sábado, enero 02, 2021

La feria de las tinieblas

La feria de las tinieblas
, o Something wicked this way comes, es un clásico de terror ideal para leer alrededor de Halloween. Es obra de Ray Bradbury, que en esta ocasión se aleja de la ciencia ficción pura (aunque aquí también tenemos a un Hombre Ilustrado) para contarnos una historia inspirada por una experencia personal de cuando era niño.

Lo primero, los nombres de los personajes de esta historia son alucinantes, imagina ser un chaval y llamarte Jim Nightshade, brutal. Tiene que ser genial tener un nombre fuera de lo común, la verdad.

La novela trata sobre dos chicos de trece años, amigos de toda la vida, que sienten una enorme fascinación por un circo ambulante que acaba de montar la parada de un día para otro en su pueblo de Green Town, Illinois, en pleno octubre, unas fechas muy poco habituales. Algo raro pasa con ese circo, y los dos amigos pronto descubren uno de sus terribles secretos: una noria que es capaz de añadir y quitar años de vida a quien se monte en ella.

Bradbury era un escritor maravilloso. No solo tenía una imaginación prodigiosa y sus ideas para sus relatos siempre eran interesantes, sino que además tenía una prosa casi onírica, muy detallada y evocativa. Esto es una virtud o un defecto en función del lector, ya que no a todo el mundo le gusta la llamada "flowery prose" y muchos lectores prefieren un estilo más directo. A mí generalmente no me molesta, y de hecho he disfrutado mucho otros trabajos de Bradbury, pero en esta ocasión, tal vez por la traducción que es de las antiguas que eran bastante más literales, se me ha atragantado mucho.

Y el caso es que me gustan un montón los conceptos que propone el escritor: gran parte de la historia trata sobre hacerse mayor y cómo vivimos el paso de tiempo en función de nuestra edad. Por ejemplo, Jim y Will tienen prisa por hacerse mayores, sin embargo el padre de Will tiene miedo de haber dejado todo lo bueno atrás, de ser egoísta por haber tenido a un hijo a una edad avanzada, y se le trata como a un anciano pese a que no tiene ni cincuenta y cinco años, que hoy día todavía se considera relativamente joven (por ponerlo en perspectiva, el padre de Will tiene la misma edad que Robert Downey Jr. ahora, ¡y nadie diría que RDJ es un anciano!). El miedo a envejecer y ver acercarse la muerte es algo universal, y siempre es interesante ver cómo se explora en la literatura, especialmente en la de género.

También se considera que Bradbury escribió una alegoría sobre la lucha entre el bien y el mal, y como continuamente estamos en conflicto con nosotros mismos para evitar caer en la tentación de lo que sabemos que está mal pero que tiene el hechizo del placer de lo prohibido.

Creo que mi mayor problema es que generalmente las historias sobre circos y monstruos de feria me aburren mucho, y aquí ni siquiera la amistad entre los chicos o el crecimiento del padre de Will me parecieron suficientes como para contrarrestar el poco interés que me suscitaban el señor Dark y compañía. Entre eso y la prosa recargada que la lectura se me hizo muy pesada y me costó muchísimo meterme en la ambientación que propone Bradbury. Una lástima, porque la historia en sí está bien, tal vez fui con la idea equivocada de que iba a leer una especie de Big en versión terror, que no es el caso.

De todas formas, es un libro cortito que creo que se puede disfrutar más si padres e hijos lo leen juntos alrededor de las fechas en las que tiene lugar la historia.

Nota: 2/5

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