domingo, mayo 21, 2023

Mañana, y mañana, y mañana

No sé por qué estaba convencida de que este libro entraba dentro del género fantástico, y de hecho cuando lo empecé a leer me recordó mucho al estilo de Un mar sin estrellas de Erin Morgenstern. Descubrir que no era de fantasía no me supuso ningún inconveniente, por suerte, ya que es una novela en la que es muy fácil entrar.

Mañana, y mañana, y mañana es la historia de Sadie y Sam, dos amigos que se conocen de niños en el hospital y conectan gracias a su pasión por los videojuegos y que de adultos se unen para diseñar juntos su propio juego. El libro los sigue durante más de dos décadas por todos sus altos y sus bajos mientras pelean por conseguir hacerse un nombre en el mundo de los videojuegos.

Yo no me considero a mí misma una gamer, ya juego muy poco y cuando lo hago es más bien a juegos clásicos o a algún juego en línea de resolver acertijos. Pero sí que jugaba bastante cuando era más jovencita y el hecho de que la novela mencione a muchos juegos ochenteros y noventeros a los que yo jugaba de pequeña hizo que todo se me hiciera muy familiar (en serio, hay un momento en el que mencionan el Maniac Mansion que me hizo mucha ilusión). La novela está llena de referencias, no solo a los nombres de los juegos sino a cosas más técnicas sobre el desarrollo de los mismos, pero escrito de forma superaccesible por lo que no se hace pesado en ese sentido.

La historia no es lineal del todo y nos va ofreciendo fragmentos de las vidas de Sadie y Sam, cuya relación es el motor más importante del libro. Es una relación compleja, que mezcla amistad con trabajo y tal vez algo más, y que está llena de altibajos porque si bien ambos sacan lo mejor del otro a nivel profesional, también tienden a sacar lo peor en el plano personal. Tanto Sam como Sadie son muy imperfectos, y cometen muchísimos errores, y no siempre el lector va a estar de su parte, pero eso es lo que los hace humanos. La evolución de ambos, tanto juntos como por separado, es fantástica.

También me gustó mucho ver cómo iban cambiando las cosas en el sector, ya que cuando Sadie empieza hay pocas mujeres en el mismo, pero con los años todo va cambiando y dando cabida a otros tipos de personas.

Mañana, y mañana, y mañana es una novela sobre amistad, sobre perseguir los sueños, sobre darte cuenta que la vida a menudo es muy distinta a cómo te la imaginabas, y sobre todo, una carta de amor a los videojuegos, que hacen posible lo imposible, que te permiten meterte en otro mundo mejor cuando el tuyo es un asco, y que te hacen compañía cuando los necesitas. Una historia muy bonita y muy bien narrada por su autora Gabrielle Zevin que ha puesto mucho mimo en contarla.

Eso sí, me deprime bastante que en Goodreads haya gente que considere esta novela como histórica...

Nota: 4/5

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