Porque intento leer de géneros diferentes para no estar leyendo siempre lo mismo, pero podría pasar perfectamente leyenendo únicamente novelas de misterio porque sin ninguna duda es el género con el que más disfruto.
El Enterrador de Muñecas (Der Puppengräber) es obra de Petra Hammesfahr, una de las autoras alemans de intriga más reconocidas internacionalmente.
En un pequeño pueblo en el que todos se conocen, el matrimonio Schlösser, Jakob y Trude, con dos niñas, ansían tener un hijo varón que se haga cargo de su granja cuando les llegue el turno de retirarse. La llegada al mundo de Ben les colma de alegría, pero no dura mucho cuando se dan cuenta que Ben tiene un retraso mental grave.
El verano de 1995, cuando Ben tiene 22 años y se ha convertido en un chico grande y fornido pero incapaz de decir más de cinco palabras, la tragedia asola al pueblo cuando dos chicas jóvenes desaparecen sin dejar rastro. Las habladurías comienzan a recorrer el pueblo, salen a relucir los trapos más sucios de todos los vecinos, y la gente busca un culpable... Ben, aficionado a descuartirzar y enterrar muñecas, crea una terrible sombra de sospecha en sus padres, que empiezan a temerse lo peor.
Petra Hammesfahr tiene un estilo muy ágil con el que logra captar la atención del lector muy rápidamente. La autora va intercalando capítulos en los que avanza la trama principal con capítulos que relatan la difícil infancia de Ben y con los que vamos entendiendo más acerca de todos los vecinos del pueblo, de Ben, de Trude y como todo confluye hasta llegar al verano de 1995.
Hammesfahr tiene muchísima habilidad en irnos dando la información poco a poco, para que no adelantemos acontecimientos. Hasta el final, no sabemos con seguridad si Ben es culpable o no.
Este libro me ha mantenido con el corazón en el puño de principio a final; es increíble lo mucho que llegué a implicarme con Ben, lo mucho que llegué a sufrir con él, creo que si no hubiera sido porque la mayor parte de la novela la leí mientras iba en el metro, me hubiera echado a llorar más de una vez. Mi madre no entiende que sufra con personajes de ficción, pero no puedo evitarlo, me paso de sensible y estas cosas me afectan una barbaridad. El retraso mental de Ben está muy bien recreado, yo creo que es muy difícil no sentir pena por él, sobre todo lo mal que lo pasa por culpa de determinadas personas.
Aunque sin duda alguna la verdadera protagonista de esta novela es Trude, el inmenso dolor que padece como madre de un hijo tan disminuido y los extremos a los que llega por proteger a su hijo de cualquier mal, aunque sea con las acciones equivocadas, yo sufría con ella y no era capaz de imaginarme cómo me sentiría si estuviera en el lugar de ella.
Una gran novela de misterio, a partir de ahora voy a seguir a esta escritora con mucho interés.
Nota: 8'5
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