domingo, enero 27, 2019

Para siempre Lara Jean

Después de un primer libro que está bien sin más y de una secuela mediocre, no puede decirse que tuviera grandes esperanzas en el desenlace de esta trilogía. Tal vez sea por eso que Para siempre Lara Jean me sorprendiera para bien, y es que Jenny Han se las arregla para cerrar su saga de una forma mucho más satisfactoria que con la que empieza.

En esta ocasión ya nos encontramos en el último año de instituto de Lara Jean y Peter, quienes tienen un montón de planes para el año siguiente ya que ambos quieren ir a la misma universidad. Pero entonces la vida, como no puede ser de otra manera, empieza a lanzarles bolas curvas y Lara Jean no puede evitar pensar en el consejo que su madre le dio a su hermana mayor y en que su futuro puede ser muy diferente a como lo había planeado.

Si P.D. Todavía te quiero daba la sensación de que la autora había estirado el chicle por el éxito de la primera entrega y tenía relleno para dar y tomar, en Para siempre Lara Jean, por suerte,  estamos ante una secuela de verdad que aporta mucho más que la segunda parte. Para empezar, el crecimiento en los personajes es palpable, y me gustó muchísimo ver que Lara Jean por fin se comportaba de una forma mucho más madura a como lo había hecho en las entregas anteriores, pensando por sí misma y decidiendo en función de lo que es mejor para ella, no solo en relación a su romance con Peter. Lara Jean, recién cumplidos los dieciocho, se da cuenta de que tiene muchas decisiones importantes que tomar y que el tiempo de ser una niña despreocupada cuyos mayores problemas son sus líos amorosos están quedando ya atrás.

Han captura muy bien esa nostalgia de los últimos resquicios de adolescencia antes de que todas las responsabilidades adultas se conviertan en inevitables, de esa casi desesperación por retener esos últimos momentos de pasión juvenil que ya nunca volverán y que por ese mismo motivo resultan tan exquisitamente dulces.

La novela se beneficia mucho de prescindir de los tediosos triángulos amorosos de las dos primeras y también, por surte, por no continuar con la rivalidad entre Lara Jean y Genevieve que me sacaba de mis casillas. En lugar de eso se centra en ir cerrando todos los flecos que quedaban sueltos y la autora nos ofrece una evolución mucho más orgánica de la relación entre Lara Jean y Peter. Este último sigue siendo bastante crío todavía pero afortunadamente es mucho más tolerable que al principio. Lo cierto es que se esfuerza mucho en sacar la relación adelante y puedo entender de dónde vienen muchas de sus dudas. No es para nada tan perfecto como nos lo venden, pero al menos es bastante más decente que muchos otros intereses amorosos de la literatura juvenil moderna.

Además del romance, la amistad y sobre todo el núcleo familiar siguen teniendo una importancia vital en la trama. Chris me gustó bastante más en este libro y Kitty de nuevo es una roba escenas, la forma que tiene de decir las cosas a la cara es fabulosa y no me extrañaría que cualquier día de estos se anuncie una nueva saga con ella de protagonista.

Si la primera parte me entretuvo sin más y la segunda se me hizo pesadísima por todo el relleno, la tercera se me pasó volando porque me dio todo lo que estaba esperando desde el principio dada la fama que tiene esta trilogía. Buen crecimiento de personajes, un desarrollo muy auténtico y un conmovedor final hacen que Para siempre Lara Jean cierre esta saga por todo lo alto.

Nota: 4/5

No hay comentarios: