jueves, enero 10, 2019

P.D. Todavía te quiero

A todos los chicos de los que me enamoré de Jenny Han fue un éxito tal que al año siguiente le siguió una secuela, PD. Todavía te quiero. La segunda novela de la trilogía comienza justo después del final del primer libro, con Lara Jean hecha un manojo de nervios porque está decidida a intentar algo con el chico que le gusta. Pero ¿están ella y Peter preparados para afrontar una relación de verdad?

No tengo ni idea de si esta secuela estaba planeada desde el principio o no, pero desde luego parece que básicamente la autora estiró la historia porque la primera parte fue muy popular. La mitad del libro es puro relleno, Han tiene la manía de meter un montón de escenas y detalles absolutamente insustanciales que aportan muy poco a una novela que de hecho tiene muy poquita trama. Aquí necesitamos conflicto de modo que metemos un nuevo triángulo amoroso con la aparición de otro de los chicos a los que Lara Jean escribió una carta, John Ambrose McLaren, y es tan perfecto para ella que termina resultando un tanto contraproducente, porque, ¿qué más da si desde el minuto uno sabes cómo va a terminar la cosa? La verdad es que esta segunda entrega solo sirve para mostrar lo increíblemente crío que es Peter y lo mucho mejor que es el otro interés amoroso en comparación (aunque todavía estoy enojada porque primero dice que su padre le está presionando para ir a la misma universidad a la que fue él y después afirma que su padre nunca fue a la universidad. Me ponen muy nerviosa estos errores de continuidad). Que no es que Lara Jean sea muy adulta tampoco, en muchas ocasiones se comporta de una forma muy mezquina, pero si lo que busca es un amor a largo plazo uno parece mucha mejor opción que el otro. Qué se yo.

Han debía haber vuelto a ver Gossip Girl hacía poco porque aquí entra en escena una cuenta de Instagram llamada anonybitch que se dedica a subir fotos y cotilleos escandalosos de la gente de su instituto y alrededores y que sube una foto comprometida de Lara Jean y Peter. ¡Oh, el horror! Lo cierto es que esta trama podría haber dado mucho más juego del que da, aunque sí me gustó cómo se aborda ese doble rasero con el que se juzga a la chica y al chico en esa situación. Luego juegan a un juego de atraparse unos a otros que juraría que también salió en la serie cuando Serena estaba con Nate, o algo bastante similar.

En el fondo tampoco se aleja mucho de la línea del primero, es solo que hay tanta paja que la historia perfectamente se podría haber condensado en uno, aunque a mí el final del primero me gustó mucho y creo que no hubiera estado mal que se hubiera quedado ahí. ¿Tiene este algo positivo? Bueno, Kitty sigue siendo muy graciosa, y creo que la evolución de Lara Jean es correcta, y parece que por fin termina la odiosa y cansina rivalidad entre ella y Genevieve (su historia también podría haber dado muchísimo más de sí, pero solo se menciona de pasada, supongo que para no eclipsar a la protagonista). No es una lectura que requiera un gran esfuerzo si uno quiere seguir sabiendo de estos personajes, pero tampoco es imprescindible leerla.

Veremos a ver qué tal el tercero.

Nota: 2'5/5

No hay comentarios: