sábado, junio 15, 2019

Las supervivientes

Hay un término que se utiliza para describir a la chica protagonista de la película de terror que es la única superviviente al final, y ese es el de final girl. Cualquiera que haya visto alguna película slasher pensará en una al instante, ya sea Sidney Prescott de Scream o Laurie Strode de Halloween. En su novela Las supervivientes el autor Riley Sager explora lo que pasa después del final de la película, de modo que encontramos a Quincy Carpenter, una chica que sobrevivió a una masacre en una cabaña en el bosque, diez años después de la tragedia, intentando vivir una vida normal junto a su novio. Pero su aparente normalidad empieza a desmoronarse cuando de las otras dos chicas finales que vivieron algo similar unos años antes que ella una aparece muerta y otra se presenta de sopetón en su casa con intenciones no muy claras.

Este es uno de esos libros cuya idea general es mucho mejor que la ejecución en sí. La novela de hecho empieza muy bien, con Quincy corriendo empapada en sangre luchando por su vida, pero el autor no acaba de llevar muy bien lo que es la trama presente. Intenta explorar el trauma por haber sobrevivido a algo semejante pero no creo que sepa meterse bien en la mente de Quincy, y la relación entre ella y Samantha, o entre los diferentes personajes, es demasiado superficial para un libro que se hubiera beneficiado de una prosa un poco más compleja y con una carga más psicológica. Realmente, es un thriller de los que van bastante al grano, con pistas falsas y sorpresa final (pelín previsible, también tengo que decir), que intenta dar la sensación de que es mucho más retorcido de lo que en realidad es. Además, se nota en todo momento que quien escribe esto es un hombre, tal vez por eso la protagonista femenina tenga una caracterización tan simplista. 

Otra cosa que me gustó muy poco fue cómo lleva el enfrentamiento entre Quincy y Sam, especialmente por esa escena en Central Park que es tremendamente absurda y que pinta a la policía de incompetente total, y también el que utilice la trilladísima excusa de la amnesia para alargar y alargar la trama solo para esa revelación final (que también raya en lo absurdo en algunos detalles).

Lo mejor que tiene Las Supervivientes son las partes de Pine Cottage, que se van intercalando con el presente y nos van explicando lo que pasó en realidad aquella noche fatídica. Sager se nota que es un aficionado al cine de terror (no hay más que ver el apellido de la protagonista, vaya) y el homenaje está presente en todo momento, por lo que la parte del pasado está muy chula con todos esos guiños a la maldición del bosque, el hospital para enfermos mentales, el paciente fugado... Y lo mismo con los escenarios de las otras dos chicas.

Cogí este libro con muchas ganas pero, lamentablemente, considero que no sabe aprovechar su potencial. Y viendo lo entretenidas que son las escenas del pasado, seguramente hubiera sido una mucho mejor novela si hubiera dejado el thriller de lado y el autor se hubiera atrevido a escribir una historia de terror puro y duro.

Nota: 2'5

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