jueves, agosto 02, 2018

Mil veces hasta siempre

Con Mil Veces Hasta Siempre, la novela más reciente de John Green, me pasa un poco como con su obra más conocida, Bajo la Misma Estrella: que no sé muy bien cómo calificarla porque me alejo tanto de su público objetivo que mi valoración no sé si tiene mucha validez.

La adolescente Aza, junto a su mejor amiga Daisy, investiga la desaparición de un multimillonario por el que se ofrece una recompensa de cien mil dólares para aquel que pueda dar una pista de su paradero. Ello le llevará a reencontrarse con Davis, un amigo de su infancia que está atravesando una época muy difícil.

La trama de la investigación es una excusa para explorar la relación de Aza con el mundo que le rodea. Y es que la protagonista de esta historia no es una chica corriente, puesto que sufre de un severo trastorno obsesivo compulsivo que le hace tener un miedo irracional a las bacterias y a las infecciones y que le dificulta enormemente llevar una vida normal. Su trastorno afecta, como cabe esperar, a su relación con su madre, siempre preocupada por ella, a su amistad con Daisy, y a su atracción por Davis.

Mil Veces Hasta Siempre es una novela de apenas trescientas páginas que se lee en un suspiro gracias a la narración de Green, que es extremadamente fluida. Escrito en primera persona, desde el principio nos metemos en la mente de Aza, con la que es fácil empatizar pese a que su situación nos pueda parecer ajena a los que no sufrimos este tipo de trastorno. Me gustó ver cómo evoluciona Aza y especialmente su amistad con Daisy, también me gustó mucho cómo el autor integra en la trama el que Daisy escriba fanfiction de Star Wars, y el romance, si es que se le puede llamar así, está muy bien llevado. Me gustó que en ningún momento se diera el tan cacareado "el amor lo cura todo" y todo el desarrollo de la enfermedad es bastante realista dentro de lo que cabe.

A Green le encanta escribir a sus personajes adolescentes manteniendo conversaciones profundas y trascendentales que rayan en la pedantería, aquí también se dan pero no es tan insoportable como en Bajo la Misma Estrella. Y en el fondo es bastante didáctico, lo cual es positivo en un libro juvenil.

Así que en general puedo decir que me ha gustado, aunque me ha pasado lo mismo que con el otro libro de Green, que una vez terminado pues me he quedado un poco igual, supongo que porque ya estoy lejos de la edad en la que este tipo de libros me podrían impresionar. Está bien sin más.

Nota: 3/5

No hay comentarios: