miércoles, febrero 07, 2018

Emma

A sus veintiún años Emma Woodhouse vive una vida acomodada en una de las propiedades más prestigiosas de Highbury junto a su padre viudo. A todos los efectos dueña y señora de su casa, Emma está totalmente decidida a no casarse nunca. Tras perder la compañía de su ex-institutriz y mejor amiga, la señorita Taylor, que acaba de contraer matrimonio, Emma toma a su cargo a la joven Harriet, una adolescente de origen humilde a la que la señorita Woodhouse ve mucho potencial. 

La primera vez que leí Orgullo y Prejuicio me sorprendí de haber tardado veinticinco años de mi vida en animarme a probar con Jane Austen, y más después de lo muchísimo que disfruté con la novela. Ahora, he comprobado con consternación que por algún motivo inexplicable he dejado pasar una década antes de leer otro libro suyo, aunque mi consuelo es que, por muchos años que hayan pasado, sigo disfrutando igual de las obras de esta magnífica autora.

Orgullo y Prejuicio tenía, sin ninguna duda, unos puntos de humor muy buenos, pero en conjunto Emma es mucho más cómica. La protagonista, convencida de que tiene un don para adivinar los afectos y deseos de los demás, y animada por el éxito en la unión entre la señorita Taylor y el señor Weston, se dedica a intentar arreglar la vida de sus allegados, empezando por la pobre Harriet. Es genial ver cómo Emma mete la pata una y otra vez, porque como lector es fácil adivinar qué parejas acabarán juntas y quién quiere a quién. ¡Es Emma la que está totalmente ciega!

Sus intentos por mediar en las vidas de los demás, creyendo que obra bien, son totalmente descacharrantes, y es muy fácil sumergirse en la novela gracias, de nuevo, a un fantástico plantel de personajes, cada cual más carismático y divertido. Además de la propia Emma tenemos a su padre, el señor Woodhouse, que vive en una preocupación constante por la salud de los demás y que siempre está citando las palabras de su médico como si fuera ley (me encantó cuando su hija mayor, que ha salido a él, va a visitarlos y cada uno cita a su propio médico en cada frase de su conversación). Luego tenemos, cómo no, al señor Knightley, el hermano mayor del marido de la hermana de Emma y un buen amigo de la familia, el único en no hacerle la pelota a Emma y decirle las verdades a la cara. Ay, señor Knightley. Excepto por una cosa del final que no voy a juzgar porque la novela se publicó siglos atrás, el señor Knightley es perfecto (y en la última adaptación lo interpreta Jonny Lee Miller, además *suspiro*). También están la pobrecita Harriet, que va de desengaño en desengaño, los encantadores señor y señora Weston, el hijo del señor Weston Frank Churchill y posible pretendiente de Emma, el señor y la señora Elton, la tímida Jane Fairfax, la señora y la señorita Bates... Esta última es seguramente mi favorita, sus diatribas son la leche y la pobre mujer es tan buena y amable que incluso cuando la ofenden se muestra cariñosa y agradecida. Es insoportable, pero como personaje no tiene precio.

Las interacciones entre todos los personajes valen su precio en oro y siempre me gusta ver cómo se comportaba la gente en épocas tan distintas; me sorprende y agrada ver la educación y respeto con la que se dirigían unos a otros en todo momento, aunque la vida de la gente rica de entonces no puede decirse que fuera especialmente emocionante.

La novela, aunque romántica, destila el cinismo propio de Austen hacia el amor y el matrimonio y es en muchos aspectos mucho más moderna que muchas novelas románticas contemporáneas. Su protagonista sufre una evolución palpable de principio a fin, dándose cuenta de que no ha obrado sensatamente, aceptando sus fallos y concienciándose para ser una mejor persona que no se meta en los asuntos en los demás y que trate mejor a sus vecinos y amigos. 

De entre las dos me quedo con Orgullo y Prejuicio, uno de mis libros favoritos sino el que más, pero Emma es igualmente deliciosa y puedo decir que me lo he pasado tremendamente bien siguiendo los enredos de todos los vecinos de la localidad de Highbury. O, como dirían ellos, Emma es una novela muy meritoria y ha sido una lectura muy agradable que me ha reportado horas de gran satisfacción y placer.

Nota: 5/5

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