jueves, octubre 16, 2008

Alguien te Observa

Últimamente me estaba apeteciendo leer dos géneros literarios en concreto: por un lado el misterio, y por otro la novela romántica. Y entonces me topé con este libro, que combina ambos géneros y cuya autora se ha ganado muchas adeptas gracias a eso.

Kristen Mayhew es una abogada defensora de éxito que acaba de descubrir que tiene un admirador secreto. Su "humilde servidor", como se hace llamar, es un asesino en serie que se ha puesto como objetivo eliminar a todos los criminales que han escapado de la justicia, a la Dexter, todos ellos relacionados con juicios que perdió Mayhew. El detective Abe Reagan, que acaba de incorporarse al departamento de homicidios de Chicago, será el encargado de investigar este caso y de proteger a Kristen de todas las situaciones peligrosas con las que se encontrará a partir de ese momento.

Karen Rose tiene un estilo a mí parecer bastante similar al de una de las reinas del género de intriga, Mary Higgins Clark. Como ésta, Rose presenta como protagonista a una mujer independiente y de éxito, que se ve involucrada en una espiral de muerte que arrastra a todos los que se encuentran a su alrededor; también como Higgins Clark, Rose opta por relatar la historia bajo el punto de vista de diferentes personajes, entre ellos el propio asesino, que permanece anónimo hasta el final de la novela, momento en el que asistimos al descubrimiento de su identidad y vemos que, como es de esperar, se trata de alguien muy cercano al entorno de Kristen.

Rose tiene habilidad para el misterio; sobre todo al principio, la historia es intrigante, es cruel y morbosa, y te zambulle en ella rápidamente. Quizá la resolución no sea tan satisfactoria, al menos en mi caso la identidad del asesino no me causó un interés especial, porque me esperaba algo más original que no se da. Pero en líneas generales, Alguien te Observa es una novela de intriga que funciona muy bien.

En cambio, la parte romántica no acabó de engancharme. Kristen y Abe son dos personajes que arrastran fantasmas del pasado que son difíciles de superar, especialmente en el caso de Kristen, y es a los tres o cuatro días de conocerse, que ya están locamente enamorados el uno del otro, y no ha pasado ni una semana que Kristen ha superado todos los traumas que había sufrido desde hacía años. Además, Abe es un prototipo de hombre demasiado perfecto: guapísimo, competente, protector, amable, que no se sobrepasa en ningún momento, atento y comprensivo. Aunque es un personaje que cae bien, es demasiado perfecto como para cogerle genuíno afecto. Funcionan mejor los personajes secundarios que tienen menos peso en la historia, como Mia, que era mi personaje favorito, o Jack, o el propio asesino, al que casi le coges cariño y en mi caso no tenía ninguna gana que le descubrieran, más que nada porque pierde todo el encanto en cuanto se sabe quién es.

La novela la he disfrutado mucho pero seguramente me hubiera gustado más si Rose hubiera adquirido de Higgins Clark su habilidad para meter romance en sus novelas sin que éste resulte empalagoso o tan perfecto (el final me mató).

Nota: 7