sábado, febrero 29, 2020

En piel ajena

Ya tenía yo ganas de seguir leyendo a Tana French. En piel ajena es la segunda entrega de su serie sobre la Brigada de Homicidos de Dublín, y en esta ocasión la protagonista es Cassie, la compañera y amiga de Rob en El silencio del bosque.

Cassie, que ahora trabaja en el departamento de violencia doméstica y que todavía está tocada por cómo se resolvió la Operación Vestal, se encuentra con un caso que parece inverosímil: una joven ha sido asesinada en la pequeña población de Glenskehy, una chica que no solo es físicamente idéntica a Cassie, sino que cuyo nombre es el mismo que utilizó Cassie años atrás en su primer trabajo como agente encubierta. Su antiguo jefe, Frank Mackey, cree que es una oportunidad perfecta para investigar este caso como no se ha hecho nunca: infiltrar a Cassie en Whitehorn House, la casa en la que vivía la víctima junto a cuatro universitarios que a todas luces parecen los principales sospechosos, y resolver su asesinato desde dentro.

La premisa es superintrigante ya desde el principio. La idea de la policía haciéndose pasar por la chica muerta y conviviendo con esas cuatro personas sin que ellos sospechen que no es la misma persona es genial. Las historias de agentes infiltrados siempre dan mucho juego porque es muy fácil que el agente en cuestión empiece a sentir un vínculo con aquellos que está investigando, y eso es precisamente lo que le pasa a Cassie, que coge afecto a esos chicos tan extravagantes mientras va explorando el vínculo único que tienen los unos con los otros: el calculador y líder Daniel, la amable Abby, el tímido Justin y el explosivo Rafe. Todos los personajes tienen su qué y sus interacciones, que te dejan con la duda constante de si son genuinas o no, dan mucha chicha a la trama.

Cassie es un poco frustrante en esta novela por la forma en la que se va involucrando en su nueva vida y cómo va perdiendo el norte poco a poco cuanto más tiempo pasa en esa existencia en apariencia tan idílica. French destaca sobre otras autoras del género por su detallada prosa, y refleja muy bien ese sentimiento de nostalgia y de anhelo por alcanzar lo que ya no existe o existió jamás. Vista desde fuera, esa vida que comparten esos cinco jóvenes parece perfecta, pero como se acaba dando cuenta Cassie, exige una serie de sacrificios que no todo el mundo está dispuesto a hacer, aunque ella misma desee en más de una ocasión quedarse allí para siempre.

En piel ajena gira entorno a temas como hasta dónde somos capaces de llegar por proteger aquello que amamos, de lo difícil que es renunciar a aquello que creemos que es lo que realmente queremos, la búsqueda de la identidad, de lo aterradoramente fácil que es perder el rumbo y lo complicado que es vivir bajo unos ideales que se salen de la norma impuesta por la sociedad. 

El misterio sobre la muerte de Lexie siempre está presente, y la resolución es la que tenía que ser, pero el punto fuerte de esta novela es sin lugar a dudas la psicología de todos los personajes presentes. Daniel es fascinante y ojalá hubiera podido pasar más tiempo en esa casa con todos ellos, riendo, jugando a las cartas, discutiendo por tonterías, leyendo junto a la chimenea, y conociéndolos más en profundidad. Es increíble cómo consigue French que nos metamos junto a Cassie/Lexie y los demás entre las paredes de Whitethorn House y lo difícil que es salir de ella una vez lo hemos hecho.

De esos libros que te gustarían que duraran para siempre, la verdad.

Nota: 4/5

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