viernes, septiembre 30, 2016

Ojalá Fuera Cierto

Ojalá Fuera Cierto es la primera novela de Marc Levy, que causó sensación en su país natal, Francia, manteniéndose durante más de cien semanas en la lista de ventas, que se dice poco. En 2005 fue adaptada a película con Reese Witherspoon y Mark Ruffalo como protagonistas, en uno de esos raros casos en los que la película es mejor que el libro.
Lo que voy a decirle cuesta de entender y resulta imposible de admitir, pero si tiene la bondad de escuchar mi historia, si tiene la bondad de confiar en mí, entonces quizás acabe creyéndome, y es muy importante, porque usted es, sin saberlo, la única persona del mundo con quien puedo compartir este secreto.
Arthur, un arquitecto, se acaba de mudar a su nuevo piso en San Francisco. Para su sorpresa, un día se encuentra a una mujer en el armario del baño: se trata de Lauren, una joven doctora quien le asegura que es un fantasma... O, no exactamente, porque su cuerpo sigue vivo, solo que en coma profundo en el hospital después de un terrible accidente automovilístico. Por algún motivo, el alma de Lauren es capaz de vagar por el exterior, pero no puede comunicarse con nadie, excepto con Arthur, que parece ser el único en poder verla y oírla. Arthur, como es natural, se piensa que está loca, hasta que comprueba que es verdad que nadie más la ve. Compadecido por la historia de la chica, decidirá ayudarla a despertar.

El argumento de base es muy parecido al que veríamos años después en la película, aunque realmente se parecen muy poco. La película decide tirar por la comedia romántica más clásica, cosa que creo que es un acierto, porque el tono del libro no termina de cuajar. Y es que cuando mejor funciona Ojalá Fuera Cierto es cuando tira por la vis más cómica: algunas de las conversaciones más delirantes entre Arthur y Lauren, ver cómo se desconciertan los demás cuando piensan que Arthur está hablando con un ser imaginario, la reacción del mejor amigo de Arthur, toda la parte del secuestro... El argumento desde luego da para muchas de estas situaciones, pero el autor decide tirar por otros derroteros que al menos a mí no me convencieron.

Además del romance entre Arthur y Lauren, una buena parte del libro también está dedicada a la historia familiar de Arthur, y cómo la presencia de Lauren acaba por animarle a enfrentarse a sus propios fantasmas del pasado; esto está bien en teoría, pero a la hora de la verdad toda la parte de las enseñanzas vitales de su madre se hace pesado, especialmente por la pluma del autor, que no es sutil precisamente. Y algo que me suele molestar en libros de esta clase es leer una conversación y pensar "nadie en la vida real hablaría así jamás".

La novela trata el tema de la muerte para transmitirnos el mensaje de que hay que aprovechar la vida mientras podamos porque se puede terminar en cualquier momento. El símil con los 86400 dólares que nos ingresan en el banco cada mañana, que todo aquello que no usemos desaparece cada  noche y que cualquier día pueden dejar de ingresarnos ese dinero es ingenioso, pero el problema es que en general el tono del libro es excesivamente moralista y... no hace falta, de verdad. Creo que se puede expresar eso del Carpe Diem de mejores maneras.

Arthur y Lauren son David y Elizabeth en la película

Otra cosa que me desagradó fue que el autor decide meter a un personaje que es importante para la trama cuando quedan cincuenta páginas para que se termine el libro, y encima considera necesario meter una subtrama romántica entre esa personaje y una mujer que también ha introducido al mismo tiempo y que a esas alturas tienen interés cero.

Lo cierto es que se trata de un libro muy corto, un poco más de doscientas páginas y con un tamaño de letra grande, así que al menos no hay que hacer una gran inversión para leerlo, pero aún así, creo que desaprovecha todo su potencial y que podría haber resultado una historia mucho más romántica y memorable de la que al final es, aunque reconozco que el final sí me gustó mucho.

Pero es un primer libro, que siempre son los más difíciles, así que no descarto leer más del autor, y más teniendo en cuenta que existe una secuela titulada Volver a Verte. Algún día caerá, supongo.

Nota: 5 

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