miércoles, septiembre 22, 2021

La casa redonda

Esta notable novela de la escritora de origen chippewa y alemán, Louise Erdrich, está ambientada en 1988, y tiene como punto de partida una brutal agresión a una mujer india ojiwbe en su reserva de Dakota del Norte. La mujer ha sobrevivido milagrosamente, pero está tan traumatizada que se niega a hablar de lo sucedido.

La historia está contada a través de los ojos de Joe, el hijo de trece años de la mujer. Su padre, juez en la reserva, poco puede hacer en un caso semejante, y Joe, aunque no entiende del todo lo que está pasando, decide que será él quien logre la justicia para su madre.

La autora está muy orgullosa de sus raíces y se nota, porque el libro está plagado de historia sobre los indios ojiwbe. Es una novela de misterio, sí, y la resolución de lo ocurrido a la madre de Joe es muy importante, pero es mucho más que eso porque Erdrich quiere que sus lectores se familiaricen con las costumbres, con la historia, con las limitaciones de su gente. Es trágico, por ejemplo, que después de ser confinados a las reservas, se tengan que regir por las leyes de sus invasores, y no puedan juzgar como toca en caso de que el agresor sea un hombre blanco de fuera de la reserva, por ejemplo.

La narración es fluida pero algo lenta porque Erdrich se toma su tiempo en explicar las cosas. Así, hay períodos en los que la trama no avanza porque nos tenemos que parar a escuchar las historias que cuenta el abuelo de Joe, que por otra parte enriquecen la lectura. También es un libro muy espiritual, en el que los fantasmas tienen su importancia en los rituales de los ojiwbe.

Es una historia sobre la impotencia de tener que regirse por las leyes de otros, sobre las diferentes formas de justicia, y también sobre crecer antes de tiempo, dejar atrás la inocencia de esos veranos en los que no se tiene ninguna preocupación más que pasar un buen rato con tus amigos.

También tengo que decir que me encantaron todas las descripciones de comida que hace la autora, todo sonaba delicioso. ¡Quién tuviera de nuevo el apetito de un niño de trece años!

La casa redonda es una muy buena novela que sirve para comprender mejor una cultura a menudo olvidada y que lleva siendo tratada con injusticia y crueldad durante generaciones, escrita maravillosamente por una autora orgullosa de su ascendencia que nos transporta a ese verano de 1988 en el que acompañamos a Joe por su difícil viaje en busca de justicia.

Nota: 4/5

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