miércoles, febrero 14, 2018

Lo fácil es enamorase

Fisher está loco por Ivy, y, para su suerte, ella siente lo mismo. Han pasado unas semanas increíbles practicando sexo, dejándose llevar por la pasión y embarcándose en una aventura sensual e inigualable. Pero ¿qué pasa cuando ese primer brote de pasión se acaba y vuelven a la vida real? ¿Es esa atracción inicial un inicio para el amor? ¿Sobrevivirá su historia cuando Fisher descubra que Ivy es casi diez años mayor que él y escuche la noticia que ella tiene que darle?

Me llamó la atención este libro porque dentro del género de la comedia romántica no es lo más habitual que el autor sea un hombre y que el punto de vista sea del protagonista masculino. La premisa no tenía mala pinta, pero pronto se ve que no acaba de funcionar ni el apartado de la comedia ni el del romance.

Fisher, como protagonista, es insoportable. Se pasa el libro borracho o con resaca y llorando cada vez que su novia no le presta toda la atención a todas horas. Es yo yo yo yo continuamente y se hace muy desagradable. Tampoco vemos mucho del supuesto amor que sienten Fisher y Ivy, porque están discutiendo o ignorándose continuamente. Y como nos saltamos el inicio de la relación, lo único que queda es esencialmente Fisher auto-convenciéndose de que ella es la mujer de su vida, que quiere estar con ella y que está muy feliz con la situación.

La comedia tampoco destaca. En este caso creo que la traducción tampoco ayuda mucho, hay cosas que las tenía que estar traduciendo mentalmente de vuelta al inglés para entenderlas (por ejemplo cuando El quiere decir la palabra "wanker" y como no le sale hace el gesto con la mano; si se traduce como gili, no tiene mucho sentido. Ah, y hay un momento en el que hablan de comedias británicas clásicas y el traductor pone todos los nombres como las conocemos en España pero luego deja Blackadder tal cual. ¿Por qué?). Pero tampoco creo que en inglés sea mucho más divertido, los símiles que tan graciosos resultan en otras novelas del género aquí son muy planos, y los diálogos se me hicieron acartonados.

Encima hacia el final se vuelve un dramote que te provoca una bajona muy poco bienvenida. No tengo inconveniente en que este tipo de libros tengan drama, pero precisamente lo que me gusta de ellos es cómo se combinan con el humor, como hace magistralmente Marian Keyes que te hace llorar y reír a carcajadas casi al mismo tiempo. Aquí el drama lo sentí un poco forzado, y el hecho de que esté escrito en primera persona del presente me saca mucho de la lectura.

Hay cosas que sí me gustaron, todas las escenas con El están bien, y alguna cosa más. En general es entretenido de leer, no es un libro horrible ni mucho menos, pero en conjunto no me ha terminado de cuajar.

Nota: 2/5

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