El Demonio y la Señorita Prym

Ya hacía tiempo que quería echarle el ojo a algún libro de Paulo Coelho y por fin me he estrenado con esta novela que trata un tema tan universal como es el del bien y del mal.

Un extranjero llega a Viscos, un pequeño pueblo en decadencia perdido en la montaña en el que nunca pasa nada. Chantal Prym, la única chica joven que queda en el pueblo, ya que todos los demás se han ido a la ciudad a buscarse la vida, se las apaña para toparse con él con la esperanza de que éste sí sea el hombre que quiera llevársela de allí. Pero el extranjero le cuenta una historia inverosímil; el extranjero le enseña a Chantal once lingotes de oro y le dice que comunique a los habitantes del pueblo que serán suyos si en el lapso de tiempo de una semana matan a alguien.

Coelho reflexiona acerca del bien y del mal y si pregunta si el hombre es por naturaleza malvado o cabe la esperanza de pensar que todavía existe la bondad en el ser humano. El tema gira en torno al extranjero, que necesita desesperadamente saber la respuesta a tan difícil pregunta después del suceso trágico por el que tuvo que pasar, y de Chantal, quien examina todas las posibilidades antes de tomar una decisión.

Desde luego es una novela que parte de una premisa muy interesante y Coelho juega con maestría con la tensión inherente a saber qué decidirán los personajes, aunque mi sensación es que le falta un poco de gas para ser una novela más completa.

Personalmente el tema del bien y del mal me parece un tema muy jugoso sobre el que escribir pero cuando ya empiezan a intervenir ángeles y demonios y no de una forma simbólica la cosa decae un poco, supongo que por el hecho de que no soy religiosa.

La mejor parte del libro es el momento en el que los habitantes de Viscos son puestos al corriente de la situación y deben decidir si hacer lo que les pide el extranjero o no.

Seguramente el acierto del libro sea el no dar una respuesta a una pregunta que seguramente no la tenga, y dejar que sea el propio lector el que juzgue y decida si todos somos malos por naturaleza o aún hay gente buena en el mundo.

Nota: 7'5