sábado, abril 20, 2024

Phantom Limb

La segunda novela de Lucinda Berry, una autora de thriller que se caracteriza por darle un toque psicológico a sus historias; y es que Berry, antes de lanzarse a escribir, era psicóloga clínica especializada en trauma infantil. Y eso es lo que vamos a encontrar en esta novela, aunque eso no quiere decir que el resultado sea bueno.

Elizabeth y Emily son dos gemelas idénticas que sufrieron un severo abuso por parte de su madre cuando eran niñas, hasta los siete años que fueron adoptadas por una familia que hizo todo lo posible por darles el cariño que necesitaban. Ahora tienen veinte años, y Elizabeth poco a poco ha ido rehaciendo su vida: estudia en la universidad, tiene un trabajo y lleva un año saliendo con un chico estupendo. Emily, sin embargo, sufre una grave depresión y apenas sale de casa. Elizabeth quiere contarle a su hermana que está enamorada, pero teme su reacción. Y entonces otro suceso traumático sucede en sus vidas y Elizabeth termina ingresada en el hospital.

De nuevo ha pasado como con la anterior novela de Berry, y es que la venden como un thriller psicológico y de thriller tiene poco. Es una exploración de las secuelas que deja un abuso como el que sufrieron las dos hermanas cuando eran niñas, y todo el trabajo que hay por delante para que Elizabeth sea consciente de hasta qué punto su enfermedad mental ha dominado su vida hasta llegar al extremo de tener que estar ingresada en el área psiquiátrica del hospital.

Por dónde va a tirar la autora se ve desde el principio, así que sorpresas hay más bien pocas. Lo más interesante es la descripción de las enfermedades mentales que sufren tanto Elizabeth como otros de los pacientes que están con ella, pero para ser Berry especialista en el tema, la verdad es que es todo muy superficial. Todo el aspecto del hospital psiquiátrico está tratado de una forma muy cliché y los personajes no tienen ninguna profundidad, ni siquiera Elizabeth. Todo está narrado bajo su punto de vista y ello propicia que el texto de muchas vueltas sobre lo mismo, haciéndose muy repetitivo (que podría ser intencional dada la situación de Elizabeth, que tiene un horario estructurado en el hospital para ayudarla, pero dudo que sea el caso). Berry trata temas muy duros como el abuso intantil, las autolesiones, el suicidio o los trastornos alimentarios, y se nota que ha estudiado el tema, pero aun así el texto se queda muy corto en lo que plantea en todos sus aspectos.

Berry tira por un camino que ya se ha visto mil veces en historias similares y que la verdad es que cansa. En sí no me molesta que se utilice ese recurso pero me lo han de vender muy bien y aquí no es el caso. Y no solo eso, es que a la que le des una vuelta a la historia todo resulta extremadamente implausible, especialmente el final que no se sostiene por ningún lado. La prosa, además, es muy simplona y básica.

La verdad es que de momento no acierto con la autora, porque los dos libros suyos que he leído me han decepcionado. Espero tener más suerte cuando llegue a los títulos más famosos de ella.

Nota: 2/5

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