domingo, febrero 24, 2019

Las primeras quince vidas de Harry August

Catherine Webb es una joven autora británica que escribió su primera novela, Mirror Dreams, a la edad de catorce años. ¡Casi nada! Bajo el seudónimo Claire North publica novelas de ciencia ficción, y Las primeras quince vidas de Harry August, de 2014, es la primera de ellas.

¿Qué pasaría si al morir volviéramos a nacer exactamente en la misma vida pero con los recuerdos intactos de la anterior? En esta novela una parte de la raza humana, los llamados kalachrakas u ouroboros, tienen ese don (o esa maldición, según se mire). Al morir, nacen de nuevo bajo las mismas exactas circunstancias cada vez, y a los pocos años empiezan a recuperar sus recuerdos. Harry August es uno de ellos, pero en su caso, además, es un mnemotécnico, es decir, lo recuerda absolutamente todo. Y en el transcurso de sus primeras quince vidas, después de recibir el mensaje de que el fin del mundo está cada vez más cerca, Harry debe encontrar al causante de ello y detenerlo antes de que sea demasiado tarde.

Las historias de personajes que reviven una y otra vez el mismo momento son abundantes dentro del mundo de la ficción (todos pensamos inmediatamente en una conocida película cuando este argumento sale a colación), pero North consigue que su historia resulte fresca y original. Más filosófica que científica, la novela explora temas como las implicaciones morales y éticas de cambiar o no el curso de los acontecimientos históricos en base a los conocimientos adquiridos en anteriores vidas, la búsqueda de respuestas a cualquier coste o el hastío de tener que pasar por la misma vida continuamente, niños con mentes de adultos, con la vaga conciencia de que uno no valora apenas lo que tiene si sabe que no se termina, y con la dificultad de saber que formar vínculos con personas que no son como ellos solo van a conducir a dolor y a pérdida, porque ellos los recordarán pero no serán recordados por ellos.

Escrita en primera persona, Harry nos ofrece una narración fragmentada que va saltando de una vida a otra de forma desordenada, contándonos la historia de sus vidas a medida que los recuerdos se hacen vitales para la comprensión de la trama global. De este modo Harry nos va explicando las diferencias en la relación de su familia de una vida a otra, cómo una vez fue torturado por alguien que quería información sobre los de su clase, los diferentes amores y compañeras, los otros kalachakras con los que se va encontrando, cómo su mente procesa su condición a medida que va sumando años... Y, por supuesto, cómo va acumulando conocimientos para dar caza al responsable de que el mundo se encamine a su fin y de cómo eso supone el fin de la existencia de millones de personas como ellos que nunca llegarán a nacer.

Las primeras quince vidas de Harry August es en esencia una novela de espías. Está llena de razonamiento científico pero de una forma asequible a un lector no muy puesto en el tema (he de decir que ojalá mi cerebro fuera más científico porque creo que lo hubiera disfrutado todo todavía más), y en general el ritmo es fluido por lo que no se hace una lectura muy pesada. El misterio sobre la identidad del némesis de Harry no es tal porque es muy fácil adivinar de quién se trata pero no es ese el peso de la novela ni mucho menos sino que la parte central y sin duda más fascinante es la relación de amor-odio entre ellos dos, y cómo en esencia no pueden vivir el uno sin el otro porque lo que el otro les da no lo encuentran con nadie más. North hace tan buen trabajo con esto que al final casi me dio pena el antagonista.

Las primeras quince vidas de Harry August es una novela especialmente dirigida para aquellos que disfruten de las historias de revivir el mismo momento una y otra vez. North nos presenta una propuesta inteligente, coherente y muy bien hilada que, como mínimo, nos hará reflexionar sobre el sentido de la vida. 

Nota: 4/5

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