miércoles, marzo 18, 2020

Never let me go

Hace tiempo que quería leer la que es seguramente la novela más famosa de Kazuo Ishiguro (gracias a la película), pero no las tenía todas conmigo de que me fuera a gustar porque ya sabía de antemano el "secreto" de los personajes. Por suerte, la novela es mucho más que ese giro (que tampoco lo consideraría eso porque el autor te lo cuenta bastante pronto).

La protagonista, Kathy, ha trabajado de cuidadora muchos años, pero está a punto de finalizar esa etapa de su vida. Por eso cree que es buen momento de echar la vista atrás y rememorar sus años en el internado Hailsham, junto a sus mejores amigos Ruth y Tommy, y su vida adulta lejos de ellos hasta que se los vuelve a encontrar un tiempo después.

Never let me go te atrapa en sus páginas de inmediato. Ishiguro es capaz de arrojar una luz melancólica e idílica sobre la infancia y adolescencia de los protagonistas, aun dejando caer que hay algo siniestro en Hailsham y que los profesores de los chicos no les están contando toda la verdad. El punto fuerte de la novela es la construcción de los personajes y las relaciones entre ellos tres; tanto Kathy, como Tommy y Ruth (¿quién no ha conocido a alguien como ella?) son muy reales y la complejidad de su amistad y amor está muy bien plasmada.

Ishiguro plantea una premisa incómoda que no elabora demasiado, pero realmente no le hace falta para explorar los temas subyacentes: el amor, la esperanza, la inevitabilidad del destino, la obligación de seguir los pasos que nos impone la sociedad y, sobre todo, la reflexión sobre qué es lo que nos hace humanos.

Leyendo esta novela me acordé muchas veces de esa escena de Doctor Who: "Porque cada vez que los ves felices recuerdas lo tristes que van a estar y se te rompe el corazón. ¿Qué sentido tiene que sean felices ahora si después van a estar tristes? Y la respuesta es, por supuesto, porque van a estar tristes después." Es un coming of age tan bonito como trágico; para cuando llega esa escena con Madame el mazazo es importante, y más teniendo en cuenta la forma en la que Kathy y los demás aceptan su destino, pero vale mucho la pena. Más recomendada para los que busquen un enfoque más filosófico y costumbrista que no una ciencia ficción compleja, porque de esto último hay poco.

Nota: 4/5

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