lunes, abril 05, 2021

Faithful Place

La tercera entrega de la serie Dublin Murder Squad de Tana French es Faithful Place, que tiene como protagonista a Frank Mackey, el jefe de Cassie en el anterior. A diferencia del primero y el segundo, que estaban muy relacionados, este es mucho más independiente y se puede leer sin seguir el orden porque no afecta.

En 1985, Frank y su novia Rosie quedaron de madrugada para fugarse de sus respectivas casas e irse a Londres a buscarse la vida. Lo habían planeado todo durante meses y ambos estaban convencidos, por ello Frank se llevó una sorpresa cuando Rosie no apareció y en su lugar solo encontró una nota de despedida. Dando por sentado que lo había dejado tirado por culpa de su terrible familia, Frank se marchó él solo. Veintidós años después, su hermana menor le pide que vuelva a casa porque unos obreros han encontrado una maleta que a todas luces es la de Rosie y que ha estado escondida desde aquella noche. ¿Es posible que le sucediera algo a Rosie que le impidiera reunirse con Frank como estaba previsto?

Las novelas de French siempre me sorprenden de una manera u otra, porque uno espera encontrarse una historia de misterio con su investigación policial correspondiente pero French siempre le da su toque propio. Aquí el lenguaje evocativo no es tan pronunciado como en el primero y especialmente el segundo pero también está presente, y más que nada explora la relación disfuncional de Frank con su familia, cómo fue crecer en un ambiente abusivo y cómo le afectó asimismo la desaparición de Rosie y cómo eso a su vez tuvo un impacto en sus relaciones posteriores, especialmente con su ex esposa Olivia y su hija de nueve años Holly, a la que ha querido mantener alejada de sus parientes.

En ese sentido el misterio es un poco secundario, y tampoco es muy enrevesado. De hecho parece que French se esté guardando alguna sorpresa para el final pero realmente todo es bastante directo porque resolver lo que le pasó a Rosie no es lo más importante sino, como he dicho, explorar todo lo que se gestó para llegar a aquella noche y las consecuencias que tuvo cuando sus planes cuidadosamente organizados no pudieron ser llevados a cabo.

Una de las temáticas recurrentes de French es cómo el pasado moldea el presente y el futuro, y utiliza para ello la herramienta de la nostalgia, esa mirada a unos tiempos que tal vez no fueran mejores, pero que ya no volverán. Frank no tuvo una infancia idílica ni mucho menos, pero aun así la evocación del pasado sigue siendo poderosa, simplemente con el hecho de que los hermanos se siguen sentando en el mismo escalón que lo hacían cuando eran niños, ahora para fumar en vez de para comer helado. O la libertad adolescente y la fuerza del primer amor.

Frank no es un personaje que me entusiasmara en En piel ajena y aquí tampoco me vuelve loca pero al menos es más interesante cuando leemos desde su punto de vista y me gustó mucho la relación con su hija. Además conocemos a dos personajes que serán importantes en siguientes entregas, Scorcher y Stephen.

Faithful Place es una entrega indudablemente sólida en una de las sagas más sugerentes de la novela negra actual. Para mí no está al nivel de En piel ajena que pese a lo inverosímil de su premisa está escrito de una manera que simplemente te atrapa entre sus páginas, pero sigue siendo recomendable para el que guste del género y busque algo que no esté tan centrado en la investigación policial sino que aporte una buena dosis de drama familiar intergeneracional junto con el misterio.

Nota: 3.5/5


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