A Sangre Fría es la obra cumbre de uno de los escritores más destacados del siglo XX, Truman Capote. A partir de una noticia de cuatro líneas en la que se informaba del cruel asesinato de los cuatro miembros de la família Clutter, Capote construye esta fascinante historia que mezcla realidad con licencia literaria dando como resultado una auténtica joya.
El 15 de noviembre de 1959 cuatro de los seis miembros de la família Clutter, vecinos respetados de un pequeño pueblo de Kansas, fueron brutalmente asesinados a sangre fría. Los culpables fueron Dick Hickock y Perry Smith, dos criminales que se habían conocido en prisión y que acudieron a casa de los Clutter en busca de la fortuna que creían guardaba el señor Clutter en una caja fuerte. Cinco años después, Hickock y Smith fueron ejecutados.
Lo que más me maravilla de esta novela (non-fiction novel, como fue bautizada por el escritor) es la laboriosa tarea de investigación que hace Capote para relatarnos todos los hechos lo más fielmente posible. A través de numerosas entrevistas con los dos acusados y con personas relacionadas con el caso, Capote hace un análisis tanto de los hechos acontecidos en esa terrible noche de noviembre de 1959 como de las personalidades de cada uno de los implicados, incluídos víctimas y verdugos, a los que llegamos a conocer como si hubieran sido amigos íntimos nuestros. Dicha investigación no termina hasta después de la ejecución de los dos acusados, dando como resultado que conozcamos ampliamente un crímen que de otro modo habría sido olvidado como uno de tantos.
A Sangre Fría resulta una novela escalofriante, porque es difícil olvidar que todos los hechos relatados sucedieron realmente, y las atrocidades que un ser humano es capaz de inflingir en otro son duras de aceptar.
Más difícil de aceptar es para mí el hecho de que, a través de la construcción de la historia y caracteres de los dos criminales, el relato de su muerte no da alivio alguno, sino que llegas a sentir lástima por ellos, especialmente hacia Perry, quien confesó haber matado él mismo a las cuatro víctimas, a cuatro personas buenas y respetables, pero que termina resultando un personaje (o persona) en cierto modo perversamente entrañable y con una triste historia detrás que desde luego no justifica para nada lo que hizo, pero ayuda a entenderle un poco mejor.
Perry Smith queda desde luego bastante favorecido, si podemos decirlo así, en esta novela gracias a Capote, quien llegó a entablar una especie de amistad con él, y a lo largo de los años se ha discutido la verdadera naturaleza de la extensión de la relación entre ellos dos.
La novela como decía se toma bastantes licencias literarias, dado que Capote nos relata sucesos de la vida de los Clutter que son más imaginados que otra cosa, y diálogos y situaciones que seguramente pasaron de una forma parecida pero no idéntica, pero no hay que olvidar que no es un artículo periodístico, es una novela que relata un escalofriante relato real, y está escrita como tal, como si fuera una historia de ficción, sólo que sin serlo.
En definitiva una fabulosa novela negra que no deja indiferente y que deja en entredicho los límites a los que es capaz de llegar el ser humano, y que también me parece un excelente material para los que nos interesa la psicopatía como trastorno mental, ya que difícilmente Capote habría encontrado sujetos mejores para su análisis.
En definitiva una fabulosa novela negra que no deja indiferente y que deja en entredicho los límites a los que es capaz de llegar el ser humano, y que también me parece un excelente material para los que nos interesa la psicopatía como trastorno mental, ya que difícilmente Capote habría encontrado sujetos mejores para su análisis.
¿Si siento lo que hice? Si te refieres a eso, la respuesta es no. No siento nada. Me gustaría poder decir lo contrario. Pero nada de ello me preocupa lo más mínimo. Media hora después de hacerlo, Dick hacía bromas y yo se las reía. Quizá no somos humanos. Soy lo bastante humano como para sentirlo por mí. Siento no poder salir de aquí cuando tú te vayas. Pero esto es todo.
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