Qué grande. En apenas 200 páginas, Makoto Raiku me ha hecho reír, me ha hecho llorar, me ha hecho abrir los ojos como platos y alucinar con los combates y encima me ha dejado con ganas de más, de mucho más.
El tomo empieza con la pelea correspondiente, en este caso le toca el turno a Kid y el Dr. Enigma y a Kanchome y Folgore. Una pelea que empieza siendo muy muy freak y termina por ser de las más emotivas del manga hasta el momento. Kid pelea como un auténtico campeón y con muchísima valentía, y es que todos los mamodos, incluso los más cobardes, siempre encuentran su fuerza cuando la necesitan. La verdad es que Kid no era un mamodo que me llamara demasiado, es gracioso y tal pero no era de mis favoritos, pero Raiku le da mucha personalidad en este tomo. Preciosa la relación de amistad entre él y el Doctor Enigma.
Kiyomaro y Zatch y Sunbeam y Ponygon también tienen su batalla, contra uno de los mamodos más poderosos que se han visto hasta ahora, Pamoon, un mamodo que ha logrado hacerse muy fuerte después de pasar un terrible y agónico sufrimiento. Me ha gustado muchísimo la historia con Pamoon, lo poco que sale y le he cogido un gran cariño, no tengo remedio.
Y la recta final del tomo es simplemente alucinante con la aparición de dos personajes a los que ya les tocaba verles el pelo y que hacen una entrada en escena simplemente brutal, casi no pude parpadear en el último capítulo de lo intenso que estaba siendo todo.
En fin, ya se va acercando el final de la saga y el siguiente tomo promete mucho. ¡Muérete, Sofis!
El tomo empieza con la pelea correspondiente, en este caso le toca el turno a Kid y el Dr. Enigma y a Kanchome y Folgore. Una pelea que empieza siendo muy muy freak y termina por ser de las más emotivas del manga hasta el momento. Kid pelea como un auténtico campeón y con muchísima valentía, y es que todos los mamodos, incluso los más cobardes, siempre encuentran su fuerza cuando la necesitan. La verdad es que Kid no era un mamodo que me llamara demasiado, es gracioso y tal pero no era de mis favoritos, pero Raiku le da mucha personalidad en este tomo. Preciosa la relación de amistad entre él y el Doctor Enigma.
Kiyomaro y Zatch y Sunbeam y Ponygon también tienen su batalla, contra uno de los mamodos más poderosos que se han visto hasta ahora, Pamoon, un mamodo que ha logrado hacerse muy fuerte después de pasar un terrible y agónico sufrimiento. Me ha gustado muchísimo la historia con Pamoon, lo poco que sale y le he cogido un gran cariño, no tengo remedio.
Y la recta final del tomo es simplemente alucinante con la aparición de dos personajes a los que ya les tocaba verles el pelo y que hacen una entrada en escena simplemente brutal, casi no pude parpadear en el último capítulo de lo intenso que estaba siendo todo.
En fin, ya se va acercando el final de la saga y el siguiente tomo promete mucho. ¡Muérete, Sofis!
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