sábado, enero 23, 2021

Mi Sombría Vanessa

Antes de nada: he leído este libro en ebook y la edición es una desgracia, plagada de errores tipográficos y gramaticales, como si nadie se hubiera molestado en revisarlo. Menos mal que lo he cogido prestado de la biblioteca y no me he gastado dinero en él, porque me parece bastante vergonzoso poner a la venta un producto profesional de esta manera.

Ya viendo la premisa es fácil ver por qué esta novela es durilla de leer. Trata sobre una chica, Vanessa, que cuando tenía quince años y estudiaba en un internado comenzó una relación sexual con un profesor de cuarenta y dos. La historia está contada a través de la Vanessa adulta, ahora con treinta y dos años, que en pleno apogeo del movimiento #metoo ha visto cómo el profesor ha sido acusado de abuso por otra alumna, lo que le lleva a recordar su pasado, narrado por la Vanessa adolescente.

Es una novela muy, muy frustrante, principalmente porque Vanessa no cree que en ningún momento sufriera abuso ya que ella dio su consentimiento en todo momento. Incluso ella misma admite que una chica de su edad no está capacitada para consentir algo así, pero ¿cómo vamos a culparla? Ella se aferra a su fantasía de que fue una historia de amor truncada por las circunstancias porque pensar en la alternativa es insoportable.

Lo más interesante, si es que le puede tildar así, es ver cómo la descripción de las acciones y sus procesos mentales no concuerdan, por ejemplo la primera vez que se acuestan que es horrible para ella y sin embargo se auto convence de que ha estado bien. Es una novela bastante explícita y cruda, la autora no se corta en las escenas sexuales, y te deja con un nudo en el estómago leer cómo el cabrón de su profesor la manipula, la convence de hacer cosas que ella es obvio que no quiere hacer, cómo se miente a sí mismo y a ella haciéndole creer que son dos almas torturadas que se han encontrado y cuyo amor es merecedor del riesgo que comporta y que en realidad no está haciendo nada malo, sino que no puede luchar por haberse enamorado de ella. El tío le da a leer Lolita y ella se obsesiona con el libro, sin ser capaz de comprender la intención del autor.

También vemos cómo la Vanessa adulta está profundamente traumatizada, aunque ella no lo quiera ver, hasta el punto de creer que las otras chicas que ahora están acusando de abuso al profesor son unas mentirosas. Da mucha pena, la verdad.

Los pensamientos de Vanessa y cómo tergiversa la verdad a instancias de su violador, eximiéndole de toda culpa incluso cuando tiene pruebas de que se ha aprovechado de ella, son tan realistas y dan tanto miedo que mucha gente se ha preguntado si la autora estará escribiendo sobre su propia experiencia, aunque ella diga que no en la introducción del libro. 

El estilo de Russell es bastante regulero, supongo que el hecho de que la traducción no sea nada del otro mundo también influye, pero se puede ver que es muy simple y repetitivo (entre mirar por encima del hombro y encogerse de hombros acabé un poco harta, y tiene otros tics bastante amateurs como lo de mirar por entre las pestañas o dejar escapar el aliento que no sabía que estaba conteniendo), la narración en primera persona del presente es como siempre cansina y el ritmo es un poco irregular. La primera mitad es la más interesante, que es cuando se concentra la parte importante del asunto, pero a partir de ahí se desinfla bastante. La parte de la universidad sobra porque no aporta apenas nada y en cambio las partes de Vanessa con Ruby se me quedaron cortas.

Desgraciadamente el tema que trata da pie a que su historia siempre sea algo actual. El hecho de que sea tan explícito hace que tal vez no sea especialmente adecuado para lectoras más jóvenes, pero realmente creo que por su temática es importante que, al menos, madres y padres hablen del tema con sus hijas para que aprendan a ver las señales antes de que sea demasiado tarde, porque monstruos depredadores como el señor Strane de este libro siempre los va a haber.

Nota: 3/5

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