Y llegamos al final de la trilogía de Fionavar con este emocionante Sendero de Tinieblas.
Ahora que el invierno ha terminado, la batalla contra Rakoth es inminente e inevitable. Nuestros chicos, cada uno con el rol que le corresponde, deben ayudar al ejército de la luz y encaminarse hacia la terrible fortaleza de Starkadh, donde les aguarda Rakoth y su ejército de la oscuridad. La luz contra la oscuridad, y en medio, alguien que deberá tomar una decisión que resultará clave para la resolución de la guerra...
Si en los dos anteriores libros comentaba que el ritmo era algo lento, afortunadamente en éste no pasa. Desde el principio el autor coge carrerilla y el ritmo no decae hasta el final. Gavriel Kay va hilvanando excelentemente todas las historias y todos los personajes presentados anteriormente hasta que todas se unen en un mismo punto común, que es la guerra en Starkadh.
Me ha gustado mucho de este libro lo bien narradas que están las escenas de acción. La pelea de Lancelot en el bosque es maravillosa (me encanta Lancelot) y la de Diarmuid también está muy bien, son emocionantes y vibrantes. También la guerra es muy emocionante, y he de decir que me ha sorprendido mucho cómo se resuelve el enfrentamiento contra Rakoth, no me lo imaginaba así.
Salvo excepciones los personajes no son especialmente complejos, pero aún así el autor se las apaña para hacerlos cercanos, al menos en mi caso me dolieron los que murieron en este libro, durante toda la recta final lloré como una madalena.
Lo cierto es que cuando me quedaban menos de doscientas páginas para terminar y todavía quedaban casi todos los enemigos importantes con vida, tenía muchas dudas de que el autor fuera capaz de resolverlo y cerrarlo todo satisfactoriamente, pero logra hacerlo y unir todos los cabos sueltos perfectamente; me alegro que sea así porque después de tres novelas si el final no hubiera sido bueno me habría decepcionado mucho. Pero no, me gustó mucho el final.
Como punto negativo, señalaría lo mismo que en los dos anteriores libros, que el autor muchas veces es algo reiterativo al explicar las cosas y que terminé harta del verbo entretejer que Gavriel Kay lo escribe como ocho mil veces y se hace de lo más cansino.
Por suerte, en este caso lo bueno supera ampliamente a lo malo y me quedó la sensación de que había valido la pena participar en esta aventura.
Nota: 8'5
Por cierto, siempre me he pregunado qué pasaría si los malos ganaran. Es decir, ganan los malos, aniquilan a todos los buenos y el mundo se sume en la oscuridad. ¿Y entonces qué? ¿Con qué se entretienen los malos si ya se han cargado a todos los buenos? No sé yo si los malos se han parado a pensarlo antes de ponerse a declarar guerras...
Ahora que el invierno ha terminado, la batalla contra Rakoth es inminente e inevitable. Nuestros chicos, cada uno con el rol que le corresponde, deben ayudar al ejército de la luz y encaminarse hacia la terrible fortaleza de Starkadh, donde les aguarda Rakoth y su ejército de la oscuridad. La luz contra la oscuridad, y en medio, alguien que deberá tomar una decisión que resultará clave para la resolución de la guerra...
Si en los dos anteriores libros comentaba que el ritmo era algo lento, afortunadamente en éste no pasa. Desde el principio el autor coge carrerilla y el ritmo no decae hasta el final. Gavriel Kay va hilvanando excelentemente todas las historias y todos los personajes presentados anteriormente hasta que todas se unen en un mismo punto común, que es la guerra en Starkadh.
Me ha gustado mucho de este libro lo bien narradas que están las escenas de acción. La pelea de Lancelot en el bosque es maravillosa (me encanta Lancelot) y la de Diarmuid también está muy bien, son emocionantes y vibrantes. También la guerra es muy emocionante, y he de decir que me ha sorprendido mucho cómo se resuelve el enfrentamiento contra Rakoth, no me lo imaginaba así.
Salvo excepciones los personajes no son especialmente complejos, pero aún así el autor se las apaña para hacerlos cercanos, al menos en mi caso me dolieron los que murieron en este libro, durante toda la recta final lloré como una madalena.
Lo cierto es que cuando me quedaban menos de doscientas páginas para terminar y todavía quedaban casi todos los enemigos importantes con vida, tenía muchas dudas de que el autor fuera capaz de resolverlo y cerrarlo todo satisfactoriamente, pero logra hacerlo y unir todos los cabos sueltos perfectamente; me alegro que sea así porque después de tres novelas si el final no hubiera sido bueno me habría decepcionado mucho. Pero no, me gustó mucho el final.
Como punto negativo, señalaría lo mismo que en los dos anteriores libros, que el autor muchas veces es algo reiterativo al explicar las cosas y que terminé harta del verbo entretejer que Gavriel Kay lo escribe como ocho mil veces y se hace de lo más cansino.
Por suerte, en este caso lo bueno supera ampliamente a lo malo y me quedó la sensación de que había valido la pena participar en esta aventura.
Nota: 8'5
Por cierto, siempre me he pregunado qué pasaría si los malos ganaran. Es decir, ganan los malos, aniquilan a todos los buenos y el mundo se sume en la oscuridad. ¿Y entonces qué? ¿Con qué se entretienen los malos si ya se han cargado a todos los buenos? No sé yo si los malos se han parado a pensarlo antes de ponerse a declarar guerras...
8 comentarios:
Había un libro de ESDLA (no recuerdo ahora el nombre) contado desde el punto de vista de los orcos, tiene que ser curioso xDD
xDDD Pues tiene que estar curioso.
Yo también había pensado lo de los malos... Pues estos libros no me los he leido, pero es que el de Eragon me cansó un poco...
Hombre, yo no he leído Eragon, pero no creo que sean muy parecidos, este es más complejo, supongo que Eragon será de corte más juvenil.
Jo, esto si me me retrotrae a mis raices.
Hará ya la friolera de 16 años que me leí esta serie. Fué cuando deje la ciencia ficción y empecé con la fantasía.
Ésta es una de las pocas series que me he leido dos veces, y la segunda vez aún me gusto más que la primera. Los libros me los dejó un amigo que le gustaba tanto que se compró el cd con la sinfonía que sonaba cuando el accidente, y claro, con una recomendación así, quién no se pone a leer. :)
Ostras, pues sí que hace tiempo, sí. Yo es que de peque no leí demasiados clásicos de la fantasía, pero más que nada porque siempre me ha gustado leer de géneros diversos.
Jolín con tu amigo, eso sí que es un fan de esta saga xD
Si, un poco fascinado si que estaba xD
Y yo tampoco leí mucho de fantasía de pequeño no creas. Es que uno tiene su edad ya. Yo era más de Enid Blyton, Emilio Salgari y Julio Verne. Después me dió por la ciencia ficción y devoré a Isaac Asimov y compañia, hasta que descubrí la fantasía épica con "La Rueda del Tiempo"... y esa fué mi perdición, pero para entonces ya tenía 19 años.
Enid Blyton, qué recuerdos ^^ Algún día escribiré sobre el trauma que me causó descubrir que Dick era el moreno y Julián el rubio de los cinco cuando no sé porqué yo toda mi vida me los imaginé al revés xD
La ciencia ficción es mi gran asignatura pendiente, excepto Verne y poco más casi no he leído apenas nada. Pero es que ahora estoy muy flipada con la novela negra y de detectives y es de lo que más leo xD
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