domingo, marzo 20, 2022

Frankenstein

Frankenstein no es un solo un clásico, es historia pura y dura: no solo ha inspirado a numerosas obras de terror que han venido después, sino que básicamente es el punto de partida para la ciencia ficción; y todo ello con una historia que a Mary Shelley se le ocurrió durante una apuesta con sus amigos, cuando solo tenía 19 años.

La historia de Frankenstein ha tenido tantas adaptaciones y versiones que es conocida por todo el mundo, es decir, el científico que juega a ser Dios y le da vida a una criatura que ha creado él mismo de cero. Hasta que su creación se le va de las manos y comienza su pesadilla.

Para alguien como yo que conocía solo lo básico (precisamente acababa de ver la serie de Penny Dreadful, que es una adaptación bastante interesante de esta novela y de otros clásicos del género), me sorprendió el punto de partida del libro: un marinero con aires de grandeza se topa con Victor Frankenstein y este le cuenta toda su historia, desde su infancia hasta el punto en el que nos encontramos en el que Victor busca incansablemente a su criatura para evitar que haga más daño.

Shelley reflexiona acerca de los límites de la investigación científica y cómo no vale todo en pos del avance, la ética ha de jugar un papel importante. Al no pensar en las consecuencias, solo en su gloria personal, Victor acaba cometiendo un error terrible, y no solo eso, sino que se niega a hacerse responsable de sus actos hasta que ya es demasiado tarde, poniendo en peligro a toda la gente importante para él. No creo que Victor sea el verdadero monstruo de la historia, porque aunque obre mal entiendes su punto de vista, pero no se puede negar que su cobardía y egoísmo es lo que propicia que todo desemboque en tragedia. 

Los capítulos más interesantes son los que están contados por la criatura. Shelley hace un gran trabajo mostrándonos las dos caras, y aunque la criatura evidentemente es malvada, no puedes evitar sentir lástima por él cuando te cuenta por todo lo que tuvo que pasar cuando fue abandonado en un mar de dolor y confusión nada más nacer. Inteligente y sensible, se me partió el corazón con su relato de cuando estaba escondido en el cobertizo de una familia de la que anhelaba su amistad y aceptación. Esta es una historia también sobre cómo afectan la soledad y el rechazo a lo diferente. Admito que se me saltó la lagrimilla con ese final, y por mucho empeño que le pone Victor, es muy difícil detestar a la criatura.

En definitiva, una excelente reflexión de que en esta vida casi nada es blanco o negro, y que haya actos que no se puedan justificar de ninguna de las maneras si que se pueden, el menos, comprender en parte. Y que somos humanos y como tal cometeremos errores, pero que hay que ser consecuentes con nuestros actos en vez de fingir que las consecuencias no existen o no tienen importancia, porque nunca sabes qué alcance pueden tener estas consecuencias.

Nota: 4/5

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