, que se hace bastante más pesada que en las dos anteriores historias.

El dibujo de Anisaki también es sencillito pero muy bonito y efectista.

En definitiva un tomo bastante mono, buscaba algo romanticón para pasar el rato y lo encontré de sobras en las historias de Lovers Flowers. Además me ha gustado el estilo de Yuna Anisaki, tengo ganas de leer el otro tomo que hay aquí publicado de ella.

Nota: 6'75