jueves, abril 28, 2022

El asesino sin rostro

Michelle McNamara era una escritora de true crime que tenía especial interés por los casos sin resolver. Un caso que la obsesionaba especialmente era el del asesino del Golden State (nombre que ella misma le puso), también conocido como el VZE (Violador de la Zona Este) y Acechador Nocturno Original (actuó antes que Richard Ramirez). Entre mediados de la década de los setenta y mediados de la década de los ochenta, este escurridizo criminal violó a más de cincuenta mujeres y asesinó brutalmente a una docena de personas. Su identidad se mantuvo secreta durante décadas.

El asesino sin rostro es el libro que estaba escribiendo McNamara sobre el caso, que es tanto un retrato del asesino que consiguió salir impune de sus escalofriantes crímenes como de la propia obsesión de McNamara, que se metió tan de lleno en la investigación, convencida de que tarde o temprano daría con la pista que llevaría a la identificación del asesino, que prácticamente vivía para ello. Michelle falleció a los 46 años mientras dormía, y la carga que llevaba encima estando tan metida en esta pesadilla de seguro que contribuyó al declinar de su salud.

Había oído hablar de este asesino pero de forma bastante superficial, por lo que la lectura de este libro fue todo un shock. Estamos hablando de un monstruo que merodeaba en la oscuridad por barrios residenciales, que se colaba en las casas de noche, que atacaba a mujeres solas, que cuando eso no fue suficiente empezó a atacar a parejas, dejando al novio o marido atado en el dormitorio mientras se llevaba a la mujer a otra estancia para abusar de ella, y que después de eso se graduó al asesinato, golpeando a sus víctimas hasta matarlas. Más de sesenta ataques durante una década y jamás se le identificó, siguió actuando impunemente y saliéndose de rositas, atormentando a todos los inspectores que le siguieron la pista en vano, y también a sus víctimas, ya que años después de sus ataques se puso en contacto con alguna para hacerle saber que todavía se acordaba de ella. Cuanto más lo piensas más increíble parece que algo así pueda pasar, y más teniendo en cuenta que tendía a atacar numerosas veces en una misma zona, por lo que atraparlo no debería haber costado tanto. 

McNamara era una escritora magnífica, exponiendo los detalles del caso de una manera respetuosa con las víctimas, no especialmente sensacionalista, sin ensañarse en los detalles más escabrosos, y con numerosos ganchos para hacer la lectura más vibrante. Tal y como te cuenta las cosas enseguida entiendes por qué estaba tan obsesionada con resolver este caso que parecía imposible, y no puedes evitar admirarla por su tenacidad. No solo eso, sino que se granjeó el respeto de todos los investigadores con los que contactó y entabló una relación profesional.

Desgraciadamente McNamara falleció dejando el libro a medias. Entre su editor, su marido (el actor Patton Oswald) y un par de los investigadores relacionados con el caso, utilizando apuntes de la escritora y partes de otros artículos publicados anteriormente, completaron el libro, pero se nota que es un trabajo incompleto y que McNamara no pudo desarrollar todo lo que quería. Una lástima, porque es un muy buen libro, y si lo hubiera logrado terminar le hubiera dado las 5 estrellas sin pensármelo.

Michelle McNamara murió en abril de 2016. Su pasión por este caso ayudó a renovar el interés del caso y a continuar con la investigación. En abril de 2018, poco después de que se pusiera esta novela a la venta, y gracias a los avances en el campo del ADN, el culpable, Joseph James DeAngelo, de 72 años de edad, por fin fue identificado y detenido. Una lástima que Michelle no estuviera viva para ver por fin a este monstruo entre rejas.

Ahora tengo pendiente ver el documental que se estrenó en HBO no hace mucho. Para los fans o interesados en el true crime que quieran saber más sobre uno de los peores violadores y asesinos de la historia de Estados Unidos este libro es muy recomendado aunque eso sí, preparaos para sentir una desazón y una impotencia que tardará en marcharse.

Nota: 3.5/5

No hay comentarios: