Sigo con este manga. En este segundo volúmen los problemas para Airi, nuestra protagonista, no dejan de aumentar. Ella que sólo soñaba con vivir una vida tranquila y feliz al lado de un hombre maravilloso y desde luego desde la llegada de Alam su vida es de todo menos tranquila.
Nakaoji (empiezo a pensar que soy la única persona del mundo que tiene a Nakaoji como personaje favorito de este manga) sigue siendo lo más cercano al ideal de hombre que tiene Airi, pero cada vez es más difícil acercarse a él, pese a que el chico sigue teniendo esperanzas. Airi, por su parte, cada vez está más confusa puesto que cada vez siente más cosas por el pequeño Alam.
Creo que también soy la única persona a la que le cae mal Alam. Bueno, mal no me cae, de hecho cuando se hace mayor está muy buenorro y me gusta, pero cuando es un crío me cae un poco gordo, la verdad. Pero es que sigo queriendo que Airi se quede con Nakaoji.
En este tomo también tenemos la aparición de un nuevo personaje, Razu, cómo no otro tío bueno también muy interesado por Airi, principalmente por algo que ocurrió hace muchos años correspondiente a su família. Razu se ha hecho muy amiguito de Nakaoji.
Y Airi que se tiene que acostumbrar a tanto lío. Ya ni en el instituto está tranquila. ¿Cómo va estarlo con Alam, Razu, Lei y Jeile, más Nakaoji, por allá? Aunque sinceramente, ya me hubiera gustado a mí estar rodeada de tanto tío bueno en mi época de instituto.
Un tomo muy entretenido y con más ritmo que el anterior, todo ello aderezado con el precioso dibujo de Matsuri Hino. De momento me está gustando, a ver qué tal los dos tomos que quedan.
2 comentarios:
Yo oyendo por todos lados que si alam es un niño muy mono, i love alam, etc etc etc
Otra a quien no le da más este personaje, ¡viva!
Me alegra saber que no soy la única xDDDDD
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