sábado, diciembre 31, 2022

El encuadernador

Y termino el año con un bluf. Una lástima, porque pintaba muy bien.

El encuadernador nos introduce en un mundo en el que los libros están conformados por los recuerdos de personas que quieren olvidar algún pasado doloroso. Emmet Farmer, un joven granjero, recibe un día una carta en la que le llaman a ser aprendiz de una encuadernadora, y allí descubrirá cosas de él mismo que hasta ese momento desconocía.

La premisa de esta novela es muy chula, y podría haber dado mucho juego. De tanto en tanto aparecen pinceladas de algo interesante, como es el mal uso que le dan las personas con poder a la encuadernación, aprovechándose de ella para hacer desaparecer delitos que no quieren que salgan a la luz; el trabajo de encuadernación en principio surge como algo noble, ayudar a la gente a superar sucesos dolorosos borrándolos de su mente, pero, como siempre, hay quien se aprovecha de ello.

Lamentablemente la autora saca muy poco partido a su propia premisa, ahogando lo poco interesante en páginas y más páginas de una narración tan tediosa que es difícil engancharse. En esencia lo de la encuadernación y ese pequeño toque de fantasía solo son una excusa para la historia de amor que es el verdadero corazón del libro. Y eso no me hubiera importado si el romance hubiera estado bien desarrollado, pero tampoco es el caso, porque los dos protagonistas tienen menos personalidad que una suela de zapato, por no decir que tienen exactamente la misma voz, por lo que el cambio de punto de vista aporta muy poco.

La novela se divide en tres partes, y solo la segunda es tolerable. La primera y la tercera son muy aburridas, y mira que a mí me gustan las historias descriptivas y soy muy muy fácil con este tipo de romances, pero es que aquí el ritmo es de caracol y la autora no deja de meter detalles superfluos y repetitivos que entorpecen la lectura. La segunda parte se deja leer algo, pero aun así, una historia como esta tendría que haber sido mucho más emocionante y desgarradora. Realmente es difícil emocionarse por el romance de estos dos siesos y de hecho cuando terminó el libro la verdad es que me quedé igual.

En la solapa del libro pone que es la primera novela adulta de la autora y no sé qué decir, pese a esos detalles un poco siniestros que deberían haber estado mucho más desarrollados, toda la historia se siente sumamente juvenil, incluida esa primera persona del presente que tan poco me gusta.

Así que mi última lectura del año, tristemente, es totalmente olvidable, y sin necesidad de que me encuadernen los recuerdos.

Nota: 2/5

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