sábado, diciembre 11, 2021

No hay lugar seguro

Continúo con la saga de los detectives de homicidios de Dublín de Tana French con No hay lugar seguro, la cuarta entrega. Como ya es habitual, el protagonista de esta novela era un personaje secundario de la anterior, Mike 'Scorcher' Kennedy, quien junto a su nuevo compañero, el novato Richie Curran, investiga el asesinato de una familia en una casa en la urbanización casi fantasma de Ocean View, en lo que se llamaba antes Broken Harbour. Con un padre y sus dos hijos pequeños muertos y la madre en el hospital en estado crítico, Kennedy y Curran tienen que determinar si el culpable fue un intruso o por el contrario alguien de dentro de la casa.

Después del segundo, para mí este es el misterio más interesante de lo que llevamos de saga. A priori parece un caso simple, e incluso parece que los detectives lo van a resolver a las pocas horas de producirse el crimen pero lo cierto es que la troca se va embrollando y el hecho de que Kennedy y Curran tengan teorías diferentes sobre lo que realmente pasó en esa casa no ayuda a hacer las cosas más fáciles.

Debo decir que toda la trama del animal en el desván me tuvo fascinada, especialmente las partes en las que los detectives encuentran las entradas en los diferentes foros con el dilema del bicho en cuestión. Al principio parece un aspecto menor pero cuanto más avanza la historia, más importancia va cogiendo, y le da un punto genial al misterio.

En esta entrega encontramos las características que ya son habituales en French: el misterio se entremezcla con la vida personal del protagonista, en este caso una tragedia familiar de Mike en la misma Broken Harbour cuando era un adolescente, y como es natural volver al lugar le hará desenterrar recuerdos que había luchado muy duro por mantener ocultos; también la novela hace gala de una de las cosas que más me gustan de la autora, y es jugar con el pasado idílico (en este caso, de las víctimas) y cómo la vida se ocupa de poner trabas  hasta llegar al punto de no retorno. Aunque aquí está un poco más comedida, me encantaron los episodios de juventud de Jenny, Pat, Conor, Fiona y los demás, y leer acerca de ellos hace que cuando por fin se desvela la verdad del caso todo resulte todavía más trágico.

Otro aspecto que French siempre añade a sus novelas es la recesión y la profunda crisis por la que atraviesa Irlanda, y cómo eso afecta a los personajes, provocando el fuerte deterioro mental que supone perder tu trabajo y ser incapaz de encontrar otro para mantener a tu familia, por no hablar de esos desarrollos urbanísticos que venden viviendas prometiendo el oro y el moro y que terminan siendo abandonadas cuando se acaba el dinero, sin tener ningún tipo de consideración por el que ha invertido todos sus ahorros en lo que termina siendo una estafa.

También me gustó mucho el desarrollo de la relación de mentor-pupilo entre Kennedy y Richie, su camaradería, la forma en la que se complementan trabajando y cómo Scorcher empieza a pensar que tal vez ha encontrado a su compañero definitivo. Las partes con Dina, sin embargo, se me hicieron bastante pesadas.

No hay lugar seguro es una nueva entrega en una saga que sigue siendo muy sólida y superdisfrutable si como yo devoráis las novelas negras policíacas. Ya solo me quedan dos más para ponerme al día.

Nota: 4/5

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