domingo, febrero 13, 2022

Los hermanos Karamázov

La literatura clásica rusa es una asignatura que tengo pendientísima. Me da un poco de vergüenza admitir que esta es la primera novela rusa que leo, y de hecho iba con bastante temor de encontrarme ante un ladrillo denso y difícil porque nadie suele recomendar empezar precisamente con esta obra pero ha resultado todo lo contrario, la verdad.

La magnus opus de Dostoyevski es una novela que se centra en el conflicto familiar entre Fiódor Pavlóvich Karamázov, un vividor con pocos escrúpulos, y sus tres hijos legítimos Dimitri, Iván y Aliosha. A raíz de ese punto de partida, cuando los hermanos, que se han criado separados, se reúnen, el autor se embarca en un ambicioso proyecto en el que desarrolla temas filosóficos, teológicos, morales e intelectuales. 

Por su extensión y temática sin duda parece que vaya a ser una lectura extremadamente densa pero a mí me sorprendió lo accesible que es. Salvo algunos capítulos en los que el autor realmente se explaya en sus divagaciones y reflexiones acerca de la fe, la institución de la iglesia y las consecuencias de un ateísmo generalizado que sí son más complejos, Dostoyevski tiene una forma de escribir muy inmersiva y la personalidad de sus personajes hace que te metas de lleno en sus dramas familiares y quieras saber por dónde te van a salir en el siguiente capítulo. Mitia especialmente, que es el que realmente impulsa los acontecimientos con sus acciones irracionales.

Me gustan las historias que cuando las lees te las puedes imaginar perfectamente como una obra de teatro, y Los hermanos Karamázov es así. Además de los Karamázov propiamente dichos casi todos los personajes son memorables, ahí tenemos a Grushenka y Katia con su rivalidad amorosa, Smerdiakov que no es trigo limpio, Rakitin que es imbécil y que es mi favorito, el padre Zosima, Kolia y los otros niños... Otra de las cosas que también me soprendió mucho para bien es que la novela es muy divertida.

Dostoyevski también plasma en las páginas el dolor por la pérdida de su hija pequeña (hay un capítulo muy conmovedor al principio, cuando el padre Zosima recibe a varias mujeres que están padeciendo y buscan consuelo), de hecho en la novela hay muchos aspectos muy personales de la vida del escritor (como la epilepsia de Smerdiakov, que el mismo Dostoyevski sufría). 

Además de todo el drama familiar la novela también tiene una parte importante de historia policíaca, todo el tramo del juicio es sensacional, sobre todo poder ver las semejanzas y diferencias de cómo se celebraban los juicios criminales entonces a cómo es la justicia hoy día.

Lamentablemente, Dostoyevski planeaba continuar la historia y de hecho este volumen debía ser el preludio. En la continuación hubiéramos visto más de Aliosha, pero el autor falleció poco después de finalizar esta primera parte por lo que nunca tuvo ocasión. Una pena, porque realmente te deja con ganas de más.

Una gran obra, para muchos la mejor novela escrita nunca, y una gozada de lectura.

Nota: 4.5/5

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