sábado, diciembre 22, 2018

Me llamo Lucy Barton

Elizabeth Strout es una escritora muy célebre que ganó un premio Pulitzer por su novela Olive Kitteridge, que además fue llevada a la televisión por la HBO hace no muchos años. En Me llamo Lucy Barton la autora nos narra la historia de una mujer que echa la vista atrás a las situaciones determinantes de su vida, especialmente a una estancia de nueve semanas en un hospital por complicaciones tras una apendicitis en la que tuvo un acercamiento con su madre, a la que no veía desde que dejó su casa para irse a vivir a Nueva York.

El libro toca varios temas como son el crecer en extrema pobreza, el vivir en un ambiente abusivo, la soledad, la depresión, lo complicado de las relaciones humanas (especialmente con la familia), así como momentos claves de la historia como la epidemia del sida en los ochenta o los atentados del 11-S. En esencia es una historia sobre lo fácil y a la vez difícil que es el amor que sentimos hacia nuestros padres, hermanos y hermanas, hijos e hijas, cónyuges, y cómo son esas relaciones y la forma en la que nos afectan lo que nos va moldeando como personas. En algunos momentos me he sentido identificada porque yo también soy de esas personas a las que les es casi imposible expresar sus sentimientos hacia los demás, y que a menudo me enfrento a los problemas mirando hacia otro lado, así que las partes de la relación entre Lucy y su madre son las que más me han llegado.

Pero poco más. Esta es una de las veces en las que casi me siento mal de no haber disfrutado de una novela con una recepción tan positiva, pero es que no he conseguido apenas conectar con el estilo de la autora. Strout divaga mucho, hay un montón de capítulos que apenas aportan nada a la trama, la forma que tiene Lucy de expresarse es muy pesada, y no te cuenta nada de forma explícita, todo lo tienes que leer tú entre líneas, por lo que al final da la sensación de que no haya pasado nada en absoluto. Me ha recordado a la escritura de autores como Coelho o Espinosa, en tanto parece que continuamente te estén aleccionando sobre algo, y ese tipo de literatura no me suele entrar demasiado bien y se me hace aburrida.

Pese a ello es una novela cortita, que me he leído en una sentada, y en general el punto principal, que es el desarrollo de la relación entre madre-hija, está bien llevado. No es para nada un mal libro, pero te tiene que gustar esta forma de contar las cosas que tiene Strout, y no lo ha conseguido conmigo lamentablemente.

Nota: 2/5

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