Hasta ahora, mi experiencia con Pérez-Reverte se resumía en haber leído un único libro de él, La Carta Esférica, experiencia que no fue buena sino todo lo contrario. En realidad, La Carta Esférica es uno de los libros más soporíferos que he leído en toda mi vida y me costó horrorores terminarlo, si lo acabé lo hice sólo por orgullo.
Pero eso no me desanimó a leer algo más de este autor, al fin y al cabo una sola obra no es suficiente para juzgar a un escritor, así que probé con El Club Dumas que ya hacía tiempo que quería leerlo, desde que ví la película con Johnny Depp que, aunque no era nada del otro mundo, tenía una premisa interesante.
Lucas Corso es un cazador de libros, un mercenario. Busca libros raros, negocia con ellos, los investiga... Simultáneamente recibe dos trabajos. El primero es un favor personal a un amigo que acaba de adquirir una rareza, un manuscrito de uno de los capítulos de Los Tres Mosqueteros, aparentemente escrito de puño y letra del propio Dumas, que necesita ser autentificado antes de revenderse. Por otra parte un poderoso bibliófilo le ha pedido a Corso que investigue el libro Las Nueve Puertas, libro por el que su autor fue quemado ya que se dice que oculta el poder de invocar el diablo. Aunque supuestamente sólo se salvó un único ejemplar, hay constancia de que existen tres de ellos. Corso debe averiguar si el ejemplar que ha caído en sus manos es auténtico así como los otros dos, y, si lo son, apoderarse de ellos al precio que haga falta.
Pero un trabajo como éste, al contrario de lo que pueda parecer, no es nada tranquilo sino todo lo contrario, Corso se verá inmerso en toda una trama de intriga y peligro que parece sacada directamente de Los Tres Mosqueteros, con un Rochefort que se empeña en seguirlo a todas partes, una Milady de armas tomar, un Richelieu que mueve los hilos detrás de la cortina y una chica de intensos ojos verdes tan misteriosa como el propio diablo.
Afortunadamente, mi experiencia con El Club Dumas ha sido opuesta a la que viví con La Carta Esférica. El Club Dumas es una novela bastante más apasionante que no se hace nada aburrida (quitando uno de los primeros capítulos, cosa que me asustó porque ya me veía otra vez leyendo a la fuerza) y mantiene el interés hasta el final.
Puede ser que uno de los puntos a favor que tiene este libro sea las dos tramas paralelas, que se van entremezclando a medida que avanza la historia y que permita repartir el interés de forma que ninguna de las dos se haga demasiado pesada. Personalmente, a mí me gustaba mucho más la trama de Las Nueves Puertas y por desgracia tiene algo menos de peso que la otra (como ya se puede apreciar con el título del libro, vaya).
Aunque no abandona el género de intriga en ningún momento, casi se podría decir que esta novela es más un homenaje a la literatura y especialmente a Alejandro Dumas que otra cosa, la cantidad de citas, pasajes y curiosidades que se cuentan de Los Tres Mosqueteros es increíble, así como de multitud de otros libros, tanto reales como ficticios, en este último caso los relacionados directamente con Las Nueve Puertas y todo el tema del ocultismo. Muy interesante también todos los datos que se van dejando caer sobre el diablo y las múltiples formas que puede tomar éste.
Como cosas que no me gustaron, destacaría dos. La primera es el punto de vista en el que está narrado el libro, y es que supuestamente el narrador es Boris Balkan (que no se parece mucho a su homónimo en la película), el experto en Dumas al que Corso acude a pedir opinión sobre el manuscrito. Pero que él sea el narrador es absurdo porque sólo aparece en tres capítulos si mal no recuerdo y el resto de capítulos tienen que estar narrados en tercera persona. ¿Y qué pasa? Pues que si es el primer capítulo no pasa nada, pero si sale después de leer páginas y más páginas en las que conocemos todo lo que le pasa por la cabeza a Corso, que salga Balkan de narrador chirría muchísimo, yo era incapaz de situarme cuando esto ocurría y al hablar en primera persona yo seguía pensando en que era Corso el que lo hacía. Esto mismo ocurría en La Carta Esférica con idéntica reacción por parte mía.
La segunda es los personajes, y es que ninguno de ellos llegó a calarme demasiado, quizá Corso algo (que no es nada Johnny Depp) pero especialmente tengo que mencionar a Irene Adler porque no me gusta nada el papel que tiene esta chica en el libro, le veo poco sentido.
Finalmente comento que tenia miedo de que el final y la resolución del misterio de Las Nueve Puertas fuera una tontería (no me acuerdo muy bien de la peli porque la ví hace muchos años, pero creo que no me gustó nada cómo terminaba), pero está bastante bien resuelto.
Nota: 8
Seguiré probando con Pérez-Reverte, que también tengo muchas ganas de leer La Tabla de Flandes.
4 comentarios:
¿Y los del Capitán Alatriste? :)
También los tengo en la lista, pero no tengo ninguna prisa por leerlos.
La verdad es que coincido completamente con tu opinión de este libro.
Mira que me gusta Perez-Reverte como columnista y el único libro que realmente me ha gustado de él ha sido el Club Dumas. Alatriste no me enganchó y La Reina del Mar me aburrió y me la dejé. De hecho creo que fué el primer libro que no he acabado de leer y me costó lo suyo dejarlo, creo que no me parecía ético dejar un libro a medias, pero cuando piensas en todo lo que hay por ahí para leer como para estar perdiendo el tiempo con algo que no te gusta....
Pues entonces tu experiencia ha sido similar a la mía. El caso es que quería probar algo más a ver si lo de La Carta Esférica era un caso aislado, creo que probaré con La Tabla de Flandes y poco más xD
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