domingo, septiembre 18, 2022

Conjuro de luz

La conclusión de la trilogía de Sombras de Magia de V.E. Schwab comienza inmediatamente después de la finalización del segundo libro. Los antari tendrán que unir sus fuerzas para combatir a una amenaza como nunca antes han visto, un rey de otro mundo que ansía el poder y al que no se puede vencer por métodos tradicionales. Si no encuentran la manera de derrocarlo, el Londres Rojo corre el peligro de ser destruido para siempre.

Conjuro de luz es más parecido al primer libro que al segundo, y aunque me gustó un poco más que el primero, sí que se me hizo más pesado que el segundo. Aquí, en vez de limitarse a dos puntos de vista como en el primero, o cuatro como en el segundo, Schwab decide contar la historia a través de los ojos de la mayoría de implicados en la trama. Esto por un lado lo encontré positivo porque Kell y Rhy se me hacen tan aburridos que tener a más personajes le dota de dinamismo a la narrativa y permite conocerlos un poco más, pero por el otro algunos puntos de vista son totalmente innecesarios. ¿Qué aportan los capítulos de la niña que está en el Londres Blanco, por ejemplo? Y en serio, casi todos los capítulos de Rhy tienen que ver con este pensando en la oscuridad que viene a buscarlo cada noche y que no le permite dormir y el dolor y agh, me entraban ganas de tirar el libro a la pared cada vez que me tocaba un capítulo suyo. Me hubiera gustado más su desarrollo si el trayecto no hubiera sido tan sumamente repetitivo.

Aquí también encontramos algo más de intriga política con los enfrentamientos entre los diferentes reinos, pero todo bastante superficial. El grueso de la novela se centra en la batalla contra Osaron, y cómo Kell y los demás tienen que encontrar una solución para no ser consumidos por la magia negra. La resolución es un pelín conveniente, pero bueno, tampoco me parece mala. Eso sí, se nota un montón el favoritismo que siente la autora por Lila, sobre todo en toda la parte de la tienda de objetos mágicos, solo hay que ver el precio que tienen que pagar Kell y Alucard por sus objetos y lo que tiene que pagar Lila por el suyo. ¡Ridículo! Y tampoco me acabó de convencer que la autora decidiera dejar en el aire los orígenes de Kell y de Lila, ni que no se vuelva a mencionara la tripulación de Alucard al final.

Y, como en los anteriores, me reafirmo en que Schwabb ofrece un romance muy descafeinado. Kell y Lila siguen sin tener química ninguna y Rhy y Alucard no pasan el suficiente tiempo juntos como para que yo como lectora me preocupe por ellos.

En conjunto, una trilogía que a mí personalmente me ha sabido a poco. Creo que la autora no le ha sabido sacar el suficiente partido a la premisa tan chula y que hubiera ganado con personajes más interesantes. Una pena, pero qué le vamos a hacer, no a todo el mundo le gustan las mismas cosas.

Nota: 3/5

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