domingo, octubre 28, 2018

El Umbral de la Noche

Publicada en 1978, El umbral de la noche es la primera recopilación de relatos de Stephen King y sin duda una de las mejores, ya que incluye algunas de las historias más famosas del prolífico escritor.

Este libro contiene veinte relatos que tratan sobre diferentes y viscerales miedos: el hombre del saco, asesinos en serie, monstruos, objetos poseídos e incluso tragedias tan reales como la vida misma como pueden ser el suicidio, la enfermedad o la eutanasia.

Dejo mi breve opinión sobre cada uno de ellos:

-Los misterios del gusano: Tras trasladarse a la mansión que ha pertenecido a su familia durante varias generaciones, Charles descubre que su herencia acarrea un terrible secreto que parece estar relacionado con un libro que se encuentra en la iglesia profanada de un pueblo abandonado.

Bueno, parece que me he spoileado Salem's Lot big time, ups. (Bueno, aunque leo que es más precuela que otra cosa). Quitando eso, la estructura de las cartas está muy bien llevada, tiene una atmósfera muy lograda (creo que me he leído esta historia casi aguantando la respiración) y el final es genial.

-El último turno: Varios trabajadores de una tejeduría acceden a hacer horas extras para limpiar el sótano, que lleva años dejado de la mano de Dios.

Reconozco que lo he pasado realmente mal con este relato. ¡Es que las descripciones son tan vívidas que no he podido evitar sentir el mismo asco que sus protagonistas! Quiero decir, ¿ratas gigantes? No, muchas gracias.

-Marejada nocturna: Un grupo de jóvenes reflexiona sobre el más que posible fin de la raza humana.

Aunque cortita, es una historia interesante que refleja con acierto los pensamientos que le pasan por la cabeza a alguien que ha visto como gran parte de la raza ha sucumbido a una gripe letal. Me han gustado mucho las descripciones de la playa, ¿aunque hacía falta tratar tan mal a la chica? Ah, creo que está relacionada con Apocalipsis, ¿no?

-Soy la puerta: Un hombre que sobrevivió a un accidentado viaje a Venus trata de convencer a su amigo de que al volver trajo algo consigo.

Mmm, cuando King se pone en plan Bradbury me pierde un poco, pero el desarrollo del relato, una vez pasa lo de los viajes por el espacio, mola bastante, y el final es escalofriante.

-La trituradora: En una lavandería no dejan de sucederse horripilantes e inexplicables accidentes.

A ver, una máquina de secado y planchado poseída no parece que de para mucho, pero la historia me mantuvo en vilo hasta el final. Yo es que soy muy aprensiva con estas cosas de miembros chafados y tal.

-El coco: Un hombre le confiesa a su psicólogo que un monstruo mató a sus tres hijos.

Solo voy a decir que menos mal que leí este relato a plena luz del día y en un espacio abierto, porque lo llego a leer en mi habitación y no hubiera dejado de mirar el armario de reojo durante todo el rato. ¡Qué miedito!

-Materia gris: Un crío va a buscar ayuda después de que su padre ingiera una cerveza en mal estado.

De nuevo King es supervívido con eso de los olores y tal, ¡solo de imaginármelo se me revuelve todo! El final está muy bien también. (Y gracias a este libro he aprendido un adjetivo nuevo: metífico). Me imagino al padre como Chet de Weird Science.

-Campo de batalla: Un asesino a sueldo recibe un paquete de la madre de su última víctima.

Aquí se nota mogollón la influencia de Matheson. La batalla con los muñecos está muy divertida.

-Camiones: Un grupo de personas se refugia en un restaurante mientras fuera, en una estación de servicio, una flota de camiones parece haber cobrado vida.

¡Vehículos asesinos! Vaya, ¡qué sorpresa! Se me ha atragantado un poco, la verdad, es de las que menos me han interesado.

-A veces vuelven: Un profesor que imparte una clase para alumnos problemáticos recibe a tres nuevos estudiantes que le son familiares...

Vale, esta es genial, sobre todo cuando empieza a encajar las piezas de lo que está pasando. Qué pena que sea tan corta.

-La primavera de fresa: En una falsa primavera que trae consigo una espesa bruma, un asesino en serie aterroriza a los estudiantes de un campus.

Muy inquietante, y reconozco que el final me sorprendió. Las descripciones son una chulada.

-La cornisa: Un hombre se ha enamorado de la esposa de un mafioso y este le propone un terrorífico reto.

Ugh, las piernas casi se me han puesto de gelatina leyendo esto, yo me estampo al minuto uno, vamos. El final es geniaaaaaal.

-El hombre de la cortadora de césped: Un hombre contrata a un peculiar servicio de cortacéspedes.

Buf, empieza muy bien pero luego el desarrollo no me ha convencido demasiado, de las más flojitas del libro.

-Basta, S.A.: Siguiendo el consejo de un amigo, un hombre se inscribe en un programa para dejar de fumar que promete resultados formidables.

El título es Bradbury total. ¡No veas con el método extremo! No se sostiene mucho a la que le examinas un poco, pero está curiosa. Eso del final se veía a venir por eso.

-Sé lo que necesitas: Una universitaria conoce a un extraño chico que parece anticiparse a todos sus deseos.

Hombre, por fin una historia protagonizada por un personaje femenino. Aprecio sobremanera el enfoque que le da King a la manipulación de Ed, porque estoy harta de ver series de televisión en las que los guionistas actúan como si no hubiera ningún problema en que un personaje haga algo así, y es realmente descorazonador.

-Los chicos del maíz: Un matrimonio en crisis emprende un viaje de reconciliación y acaba en una carretera perdida en medio de un inmenso maizal, donde atropellan a un niño.

Soy tan crack que después de leer el título pensé que se trataba como de un guiño a la película, y hasta bien avanzada la historia no he caído en la cuenta que la película es adaptación de esto. ¡Viva yo!
Puro terror setentero: carreteras abandonadas en la América profunda, maizales interminables, pueblos desiertos, niños asesinos... Genialísima.

-El último peldaño de la escalera: Un abogado recuerda un episodio de su infancia en el que su hermana pequeña estuvo a punto de morir.

Ay, este relato. Es más drama que otra cosa, pero me ha encantado cómo conectan pasado y presente y el incidente del granero, aunque más o menos sepas qué va a pasar, me ha dejado en vilo. Trágico y conmovedor, de mis favoritos.

-El hombre que amaba las flores: Un joven enamorado se decide a comprarle un ramo de flores a su chica.

Al principio parece un relato romántico normal y corriente por lo que es obvio que habrá un giro y sí, es lo que uno espera. No está mal, pero tampoco me ha matado.

-Un trago de despedida: Un hombre entra a un bar pidiendo ayuda tras dejar a su mujer e hija en su coche en medio de una tormenta de nieve.

¡Y más spoilers de Salem's Lot! Ya lo capto, King, será de los próximos que lea antes de que me lo destripes más.

-La mujer de la habitación: Johnny valora la posibilidad de terminar con el sufrimiento de su madre, gravemente enferma.

Desearía que este no hubiera sido el último relato porque ha sido un bajonazo. Tampoco tiene nada sobrenatural ni de misterio ni nada, simplemente es superdeprimente leer sobre enfermedades y hospitales y eutanasia. Me ha dejado muy mal cuerpo.


Stephen King ha publicado una gran cantidad de recopilaciones de historias cortas pero en El umbral de la noche es en la que mejor demuestra su maestría e imaginación a la hora de escribirlas, aunque en algunas todavía se note la influencia de sus autores favoritos. Muy, muy bueno y recomendable para los que todavía no se hayan animado a leer los relatos del autor. Y ya lo dice el dicho: lo bueno, si breve, dos veces bueno.

Nota: 4/5

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