sábado, junio 16, 2018

El único recuerdo de Flora Banks

Cuando tenía diez años, a Flora Banks le detectaron un tumor en el cerebro. Desde que se lo extirparon que Flora sufre amnesia anterógrada, es decir, solo es capaz de retener recuerdos en su memoria posteriores a su operación durante un par o tres de horas, después se esfuman. Ahora Flora tiene diecisiete años, y tras besar a un chico en la playa, descubre que ha sido capaz de retener ese recuerdo. Con la esperanza de conseguir curar a su cerebro, Flora decide ir en busca de ese chico hasta casi el fin del mundo.

El único recuerdo de Flora Banks es el primer libro juvenil de Emily Barr, una periodista que escribió su primera novela mientras viajaba de mochilera por todo el mundo durante un año (life goals). Su amor por la aventura y los viajes también está presente en este título, que en un primer momento nos recordará a una versión adolescente de la película Memento.

En una de las citas de la contraportada del libro califican a esta obra como un thriller psicológico, lo cual es bastante poco preciso. En realidad es una historia de autosuperación, en la que vemos como Flora está limitada por una condición terrible que le hace olvidarlo todo al poco tiempo, y por culpa de la cual vive en un estado de confusión constante. Si ya es difícil manejarse por la vida en plenas capacidades, imagina hacerlo con la memoria prácticamente en blanco. Pero a pesar de ello Flora es una chica muy tenaz y obstinada que no se conforma con vivir arropada por sus padres y que lucha por seguir adelante y por mejorar. Está muy bien ver cómo se las va apañando para superar los obstáculos, como a fuerza de escribirse las cosas más importantes en sus brazos y en cuadernos va sorteando las dificultades y logrando sus objetivos, además de cómo logra ganarse el cariño de toda la gente que va conociendo por el camino. ¡Ya me gustaría a mí ser tan resolutiva! Aunque siendo realistas, en la vida real probablemente hubiera acabado muerta en una cuneta, porque desgraciadamente hay mucha gente malvada especialista en aprovecharse de la gente vulnerable,  y más una que lleva el pin de su tarjeta de crédito escrito en el brazo.

Lo que más me gustó de la novela fue la relación de Flora y su hermano, que atisbamos a través de los mails y cartas que se intercambian, y cómo él desea que ella sea una persona independiente, que decida por sí misma y que tenga la oportunidad de vivir su vida. Me dio pena no poder conocer más a Jacob.

Por contra, el hecho de que Flora lo olvide todo cada par de horas significa que cada tanto tiene que volver a ponerse al día, con lo cual el texto es bastante repetitivo. Es un pelín cargante el tener que leer lo de "tengo diecisiete años y besé a un chico en la playa" casi cada página, pero supongo que era inevitable.

El misterio es lo más flojito puesto que los giros se ven venir con facilidad. Con el tema de Drake realmente solo había dos opciones, y cuando estás leyendo ya ves que la autora no va a tirar por derroteros muy perversos así que escoge la más inofensiva. Y el secreto de los padres también es bastante evidente. En general todo es bastante conveniente, incluido el final.

El único recuerdo de Flora Banks es una novela muy cortita y bastante entrañable que se lee casi de un tirón y que nos enseña que hasta en las situaciones más adversas podemos encontrar la manera de vivir experiencias únicas si contamos con el apoyo necesario.

(Y es triste pero Flora tiene una vida mucho más emocionante que la mía)

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